Ensayo La Aura

Bueno, pues a todos estos elementos que hacen posible la “Aura” interesante que a mi me gustó mucho, se le llama, según la literatura, realismo mágico. Este termino no es propio de la literatura, ya que fue usado por primera vez en el año de 1925 por el critico alemán Franz Rho, quien lo aplico a una exposición de pinturas post-expresionistas. Posteriormente se reemplazo por el termino “nueva objetividad” en las artes plásticas, y esta vez la literatura se apropió de el para definir a la nueva tendencia narrativa hispanoamericana entre los años 1950 y 1970. Fue en 1955 cuando Ángel Flores, critico literario latinoamericano, se lo otorga a Jorge Luis Borges. Desde ese entonces, este concepto se asigno a la mayoría de las obras del “Boom Americano”, o sea a los numerosos escritores que se dieron a conocer tales como: Alejo Carpentier, Miguel Ángel Asturias, Julio Cortázar, García Márquez, entre otras, grandes exponentes del llamado “realismo mágico”.

Así es pues como ahora en la actualidad estudiamos los estudiantes de bachillerato, esta parte interesante de la literatura, que se diferencia de otras corrientes literarias, debido a varios aspectos. Toca pues dar paso al análisis de la obra literaria de Carlos Fuentes, “Aura” para identificar el realismo mágico que en ella se encuentra presente, a lo largo de la historia narrada en segunda persona durante toda la obra.

Aura, es una obra literaria, como ya lo había mencionado, que me gusto mucho. Dentro de la historia hay pocos personajes, unos físicamente, como Felipe Montero, Aura, Consuelo, Saga, y otros ausentes, como el general Llorente, pero presentes dentro de la trama.

Es algo confuso este libro, ya que por lo mismo que te involucra en la historia en forma de Felipe Montero, y la forma en como te lo narra te hace a veces prestar mas atención y en otras confundirte al momento de pensar que todo eso lo estas haciendo tu mismo, sin pensarlo.

Desde el momento de la forma de entrar en la casa a obscuras, al leer el periodico, entrar al cuarto de la anciana, seguir el camino a tientes ya que a dentro no hay luz y es una atmosfera de selva calida, hay cierto misterio que hace que el lector se pregunte el porque de cada elemento tan raro en la literatura de esa obra. Esos elementos son parte del realismo mágico.

Felipe Montero, el protagonista, empieza desplazándose a traves de un espacio en la ciudad de México, en un café, leyendo el periódico, para luego situarse en una calle algo desconocida y antigua a lo manejado con lo contemporáneo del periférico y la gente, la calle Donceles en donde esta la casa de la anciana con numero 815. Ahí es a donde Felipe tiene que dirigirse para encontrarse con el pasado, representado por Consuelo quien se encuentra con el presente, por que Felipe es un joven de 27 años y Consuelo una anciana, consumida por el paso de los años.

Asi pues, en la obra se aprecia como Consuelo, el pasado, se apodera de Felipe, el presente, y trata de ser ella misma el presente, a traves de su disque “sobrina” Aura, por medio de la hechiceria.

Aura una muchacha joven y bella de ojos verdes y cautivadores, que al parecer actuaba mecánicamente, y ausente de varias escenas que pasaban dentro de la casa.

El conejo, saga, es parece un elemento que sobra dentro de la historia pero si se analiza mas a fondo se puede ver que al parecer Aura se transforma en saga, por que al preguntar Felipe por saga, la anciana responde por la muchacha y a Felipe no le pareció ver a ninguna muchacha.

Al entrara al cuarto de Consuelo se imagina uno que es algo tétrico, por la oscuridad, los santos y las veladoras presentes dentro de el, mas adelante nos daremos cuenta de que todo esto se debe a que la anciana practicaba la hechiceria, tal como lo relata el general Llorente en los escritos que recibe Felipe y por lo que es contratado, para transcribirlos y corregirlos.

Esos escritos que encierran la mayor parte de la verdadera historia del pasado de Consuelo, y es como se va dando cuenta uno de varios misterios encerrados, al platicar el general, el esposo difunto de Consuelo, sobre su esposa, que era bella y de ojos verdes, tales como los de Aura, uno se va dando cuneta y relacionando a ciertas conclusiones de que Aura es Consuelo o Consuelo

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