EL PRINCIPE NICOLAS MAQUIAVELO
Enviado por kariinaitzel • 2 de Octubre de 2011 • 2.775 Palabras (12 Páginas) • 2.448 Visitas
RESUMEN
Capítulos I, II y III
Sobre los diferentes tipos de principados y el modo de adquirir tan notable rango.
Maquiavelo divide a los principados en dos categorías: hereditarios y nuevos. La primera clase viene de la sangre y de saberse heredero de algún reino; los principados nuevos se obtienen por vía directa de la proclamación o al añadirse un pueblo al Estado. A su vez, el autor hace notar que dichos pueblos están habituados a vivir bajo cierto régimen o libres. El nuevo príncipe pudo haber adquirido aquel nuevo reino con la ayuda de armas ajenas, propias, gracias a la suerte y en el mejor de los casos, a su valor.
Por otra parte, resulta más difícil conservar un estado nuevo que uno que goza de una tradición familiar en el poder. Un príncipe heredero deberá de ser cuidadoso en no traspasar los parámetros que ha bien funcionaron con sus antecesores y actualizar su mandato con su presente.
Con respecto al los principados mixtos o añadidos a un reino de mayor antigüedad, se apunta la facilidad de conservarse sí se habla la misma lengua y rige la misma providencia. En cambio, sí la nueva adquisición contiene algunas diferencias de lenguaje, pero semejantes costumbres, deberá extingirse al anterior linaje y no modificar, en lo posible, sus leyes e impuestos. De ésta manera, el cambio de soberano pasará casi imperceptible para los gobernados.
Pero, si el nuevo estado se diferencia en lengua, costumbres y constitución, las dificultades aumentan. Para mantener el poder, Maquiavelo sugiere que el príncipe vaya a radicar al nuevo terreno y que suprima de inmediato cualquier asomo de rebelión o descontento. Las colonias a su vez, son de mucha ayuda para mantener el orden y la vigilancia del nuevo estado adquirido. A sí mismo, el príncipe debe convertirse en jefe y protector de los reinos vecinos –sobre todo de los menos fuertes- para que a la postre, se debiliten los reinos vecinos y poderosos. Maquiavelo pone a los Romanos como ejemplo: de todas las provincias que se adueñaron, las poblaron primero con colonias, no permitieron que los reinos vecinos aumentaran su fuerza y no dejaron que alguna potencia extranjera se instale en las cercanías; sabiamente previeron que alguien poderoso, haciendo alianzas con los menos fuertes, pudiera en un momento dado convocar una rebelión y destronar al creciente imperio. El que ayuda a otro a hacerse poderoso provoca su propia ruina.
El capitulo IV es una revisión analítica de un suceso concreto que lleva al autor, a reflexionar sobre la clase de “asistentes” que un príncipe debe poseer. Los hay de dos tipos: unos que son elegidos por gracia y concesión: su probada lealtad les permite ser escuchados y aconsejan al príncipe a la hora de gobernar y otros, son los asistentes de tipo barones cuyo privilegio resulta sobre todo, del prestigio militar.
El texto, cabe mencionar, está lleno de referencias a sucesos que en ese tiempo acontecían, o de algunos años a su fecha que ilustran la tesis de Maquiavelo, la visión global de las mismas, nos ofrece una notable revisión histórica de aquella época.
El siguiente capítulo, aconseja sobre la manera de gobernar un territorio de ajenas y recientes costumbres. Maquiavelo propone arruinarlos o mudarse a dichos territorios. Así mismo, recomienda permitir o no la conservación de sus leyes previo estudio de la cantidad de enemigos que el nuevo príncipe pueda tener.
Los capítulos VI, VII y VIII hablan de las tres maneras de adquirir un principado: a) por valor y con armas propias, b) por fortuna y armas no propias y c) los que llegan por obra de sus maldades.
De los primeros, el autor advierte sobre los enemigos que tendrá al introducir las leyes que regirán su estado. Es de suponer, que aquellos beneficiados del antiguo régimen tornan perjudicados al entrar el nuevo. Por ello, la oposición es abierta y en tiempos de crisis defienden poco al sistema. El príncipe, debe mantener su carácter – demostrado de sobra pues las armas y los ejércitos usados le eran propias y tendrá el mérito de conquistar aquel territorio y sumarlo a su reino- Habrá que aclarar que también un estado es nuevo por razones internas de donde surgen caudillos que pretendan cambiar el sistema.
En el caso de aquellos que ascienden al principado gracias a la fortuna y a las armas prestadas, Maquiavelo apunta: los estados que se forman de repente no tienen las raíces que le son necesarias para consolidarse. En otras palabras, no es de buen augurio llegar a un reino en condiciones adversas. Los oportunistas que ven coronadas sus expectativas, carecen de la energía y la visión necesaria para mantener un puesto de tales dimensiones.
Finalmente, los que llegan al principado por el uso de la maldad, podrán alcanzar el dominio más nunca la gloria. Sin embargo, no resta agregar que tales hombres de viles decisiones, mantuvieron una actitud temeraria que los llevó a reunir ejércitos tras ejércitos hasta ascender a un título monárquico y lo anterior también es factible. Maquiavelo aprovecha y escribe sobre el equilibrio que debe haber durante los actos de severidad mal usados es decir, los castigos reales.
Un civil puede llegar a un principado de dos maneras; una sería por el uso de la maldad, arriba explicado, y otra por medio de la aprobación y promoción directa de sus conciudadanos. El Principado Civil es como lo llama Maquiavelo y es tema del capítulo IX. Aquí no se necesita del valor o la fortuna sino de una astuta combinación de ambos. De la misma manera, el príncipe civil debe enfrentarse a las necesidades de los grandes con el pueblo, responsable directo de su triunfo. El panorama no es fácil pues el pueblo sólo quiere no ser oprimido y los aristócratas, terratenientes o burgueses etc., no quieren hacer el trabajo del pueblo.
Sin descuidar en lo posible al pueblo, el príncipe, deberá buscar alianzas con los grandes pues son los únicos que pueden organizar una revuelta con tintes revolucionarios. Ahora bien, si el nuevo príncipe llegó al trono gracias al apoyo de los grandes, deberá de conciliares con el pueblo y buscar el afecto de sus nuevos súbditos a fin de que éstos lleguen a sentir una necesidad grandísima de su principado.
A continuación, Maquiavelo observa la manera como un reino se mide frente a los otros. Un príncipe es autosuficiente cuando tienen suficientes hombres para armar un gran ejercito capaz de intimidar a los vecinos. Cuando no es el caso, queda amurallar el reino y defenderlo. En caso de ataque, habrá de confiar en la gratitud popular hacía su rey. De ahí la importancia previa de ganarse su confianza y respeto.
¿Y cuando el principado llega de manera eclesiástica? En el capítulo XI se lee:
no
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