El Oso Y El Cazador
Enviado por enriquellobet • 16 de Noviembre de 2011 • 941 Palabras (4 Páginas) • 669 Visitas
Habia una ves un joven y apuesto chico llamado Enrique Llobet que le encantaba cazar animales para poderlos cocinarlos y despues comerselos, y tambien estaba apunto de cazarse con su novia llamada Maryan , la cual era tan hermosa y tenia unos ojos de luna.
Cierto día Enrique el cazador paso cerca del bosque de los olvidos, toda la gente de la región donde vivia, sabia que no era bueno pasar por dentro de ese bosque, porque corría el riesgo de perder su pasado, y como es bien sabido en la region, un hombre sin pasado es un hombre sin futuro.
Enrique cazaba osos ese día, y por desgracia, no había conseguido ninguna presa, era un día de otoño que refrescaba, y Enrique el cazador esperaba llevar algo de carne fresca para su casa. En verdad la necesitaba, pues dentro de unos días tendría una fiesta en la que pediría la mano de su bella prometida, Maryan la mujer de ojos de luna.
Caminaba ya de regreso a su casa, pensando en la mala fortuna que había tenido ese día, cuando, de entre el follaje mas espeso del bosque, vio moverse unas ramas de un árbol, y, cuando habia preparado su arcabuz o fusil para disparar, ante el , vio a un gran oso pardo, parado en sus patas traseras, y totalmente enfurecido.
Enrique corrió al ver tal furia en el animal, mas no le sirvió de mucho, pues el oso, apenas no había dado unas cuantas zancadas y alcanzo al cazador, ya lo había derribado de un golpe en la frente.
Inconsciente, el cazador parecía un guiñapo o un titere ante la fuerza del oso, quien lo cargo entre sus quijadas y lo llevo a su guarida.
dentro de la guarida del oso, el hombre despertó aturdido aun por el golpe, mas alegre de continuar con vida.
Más su alma se lleno de temor cuando vio de nuevo al terrible oso, quien, de una manera inimaginable, se sentó cerca de el, y viéndole fijamente a los ojos, le dijo, con voz profunda:
-¿por que buscabas mi muerte?
El cazador, atónito, trato de articular palabra, no daba crédito a lo que estaba ocurriendo, mas, sin poder expresar una sola idea por medio de su boca, saco de su bolso de municiones, un retrato de la bella mujer de ojos de luna, el oso la observo muy detenidamente, y se dijo a si mismo:
- El hombre puede ser capaz de los mas crueles actos, al mismo tiempo que de los mas sublimes, hace años un hombre parecido a ti, vino a este bosque, con la misma determinación que tu, vio a mi padre, de la misma manera que me ves tu ahora, y sin dejar que mi padre expresara un solo pensamiento, disparo.
Matando a mi viejo, dejando sola a mi madre, y llevándoselo, no nos dejo ni la mas mínima oportunidad de llorar por el en una tumba.
Hoy, tú has venido a llevarme a mí, y yo me he rebelado, porque no comprendo la necedad del hombre para acabar con todos sus hermanos. no comprendo la determinación que mueve los
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