El representante de la Literatura Mundial

Goethe debe ser considerado no sólo "el centro indiscutible de la literatura alemana, sino una de las figuras más versátiles de la literatura universal".Fausto fue la obra que ocupó la larga vida de Goethe. No es sólo una reelaboración de la leyenda del erudito mago medieval Johann Faust, sino una alegoría de la vida humana en todas sus ramificaciones.Para una mejor comprensión de la obra es necesario no perder de vista a los dos personajes centrales de la obra: el doctor Fausto y Mefistófeles.La obra empieza con una escena en el cielo, en la que Dios y Mefistófeles (el Diablo) apostaron a que Mefistófeles podrá sacar del buen camino al doctor Fausto, cosa que Dios no creíaposible.El doctor Fausto estaba pensando en su habitación, y su discípulo Wagner fue a buscarle para recordarle que pronto vendrán los días de fiesta, y le manifiestó sus intenciones de salir a socializar con la demás gente. Fausto y Wagner salieron al pueblo, y al rato de caminar, Fausto se sentó en una roca, y vio a un perro negro aperentemente perdido, y que se le aceraba poco a poco. Fausto se encariñó con el perro, y al encontrarlo inofensivo, decidió llevarlo a casa.Al llegar a casa este perro que Fausto recogió resultó ser Mefistófeles,... hablaron durante un buen rato sobre los placeres de la vida humana, pero luego Mefistófeles engañó a Fausto y se fue, prometiendo regresar.A su vuelta, Fausto y Mefistófeles hablaron con mayor confianza, y llegaron a un pacto. Así, Fausto aceptó dar su alma al diablo, si este era capaz de proporcionarle los más intensos placeres de la vida humana, al llegar el placer a la intensidad en la cual Fausto no podría soportarlo pudiendo hasta morir. Salieron así Fausto y Mefistófeles a su cometido, y buscaron a una vieja bruja servidora de Mefistófeles, y le pidieron que le diera a Fausto una pócima (no se aclara el efecto de la pócima en el libro, pero se deduce que es para conservar la juventud). En ese momento llegó Mefistófeles, el cual base de engaños consiguió un encuentro clandestino entre el, Margarita, Fausto y Marta. En este encuentro Fausto declaró su amor a Margarita, y esta le correspondió con el mayor sentimiento de culpa, ya que eso estaba mal visto por la sociedad de esa época. Estos encuentros se repitieron unas cuantas veces y en uno de ellos Margarita expresó a Fausto su inconformidad con Mefistófeles, ya que lo encontraba maligno y perjudicial. Algunas noches después, Fausto y Mefistófeles tuvieron una riña con Valentín, hermano de Margarita, y le dieron muerte. Margarita salió a su auxilio, y con sus últimas fuerzas Valentín maldijo a Margarita y le auguró un mal futuro. Mientras esto pasaba, Fausto Y Mefistófeles van a la noche de Walpurgis, confusa parte de la obra en la que Fausto y Mefistófeles hablan acerca de Margarita, y luego de terribles acontecimientos Fausto salió con prisa en busca de Margarita, la cual encontró en prisión. Llegaron a la

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