El Primer Día De Mi Vida
Enviado por ingridmtzcoronel • 10 de Septiembre de 2014 • 832 Palabras (4 Páginas) • 218 Visitas
“El Primer Día De Mi Vida”
Hace ya algún tiempo estaba sentada en el techo de mi casa mientras me preguntaba: ¿Por qué el comienzo de mi vida tuvo que ser cuando nací? ¿Por qué no puede ser ahora que se cómo vivir?, en ese momento me decidí a “empezar” mi vida, a vivir cada día como el primero y último, a ser quien yo quisiera sin importar lo que dijeran.
Los primero días los disfrute, viví como yo quería, pero… ¿Cómo no pensé en que morir es más fácil que vivir? Cada día que vivimos nos arriesgamos a morirnos, cada momento es más difícil, cada día es más corto, y cada hora más dolorosa. Entendí que vivir no es tan fácil como parece, tienes que estudiar, trabajar y esforzarte por sobrevivir en un mundo lleno de odio, maldad y gente que intenta acabar tu historia antes de que llegues al final.
Ignorar las ofensas, comentarios y burlas de la gente es más difícil de lo que pensé, los puedes escuchar y fingir que no te importa lo que te dicen pero en el fondo todo te cala en los huesos y quieras o no guardas rencor hacia la persona que te hizo sentir mal. Con el tiempo aprendes a hacer oídos sordos y a dejar que digan lo que quieran de ti mientras tu estas ocupado sanando las heridas viejas que te hicieron hace años y poniendo escudos protectores blindados.
Todas las mañanas me levanto temprano para alistarme para ir a la escuela, me lavo la cara, me cambio, y cepillo mi cabello castaño ondulado, después, desayuno y alisto mi mochila y me veo en el espejo admirando mis ojos pequeños y cafés. Al llegar a la escuela busco a mis amigos e intento soportar la hipocresía de mis compañeros, no hay día que no me recuerden que estoy chaparrita y no hay receso que no me digan “monja” por usar mi falda arriba de la rodilla, pero yo no me quedo callada, siempre digo que mejor chaparra que ser jirafa y mejor monja que zorra. Aun así trato de comportarme y recordar que tengo que vivir cada día como si fuera el último.
Todos los días es la misma rutina, unas 4 tareas en equipo por mes, una que otra salida a pasear, unas cuantas noches con las amigas y muchos días de estrés, enojo y sentimientos encontrados, claro, no falta el día que llore sin razón o que ría sin parar, pero aun así, mi mente y cuerpo me dicen que esta vida no es vida. Cuando paso por malos o difíciles momentos me quedo parada y pienso en rendirme, en dejar de luchar, en ya no vivir más, pero luego recuerdo que rendirse no es la manera de solucionar los problemas, sino que todo momento difícil y cada error cometido se convierte en una experiencia, en una razón más para vivir.
Pero cada quien tiene sus secretos, para mí la forma de sentirme libre, libre de los problemas y las cosas que me pasan es subir al techo de mi casa y respirar profundamente el aire de mi ciudad, en ese momento olvido todo lo malo que me ha pasado y recuerdo los buenos momentos que
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