El Genero Humano

El género humano, en su concepción compleja, comprende la triada individuo-sociedad-especie, inseparable y coproductor unos de otros. Una antropoética, una ética propiamente humana, debe contemplar al individuo en esta triple dimensión, que es la que nos hace humanos. Esta antropoética conlleva la aceptación consciente de nuestro deber de asumir la complejidad del género humano en la complejidad de nuestra era, de realizar la humanidad y de asumir nuestro destino común como humanos. La ética del género humano, al ser inseparables el individuo y la sociedad, debe enseñar la sociedad y enseñar la democracia, que permite la expresión de toda la sociedad y la guía de la sociedad por la propia sociedad.

Enseñar la democracia que controla el poder y reduce la esclavitud, la democracia alimenta la diversidad de los intereses, y el respeto de esta diversidad significa que la democracia no se puede identificar con la dictadura, la cual se basa en la mayoría sobre las minorías, el contenido ético de la democracia afecta a todos esos niveles. Pero también se debe señalar que la democracia no está exenta a sufrir procesos de regresión los cuales tienden a discriminar a los ciudadanos de las grandes decisiones políticas, los ciudadanos son rechazados de los asuntos políticos cada vez mas acaparados por los expertos (técnicos) y esto imposibilita la democratización del conocimiento.

En el bucle individuo - especie fundamenta la necesidad de enseñar la ciudadanía terrestre. La humanidad dejó de ser una noción abstracta y lejana para convertirse en algo concreto y cercano con interacciones y compromisos a escala terrestre. Debe enseñar la humanidad como conciencia común, la humanidad como realidad vital en la que todos somos ciudadanos terrestres y debemos ser solidarios y estar unidos en nuestra diferencia y en nuestra semejanza, como colectividad y como individuos, como un todo y como sus partes.

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