ENSAYO LOS CUATRO ACUERDOS
Enviado por talo2111 • 25 de Abril de 2014 • 1.716 Palabras (7 Páginas) • 336 Visitas
ENSAYO LOS CUATRO ACUERDOS
El Autor, Miguel Ruiz, empieza su obra haciendo que el lector piense lo que ha sido toda su vida, de que nacemos con la capacidad de soñar, y que es papá, mamá, la sociedad y la religión entre otros, quienes introducen en nuestra mente una serie de reglas a través de la repetición que forman nuestra propia personalidad.
Nuestros padres nos enseñan los métodos, las reglas necesarias para nuestra vida, como encajar en ella, haciendo de la misma forma como sus padres le enseñaron, asumimos estas enseñanzas sin cuestionarlas, vivimos de acuerdo a ellas aunque generalmente no las escogimos.
Es así como aprendimos cómo comportarnos en sociedad, que creer y que no creer; que es bueno y que es malo; que es bello y que es feo; que es correcto y que es incorrecto. Ya estaba todo allí. Todo el conocimiento, todos los conceptos, todas las reglas sobre la manera de comportarse en el mundo (Ruiz, 1998: 11).
Siempre prestamos atención a lo que nos decían, a los conceptos que nos inculcaban el profesor, el sacerdote, a nuestros padres, etc. adquiriendo y asumiendo como nuestros todos estos conocimientos que fueron condicionando poco a poco nuestra vida.
No tuvimos la opción de escoger quienes seriamos, ni a que religión pertenecer, ni que valores morales regirían nuestra vida, solo aceptamos aquello que la sociedad nos ha inculcado durante toda la vida; a esto el autor lo define como acuerdos. El autor intenta por medio de este libro enseñarnos que toda nuestra vida está llena de acuerdos.
Estos acuerdos los conseguimos con lo que el autor define como proceso de “la domesticación de los seres humanos” donde el niño es enseñado por cuenta de los adultos una serie de creencias que serán vitales durante el desarrollo de su personalidad tanto individual como social. Esta domesticación está basada en el sistema de recompensa y castigo, al igual que se hace con cualquier animal, si hacemos algo bueno, recibiremos algo que nos satisfacerá, pero si por lo contrario actuamos mal tendremos el rechazo, el regaño, hasta el castigo físico que poco a poco nos convertirá en un animal domestico, es decir si acatamos las creencias nos premiaran, si no lo hacemos nos castigaran. Poco a poco se inicia un miedo hacia el castigo por lo que siendo niños estamos siempre dispuestos a satisfacer a nuestros padres o adultos y recibir un buen premio, aunque en el fondo no sea nuestra propia satisfacción la que sentimos sino el deseo de tener la atención de los mayores y obtener el supuesto premio.
Tratamos entonces de encontrar nuestra propia satisfacción, por lo que hacemos, lo que sentimos o lo que pensamos, pero estamos tan inmersos en una serie de acuerdos que se nos han inculcado por siempre, que volver atrás parece imposible, pero el autor piensa que no es así, siempre y cuando reconozcamos que estamos regidos por acuerdos equivocados y lo que suponíamos eran nuestros sueños no nos gustan; que necesitamos cambiar dichos acuerdos, dejando claro estas situaciones el autor establece cuatro nuevos acuerdos que romperán los que siempre han limitado nuestra vida.
PRIMER ACUERDO
Se impecable con tus Palabras
Es un acuerdo muy importante porque es a través de las palabras expresamos todo lo que sentimos, soñamos, creemos y lo que en realidad somos; pero las palabras no son simples sonidos o símbolos escritos, son la forma como expresamos, comunicarnos, pensamos y creamos todos los actos de nuestra vida, pero hay que tener cuidado porque hay casos en el que el poder de la palabra se convierte en un medio de destrucción y esto conlleva a problemas peores, ejemplo claro el autor cita a Hitler, quien utilizo el poder de la palabra para llevar a la destrucción, a la violencia y la muerte de millones de personas. Otro caso palpable es el del pastor James Jones, quien fue capaz de persuadir a sus seguidores para cometer suicidio intencional masivo, llevando a la muerte a 913 personas. Por estas razones se puede considerar a las palabras como mágicas, el uso que se le dé sea bueno o malo depende de quién y cómo las utilice.
Con el uso de las palabras podemos ayudar a alguien, hacerlo sentir bien, transmitirle sentimientos de amor, admiración, apoyo, etc.; pero también podemos causarle mal, eliminando su autoestima, destruyendo sus esperanzas, condenarla al fracaso, etc. El autor define estas dos situaciones como magia blanca o magia negra.
Uno de los ejemplos más claros de la magia negra es el chisme, porque son puro veneno, se habla de las personas y se asegura de algunas cosas de su vida sin que sea cierto, y aunque lo fuera, las personas no tienen por qué hablar de los demás. Desafortunadamente el chisme se ha convertido en una forma de comunicación negativa y esto hace que las relaciones sociales estén basadas en mentiras y falsedades e envidias.
Por eso es importante el buen uso de las palabras, el autor establece que se debe “hablar con la verdad “, utilizarlas con cuidado para no tratar de dañar a los demás, utiliza las palabras apropiadamente, empleándolas para compartir nuestro amor, y utiliza la magia blanca
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