El laberinto de la soledad - ENsayo
Enviado por Ale Sanchez • 26 de Octubre de 2016 • Resumen • 2.903 Palabras (12 Páginas) • 273 Visitas
El laberinto de la soledad
Octavio Paz comienza hablando sobre el adolecente y en como él mismo busca su identidad, pues a diferencia de los niños o adultos que encuentran refugio en el juego y el trabajo el adolecente no puede evitar sentirse solo y perdido, ya que en esta edad por fin es consciente de su existencia y por consecuencia se pregunta ¿Qué o quién soy? preocupados por encontrar su identidad comienzan a dudar de su propia pertenencia, el adolecente entonces es comparado con los pueblos que no se han desarrollado por completo pues estos mismos han perdido su identidad por eso es que comienzan a reflexionar sobre qué es lo que los identifica de otros y quedan inmersos en una auto-contemplación, lo que Octavio paz califica como natural pues argumenta que esta actitud es a causa de la etapa que sufrió México en la Revolución pues fue en esta donde se manifestaron diversos niveles históricos que enfrentaban el mismo presente como las diferentes razas y lenguas que marcaron la brecha de identidad.
Octavio Paz comenzó a reflexionar sobre el tema de la identidad, pues cuando él mismo radico en una ciudad de Los Ángeles observo que un millón de mexicanos que vivían en este lugar no se sentían muy orgullosos de sus raíces, pero tampoco intentaban mezclarse con los estadounidenses. Comienza a hablar de los “pachucos” bandas juveniles que generalmente pertenecen a México (en las ciudades del sur) que se identifican por su extravagante vestimenta y lenguaje , los pachucos no se sienten orgullosos de ser mexicanos y tampoco quieren mezclarse con los americano, se quieren sentir marginados que no pertenecen a ningún lugar y por consecuencia se siente libre de romper las reglas, desafiar al sistema o irritar a la sociedad, al pachuco no le importa ni se siente mal por todos estos actos banales pues él se sabe solo y solo piensa en él.
Llega entonces a la conclusión de que la falta de identidad nos hace sentir muy solos, el sentirse solo no hace que nos sintamos inferiores sino más bien nos hace sentir diferentes y por consecuencia el tener que lidiar a diario con la soledad nos hace consientes de todo lo que nos aísla y nos distingue. La historia de México no es sino una búsqueda de la identidad y del origen de todas las religiones, lengua, razas, etc. para volver al centro de la vida de dónde un día, en la conquista o en la independencia, fue desprendida nuestra identidad.
En el segundo capítulo Octavio Paz habla de que todos los mexicanos son seres cerrados y reservados, seres que siempre usan una máscara la cual les permite protegerse del mundo y de los demás. En México nos defendemos del exterior levantando la muralla de la soledad, los hombres por ejemplo usan palabras como instrumento de defensa pues todo el que es hombre según ellos no se “raja” pues la rajada es una abertura y los hombres nunca se abren pues esto es signo de cobardía, también usan el albur que es un lenguaje ingenioso con graves connotaciones sexuales que agrede, reta y demuestra un carácter cerrado frente al mundo.
El machismo en México se hace muy presente pues es el hombre símbolo de grandeza, mientras que la mujer es sumisa dado que solo es un reflejo de la voluntad y querer masculino, desde luego lo único valioso en una mujer según el hombre es su sexo, oculto y pasivo como un sol secreto, sin embargo, el hombre es consciente de que la mujer también representa la continuidad de la vida, el orden, la dulzura y el recato y es por eso que en México se respeta el concepto de madre aunque sea una rajada pues se abrió a el hombre y tal acción la hace objeto de insulto y uno de los más fuertes para los mexicanos.
Es así como el autor reflexiona sobre todas estas actitudes que toma el mexicano que por diversas que sean confirman el carácter cerrado, no solo nos defendemos y desconfiamos sino que también simulamos ser otras personas una máscara de mentiras que refleja lo que no somos pero queremos ser, de tanta falsedad hasta nosotros mismo terminamos creyendo nuestras mentiras y nos condenamos a representar una realidad ficticia, ajena a nuestra identidad.
En el tercer apartado se habla de cómo las fiestas influyen en el mexicano pues es en México donde existen un gran número de celebraciones ya sean nacionales, locales, gremiales o familiares, la gran cantidad de dinero que gastamos en tales fiestas es impresionante a pesar de que la economía es precaria. La influencia que las celebraciones tienen en el solitario mexicano son impresionantes pues es solo en ellas donde se abre y se siente libre, considera que es capaz de saltar el muro de la soledad y sobre todo en las fiestas participan y hablan con sus semejantes, el autor lo llama una operación cósmica argumentando que la experiencia del desorden reúne a todos los elementos y diversos principios que provocan un renacimiento que los libera por un instante.
Se habla de uno de los festejos más singulares que tienen los mexicanos que es el día de muertos, ya que desde hace mucho tiempo se cree que la muerte más que una desgracia es una nueva vida y que la misma vida se alimenta de la muerte. En otros países la muerte no es motivo de celebración pues más que adorarla huyen de ella no quieren mencionarla ni mucho menos pensar en ella, todo funciona como si la muerte no existiera e inventan drogas o fármacos milagrosas para evadirla, el mexicano vive con la muerte es su juguete favorito no le tienen miedo y le dedican celebraciones, poemas, canciones, etc.
En el capítulo cuarto abrimos con una dura crítica al capitalismo, sistema económico modo de producción donde la condición humana es rebajada, el hombre promedio se convierte en obrero, un trabajador mal pagado que produce mercancías que el mismo va a consumir, se disuelves en una masa y no se atreve a salir de ella pues ahora pertenece a una clase. Volviéndonos a México donde nadie se atreve a ser y todos quieren estar solos, donde esta actitud es entendible pues es producto de las condiciones sociales, demasiados fantasmas habitan México pues siempre nos han sobajado por ejemplo, en la colonia, la independencia, en las guerras contra Francia e incluso con los buenos vecinos estadounidenses nos hemos convertido en esclavos, ajenos a nuestro propio país.
De tantos abandonos y arrebatos que ha sufrido México el consuelo que nos llega como una explosión de emociones en donde desatamos toda nuestra ira acumulada llega en 15 de septiembre, el aniversario de la independencia donde celebramos y desnudamos nuestra alma, los mexicanos gritan con fervor ¡Viva México hijos de la Chingada! Frase cargada de entusiasmo y dirigida a el enemigo, pero ¿Quién es la chinada? Ante todo una madre no de carne y hueso sino más bien una mítica, es una mujer abierta, violada el resultado de la conquista y mestizaje, sin embargo los “hijos de la chingada” no son los mexicanos, son los otros los malinchistas, los que reniegan de su país y quieren pertenecer a otro.
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