ENSAYO DEL LIBRO EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO
Enviado por CARLOS PINEDA VAZQUEZ • 5 de Abril de 2021 • Ensayo • 1.885 Palabras (8 Páginas) • 3.178 Visitas
CARLOS ABRAHAM PINEDA VÁZQUEZ GRUPO 4
ENSAYO DEL LIBRO EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO
Todos en algún momento o etapa de nuestro ciclo vital, nos hemos cuestionado ¿cuál es el sentido de nuestra vida?, nos encontramos ante esta gran incógnita, cuando nos ocurre alguna situación personal, familiar o social, sentimos que hemos dejado de hacer cosas, actividades, logros, caemos en un bache o percibimos que estamos estancados en nuestro desarrollo personal, académico, social o con nuestros seres queridos.
Nos hemos sentido traicionados por nuestros principios, valores, habilidades, cuando nos sentimos rebasados por nuestro contexto, situación económica, relaciones interpersonales o metas, caemos en una procrastinación que parece nunca acabar.
Este libro nos refleja más allá de una experiencia dura, aterradora y nada afable, como dejamos de percibir aquellas sensaciones, emociones, detalles que forman parte de cada uno de nosotros, como nos hundimos o evadimos nuestras responsabilidades cayendo en una zona de confort de la cual muchos no salimos o nos percatamos hasta que nos sentimos ahogados por nuestros problemas, llegando a culpar a los que nos rodean e incluso a un ser divino o destino que creemos que nos manipula o se ensaña con nosotros de manera muy personal, que todo nos ocurre sin ninguna causa aparente, simplemente como un castigo por algo que dejamos de hacer, que es consecuencia de una mala decisión, de encontrarnos en el lugar y momento equivocados o que no entendemos porque fuimos elegidos de manera unilateral ante esa situación o conflicto.
Creemos que la vida es una dulzura que nos dará todo a cambio de nada, sin que tengamos que mover un solo dedo para poder progresar, siendo que nosotros somos los únicos y principales actores de lo que nos ocurre y no entendemos que ni el contexto, ni un ser divino o el destino son los causantes de lo que pasa a nuestro alrededor.
Nos enfocamos en facilitarnos la vida a través de la tecnología, nuestro circulo social, en un consumismo carente de significado, que dejamos de percibirnos como seres humanos, con todas nuestras aptitudes, valores, sentimientos, emociones que dejamos a un lado, hasta que sentimos que no avanzamos en esta carrera de la vida.
Dejamos de ser racionales ante adversidades y situaciones desafortunadas que se nos van presentando, buscamos culpables ante lo que nos pasa, sin hacer el mínimo esfuerzo por comprender, resolver y avanzar.
Vivimos en un mundo de fantasía en donde creemos que todo lo tenemos al alcance, sin percatarnos que en cualquier momento podemos pasar por etapas duras, creemos que nuestras capacidades tienen un límite y en muchas ocasiones nos sentimos rebasados o arrasados, siendo que una de las principales cualidades del ser humano y que no nos damos a la tarea de tener presente, es que por más fuerte o grave que sean nuestros problemas o situaciones, debemos de buscarle el lado más fiable, positivo, adecuado, ese sentido de supervivencia que es nato del ser humano y que no tenemos presente hasta que es necesario.
Las experiencias y vivencias que se relatan en el libro, inicialmente las relacione con las etapas que se viven en un duelo como son:
Etapa de la negación
Cuando no aceptamos lo que nos esta ocurriendo, nos sentimos llenos de situaciones que nos rebasan, percibimos que todo nos pasa, que somos los únicos en el mundo que tenemos problemas y se nos van acumulando cada vez más, al grado de preguntarnos qué pasaría se las cosas que nos ocurren fueran diferentes, evadimos la realidad y queremos que solos, los problemas se resuelvan.
Nos sentimos rebasados o arrasados por circunstancias, problemas, situaciones que no tenemos ni la mínima idea de cómo resolverlas, incluso hasta vivir una existencia sin un sentido, que solo estamos en este plano terrenal sin un fin.
Etapa de la ira
Esta etapa nos mueve los sentimientos de rabia y resentimiento, así como la búsqueda de responsables o culpables, de lo que nos ocurre. La ira aparece ante la frustración de que la muerte es irreversible en caso de la pérdida de un ser querido, en el caso de una situación económica la ira se hace presente por no tener la solvencia para salir adelante, en las relaciones interpersonales, sentimos que todos tienen la culpa menos nosotros, de que no hay solución posible a alguna de estas cuestiones y proyectamos esa rabia hacia el entorno, incluidas otras personas allegadas.
Nos sentimos embotados, tenemos mucho ruido en nuestra cabeza y no asimilamos realmente lo que queremos.
Etapa de la negociación
En esta etapa fantaseamos con la idea de que se puede revertir o cambiar el hecho de la muerte, de la situación o acontecimiento por el que nos sentimos vacíos. Es común preguntarse ¿qué habría pasado si...? o pensar en estrategias que habrían evitado el resultado final, como ¿y si hubiera hecho esto o lo otro?, el hubiera no existe mas sin embargo no dejamos de explorar un sinfín de probabilidades, en lugar de aceptar lo que nos ocurre y pensar en soluciones reales o adaptarnos a las situaciones para poder avanzar realmente y quitarnos o aminorar la loza pesada que sentimos.
Etapa de la depresión
La tristeza profunda y la sensación de vacío son parte de esta etapa, cuyo nombre no se refiere a una depresión clínica, como un problema de salud mental, sino a un conjunto de emociones vinculadas a la tristeza naturales ante la pérdida de un ser querido o ante la creencia de la falta de capacidad de sortear nuestros problemas. Nos podemos sentir que no tenemos incentivos para continuar viviendo o confrontar lo que nos ocurre, nos llegamos a aislar de nuestro entorno y de los seres queridos, cayendo inclusive en solo dormir para evadir lo que sentimos.
Se dan de manera muy común mecanismos de defensa de los cuales muchas veces no somos conscientes de que los estamos aplicando.
Etapa de la aceptación
Una vez aceptada la pérdida, situación, momento que estamos viviendo, aprendemos a vivir con nuestro dolor emocional y comenzamos a buscar alternativas reales, en ocasiones apoyados en nuestros seres queridos y otras buscando lo que comúnmente se le denomina fuerza de la flaqueza en la que nos encontramos.
Esa fuerza de la que no éramos conscientes de tener en un principio, que no sabemos de donde sale, pero que nos ayuda a buscar la solución al conflicto que nos aqueja.
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