El guardían entre el centeno y la juventud
Enviado por Victoria Camarena Fiel • 31 de Enero de 2017 • Ensayo • 1.637 Palabras (7 Páginas) • 283 Visitas
El guardián entre el centeno es una novela de gran importancia literaria, se publicó en Estados Unidos en 1951, provocando numerosas controversias por su lenguaje provocador y por retratar sin reservas la sexualidad y la ansiedad adolescentes.
Como explica Robert Pujol, La novela de adolescencia, más conocida como novela de iniciación, formación, peripecia, aprendizaje o bildungsroman –Que proviene del término “bildung”, palabra alemana de doble significado de formación espiritual y física- tiene como principal propósito dejar constancia literaria el momento o los momentos de la transición de la infancia hacia la adolescencia.
Volviendo a los orígenes de la tradición Bildungsroam, El guardián entre el centeno es un libro acerca de un adolescente que trata de encontrar una forma de ser fiel a sí mismo, mientras crece en un mundo lleno de farsantes. Es así el conflicto del personaje principal de la novela, Holden Caufield, cuya nostalgia de la infancia y su deseo de no formar parte de la sociedad adulta, a la que considera deshonesta, hipócrita, y en algunos casos despreciable, hacen que el personaje se tiña de colores trágicos.
“(…)Phoebe iba ahora a ese museo los sábados igual que había ido yo. Pensé en que vería las mismas cosas que había visto yo y en que ella también sería diferente cada vez que las viera (…) ciertas cosas deberían seguir siendo como son. Deberías poder meterlas en una de esas vitrinas de cristal y dejarlas en paz. ”
Uno podría argumentar que Holden no quiere volverse un adulto porque tiene miedo de envejecer, a lo largo de la novela su personaje está rodeado por la presencia de muerte. La muerte de su hermano Allie es la que tiene más presencia, ya que es mencionada repetidamente en el transcurso de la historia. La Universidad a la que asiste fue fundada con dinero de una funeraria, y un compañero suyo se suicida mientras utilizaba su suéter.
Pero en la cita de arriba, Holden habla sobre como su hermana menor Phoebe suele ir al mismo museo al que el antes iba y que aunque la exposición es la misma, la persona es diferente cada vez que regresa a visitar la sala, el problema no es hacerse viejo, sino hacerse diferente. Antes de leer esto, pudimos haber pensado que si Holden le teme a la muerte entonces también a hacerse viejo. Pero este pasaje nos dice que no saquemos esa conclusión. Holden enfatiza que no es la edad lo que le fastidia, son los cambios que uno pasa para ser adulto. Así que está hablando más acerca de cualidades intangibles o abstractas de la juventud que de las cualidades físicas.
“(…) lo que hice fue describir el guante de béisbol de mi hermano Allie (…) era un guante para la mano izquierda porque mi hermano era zurdo. Lo bonito es que tenía poemas escritos en tinta verde en los dedos y por todas partes. Allie los escribió para tener algo que leer cuando estaba en el campo esperando. Ahora Allie está muerto. Les habría gustado conocerle.”
Holden despierta la compasión del lector porque hace del recuerdo del hermano muerto su bandera, porque desea que las cosas vuelvan a ser como antes, porque enseña a despreciar la falta de autenticidad y a mirar a las cosas pequeñas: el significado que encierra un guante de béisbol, la belleza de ver a su hermana Phoebe dando vueltas en el carrusel.
“De pronto me sentía enormemente feliz viendo a Phoebe dar vueltas y vueltas. Estuve a punto de gritar de lo feliz que me sentía, si quieren saber la verdad. No sé por qué. Solo porque estaba tan mona con su abrigo azul dando vueltas y vueltas sin parar.”
Las razón por la que Holden siente la necesidad de aferrarse a su infancia es porque la ha idealizado, es un personaje que simplemente no puede alejarse de su pasado y tiende a pasar por alto los verdaderos motivos que explican la crisis de identidad que atraviesa, y que remiten a la muerte de su hermano Allie, que solo tenía 10 años cuando falleció.
Salinger retrata en la novela el odio de Holden hacia la edad adulta de distintas maneras, pero podría decirse que la más significativa es cuando se enoja ya que alguien pintó en la pared de la escuela de su hermana “jódete” y se imagina a un pervertido entrando a la escuela de Phoebe en la noche para escribir el mensaje en la pared, cuando lo más probable es que haya sido un estudiante de la escuela. Holden, por supuesto, no puede o decide no ver esto; en su mundo, los niños son inocentes y los adultos están corrompidos.
Probablemente la parte que mejor trate este sentimiento de perversión y corrupción en el libro es cuando Holden se hospeda en un hotel, y al observar por la ventana de su habitación ve a un hombre vistiéndose de mujer, y en otra ventana a una pareja escupiéndose whisky en la cara por turnos. Aunque considera que eso es una porquería, el mismo admite que no puede dejar de mirar.
“Creo que si la chica te gusta entonces se supone que
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