Ensayo De 100 años De Soledad

Dos desconocidos que están a punto de conocerse gracias a su arte

Por: Natasha Nájera

Creyendo que el horizonte es la frontera.

José de la Cuadra, el escritor de la novela Los Sangurimas nació el 3 de septiembre de 1903 y murió el 12 de febrero de 1941. Fue escritor, diplomático y abogado ecuatoriano. José de la Cuadra realizó esta novela sin saber que años después la relacionaría con la gran novela Cien años de Soledad del ganador del premio nobel Gabriel García Márquez. Gabriel García Márquez nacido el 6 de Marzo de 1927, es un escritos, cuentista, guionista, novelista y periodista colombiano muy reconocido. Fue una increíble coincidencia al ver que había más de 2 cosas parecidas la una con la otra pese a la diferencia de la época. Cada una de las novelas tiene un problema en la diferente en la historia, pero tienen acciones similares, como lo son la tiranía con las autoridades, temas religiosos, un génesis y un apocalipsis y sobre toda la extensa familia que las caracteriza a las dos. Los Sangurimas es una novela que es desenvuelta en un lugar tropical, como lo es en Cien años de soledad, habla sobre una historia con un gran problema entre y contra los mismos familiares. Las personas que deberían estar más cerca de uno, son las que más lejos están y con las que más rivalidad se tiene. Se reconoce a los dos libros ya que formaron parte del boom latinoamericano y fue muy importante para latinoamerica.

Los Sangurimas, una novela hecha en Ecuador tiene una trama muy trágica y espeluznante. Recalca la vida de los montubios en el Ecuador, muestra muchas facetas que pueden describir a un ecuatoriano en cierta forma. Cuando Don Nicasio intenta esconder a sus nietos “Los Rugeles” e intenta matar a absolutamente todos los policías rurales del lugar se muestra una gran rebeldía y tiranía antes las autoridades del lugar. Lo mismo sucede en Cien Años de Soledad cuando el Coronel tiene acciones que van en contra de la ley, siendo un Coronel, infringía todas sus propias leyes. Es ahí cuando se puede observar una de las relaciones que hay entre las dos novelas. El prepotismo es lo que hace de estas novelas interesante, ya que es emocionante ver como rompen las reglas a su manera. Las novelas son muy fuertes y directas, hacen recapacitar acerca de muchos temas tabú para la gente.

Se puede observar un padre muy católico que al mismo tiempo es algo corrupto, ya que se olvida de sus votos y comienza la relación y compromiso con sus hermanos que a los que no les importa nada el compromiso del padre con Dios. Es cuando la religión se une a esta lista de similitud entre las dos novelas. Por el otro lado, en Cien Años de Soledad se observa la religión desde un punto muy diferente. El catolicismo se hace presente por las supersticiones que se aprecian en la novela de García Márquez como lo con los espíritus y los huesos. Se relacionan ya que son actos religiosos que se encuentran en las novelas. Es increible como un tema tan complejo se lo pueda expresar de dos diferentes maneras, Solo José de la Cuadra o Gabriel García Márquez pueden lograrlo a perfección como lo visto. “Si tuviera un poco de poder, lo fusilaba sin fórmula de juicio -dijo el coronel- no por salvarme la vida, sino por ponerme en ridículo”. (Gabriel Garcia Márquez,Cien años de soledad, pág 243)

La Hondura o Macondo son dos lugares en donde existe un génesis y un apocalipsis. Es donde se desenvuelven todos los problemas, felicidades, etc. La Hondura un lugar alejado de los poderes estatales, y lo acompañan sus hijos, trabajadores incansables, abogados de costumbres extrañas, curas alcohólicos, militares que no respetan a nadie. Cada uno empieza desde ser solo matorrales hasta llegar a ser el lugar más respetado de muchos, por la gran trayectoria que tienen estos dos importantes lugares. Todos los acontecimientos más importantes de cada una de las historias son desenvueltas en estos importantes lugares como lo son “La Hondura” y “Macondo”. Es muy extraña tanta relación entre las dos novelas, de países diferentes y de autores totalmente desconocidos que gracias a estos dos grandes logros como lo son estos maravillosos libros, llegan a unirse. "Macondo era ya un pavoroso remolino de polvo y escombros centrifugado por la cólera del huracán bíblico, cuando Aureliano saltó once páginas para no perder tiempo en hechos demasiado conocidos, y empezó a descifrar el instante que estaba viviendo; descifrando a medida que lo vivía, profetizando así mismo en el acto de descifrar la última página de los pergaminos, como si estuviera viendo en su espejo hablado. Entonces dio otro salto para anticiparse a las predicciones y averiguar las fechas y las circunstancias de su muerte; sin embargo antes de llegar al verso final ya había comprendido que no saldría

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