Ejemplo de Por Muy Mal Que Estén las cosas, siempre pueden estar peor.

Por Muy Mal Que Estén Las Cosas, Siempre Pueden Llegar a Empeorar.

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Un hombre que esté pasando por un momento en su vida donde las personas se ven atrapadas por un sistema misógino, racista, clasista y cuantas cosas más desagradables del ser humano, siempre va a creer que podrá salir de ahí. La realidad es que no.

En un conflicto bélico donde participan decenas de países y han muerto millones no cabe más que esperar que todo mejore, pero entonces lo que se obtiene es un arma destructiva capaz de destruir ciudades (y destruyó dos).

Si bien es cierto que la bomba atómica ayudó a terminar la Segunda Guerra Mundial, costó la vida de cientos de miles de personas en cuestión de instantes. Personas que, sí, estaban asustadas, pero tenían planes y sueños a futuro que se vieron destruidos en segundos.

Esto no aplica únicamente para las grandes tragedias de la historia, sino para cualquier momento de la vida de un solo individuo.

Un hombre rodeado por situaciones que empeoran cada vez más en proporciones tan asombrosas que llegan a rozar lo ridículo, lo absurdo.

Alguien cree que no hay nada peor a que la chica que le gusta lo vea únicamente como un amigo, pero cuando se dejan de hablar es cuando realmente todo empeora.

¿Y que si no le rechaza? Pues la relación amorosa podría resultar incluso peor que la relación de amistad que ya se tenía.

Cualquier cosa puede empeorar eventualmente. Las grandes crisis sociales y económicas siempre comienzan como pequeños problemas, simples disturbios o uno que otro conflicto.

Según la ley de Murphy afirma que si algo puede salir mal, es muy probable que salga mal.

También se le entiende, aunque no muy correctamente, por el hecho de que si algo puede pasar, pasará.

¿Es cierto entonces que cualquier cosa que tenga entre sus opciones de resultados el salir mal, saldrá mal?

Este enunciado refiere al hecho de que si, por ejemplo, de 15 resultados diferentes para una acción uno es cada vez peor que el otro habiendo uno que sea considerado “el bueno”, y se hacen 15 veces la acción, alguna de esas saldrá mal.

Podría sonar a trampa, quizás una persona diga que si estornuda 15 veces las 15 veces serán iguales, pero la realidad es que ninguno de esos estornudos es idénticos. Dicho así, pues, la ley de Murphy dice que cualquier error que sea posible está destinado a suceder.

Entonces, un hombre encerrado, privado de su libertad en tantos sentidos, sometido a trabajos forzados y a observar lo peor de la humanidad, ¿cómo puede empeorar su situación? En las tres fases del libro El Hombre En Busca Del Sentido del Dr. Victor Frankl se narran cosas terribles similares a lo antes mencionado.

Y reproduce el estado de ánimo general cuando por la noche, ya de vuelta a los barracones, un hombre le preguntó a otro ¿estuviste hoy contento? A lo que el otro respondió "para ser franco, no". Frankl lo explica diciendo que lo que les ocurría a los prisioneros liberados era una "despersonalización”.

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