EL PERRO NEGRO.

EL PERRO NEGRO.

Mi abuela s quien vive en el . Me contó que durante el fenómeno del niño de 1983, la casa estaba a punto de caerse, la cocina que era de material de carrizo con barro estaba en estado crítico, me refiero que tenía huecos en las paredes a causa de las constantes lluvias.

Sucede que una madrugada aproximadamente a las 5:00.a.m, mi abuela Mercedes ingresó a la cocina para preparar el desayuno para la familia, grande fue su sorpresa al encontrar la canasta en la cual guardaba los alimentos por el suelo y sin alimentos. Es decir la bolsa de arroz, azúcar, avena y sal se encontraban rotas y vacías, la botella de aceite no contenía nada, su primera reacción de mi abuela fue pensar que alguien había ingresado por la noche a la cocina a robar los alimentos, pero al día siguiente paso lo mismo.

Entonces mi abuelo Santos con la ayuda de mis tíos arreglaron las paredes rotas de la cocina pensando que tal vez eran los gatos o perros que ingresaban a la cocina a comerse los alimentos; ese mismo día en la noche mi abuela guardó los alimentos en la canasta y la colgó de un gancho debajo del techo de la cocina.

Al tercer día por la madrugada mi abuela ingresó a la cocina. Para preparar el desayuno y nuevamente encontró la canasta por el suelo y vacía, mis abuelos no entendían que sucedía ya que la puerta estaba intacta y cerrada. Es entonces que mi abuelo Santos decide hacer guardia, paso el cuarto, quinto y sexto día y no paso nada, en el sétimo día aproximadamente a las doce de la noche escucharon ruidos en la cocina ingreso de inmediato y a las justas logro mirar un perro que salto por pequeño espacio entre el techo y la pared, después de lo sucedido esa noche no pasa nada más.

Pasaron varios días que el perro se ausentó, todos pensaron que el perro se asustó al ser descubierto y es por eso que se ausento. Mis abuelos comentaron a los vecinos lo sucedido, los cuales comentaron que el perro podría ser cosa mala o tal vez un hechicero que se convertía en perro, por lo que aconsejaron a mis abuelos rociar la cocina con agua bendita. Es decir bendecir la cocina. Hasta que una noche mis abuelos escucharon nuevamente ruidos. Para eso mis abuelos se levantaron con un vaso de agua bendita y un rosario con estas armas en mano, ingresaron de inmediato a la cocina y se encontraron con un perro negro, con ojos incandescentes y patas largas mi abuelo le arrojó el agua bendita y el perro negro desapareció y en esta vez fue para siempre.

La conclusión y opinión de mis abuelos es que el agua bendita, el Santo Rosario y las oraciones, fueron las armas poderosas para ahuyentar al perro de negro.

...