El arte de la guerra – Sun Tzu

El arte de la guerra – Sun Tzu

Sun Tzu fue un general chino que vivió en el siglo V antes de cristo. Este  el tratado más antiguo  que se conoce sobre el tema y que a pesar de su antigüedad los consejos de Sun Tzu se siguen manteniendo vigentes; este libro es el mejor que proporciona las estrategias de todos los tiempos este libro inspiro a varias personas como Napoleón, Maquiavelo, Mao Tse Tung, estos son algunos de los personajes históricos. El libro tiene una antigüedad de dos mil quinientos años.

El general Sun Tzu nos dice que debemos valorar cinco factores fundamentales y con ello hacer comparaciones entre diversas condiciones y determinar el resultado de la guerra.

Doctrina: significa aquello que hace que el pueblo este en armonía con su gobernante de modo que él le siga donde sea sin correr por cualquier peligro ni temer por su vida.

Tiempo: es el  Ying-Yang, la noche y el día, el frio y el calor, días despejados o lluviosos, y el cambio de las estaciones.

Terreno: implica la distancia y hace referencia a donde es fácil o difícil desplazarse y si es campo abierto o lugares estrechos y esto significa las posibilidades de supervivencia.

Mando: tienen como cualidades: Sabiduría, sinceridad, benevolencia, coraje y  disciplina.   

Disciplina: es comprendida como la organización del ejército, las graduaciones y rangos entre los oficiales, la regulación de las rutas de suministros y la provisión de militar al ejército.  

Aquel que los domina vence y el que no sale derrotado.

Para trazar planes deben conocer los siguientes factores:

-¿Qué dirigente es más sabio y capaz?

-¿Qué comandante posee el mayor talento?

-¿Qué ejército obtiene ventajas de la naturaleza y el terreno?

-¿En qué ejército se observan mejor las regulaciones y las instrucciones?  

-¿Qué tropas son más fuertes?

-¿Que oficiales tienen oficiales y tropas mejor preparadas?

-¿Qué ejercito administra recompensas y castigos de forma más justa?

Mediante esto uno podrá saber cuál de las dos tropas resultara victoriosa. Aquél que sigo estos consejos vencerá, aquel que ignore mi consejo ciertamente será derrotado.

El arte de la guerra se basa en el engaño, por lo tanto cuando eres competente debes mostrarte incompetente, cuando las tropas se mueven debes mostrar inactividad, la cuestión es ganar confundiéndolos. Esta es la clave para la victoria.

Las armas son instrumentos de mala suerte; empleadas por mucho tiempo producirá calamidades y como ha dicho el sabio “El que a hierro mata, a hierro muere”. Aquellos que aman pelear y así agotan a sus soldados inevitablemente perecerán

Cuando tus topas están cansadas se debilitan tus posibilidades ya aunque tengas consejeros sabios no lograras que las cosas salgan bien.

Donde hay grandes recompensas, hay hombres valientes, pero con esto no quiere decir que debes recompensar a todo el mundo o no habrá suficiente para todos, esto quiere decir que recompensas a un soldado para motivar a los demás.

Si utilizas al enemigo para derrotar al enemigo, serás poderoso en cualquier lugar a donde vayas.

Lo más importante en una operación militar  es la victoria y no la persistencia.

Por regla general es mejor conservar a un enemigo intacto que destruido, captura a sus soldados para conquistar y dominar a sus jefes. Un sabio decía “Practica las artes marciales, calcula la fuerza de tus adversarios, haz que pierdan su ánimo.

En el capitulo 3 nos hable de saber planear la ofensiva, esto debe lograrse con el menor del sacrificio del hombre, el más alto ideal es dominar al enemigo sin luchar, frustrando sus planes, desbaratando sus preparativos y minimizando sus alianzas, porque las victorias así logradas conservarán intacto al estado y aumentará su poder y su imponencia.  

Un general astuto buscará conquistar al enemigo con la mínima destrucción por ambos lados, tratando de evitar conflictos prolongados; el uso de la inteligencia militar es necesario así como que también necesaria es la autoevaluación; hay que ver hacia adentro para conocerse al cien por ciento a fin de que no hayan sorpresas desagradables tales como descubrir que nuestras estrategias son inapropiadas o que no hay entendimiento de nuestras capacidades y deficiencias.

Quien posee excelencia en la guerra puede hacerse inconquistable, pero no necesariamente puede tornar conquistable al enemigo. Sun Tzu nos dice que por el hecho de ser los mejores no significa que el enemigo ya está derrotado, sino que se deben de crear las condiciones que conduzcan a la derrota del enemigo, ya sea por medio de trampas, de tal manera que el enemigo se confíe y se convierta en presa fácil.

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