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Ensayo: La Chica De Seda


Enviado por   •  13 de Junio de 2014  •  1.839 Palabras (8 Páginas)  •  760 Visitas

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Ensayo: La chica de seda artificial

La novela de “la chica de seda artificial” fue publicada en 1932 por Irmgard Keun a la edad de 22 años. Esta escritora tuvo éxito durante la república de Weimar; sin embargo, en el año de 1933 sus libros fueron secuestrados por los nazis. Durante los años ochenta, los alemanes redescubrieron algunas de sus obras literarias, pero, para ese tiempo, la autora de esta novela ya había fallecido (Media, 1999).

Esta obra literaria trata en contexto de una puesta en escena de la literatura alemana, en donde por una parte, Berlín aparece en la década de los años 30 como una ciudad luminosa, la cual, para esa época contaba con una gran actividad de gran metrópoli y, por la otra parte, se encuentra Doris, una joven y ansiosa mujer con deseos de vivir, conocer y salir adelante en la hermosa y heterogénea ciudad de Berlín.

Doris llega con muchos ideales a Berlín. Su principal ideal es convertirse en estrella y llevar una vida de película como lo menciona en la página 38 donde expresa “…Me convertiré en una estrella, y lo que haga entonces bien hecho estará. Nunca más deberé tener cuidado con lo que hago o digo […] Nunca más me harán daño ni me despreciarán, porque seré una estrella…”(Keun, 2004). Doris tiene esa ilusión de emprender algo fascinante en su nueva vida - como si fuera una vida de película como relata en la página 10 de la misma cita: “…deseo escribir como si todo fuera una película porque mi vida es eso y lo será todavía más…”.

En la novela, Doris es el prototipo de la nueva mujer soltera y atractiva que le gustaba arreglarse para lucir siempre bien, al punto de llegar a ser una mujer consumista y sexualmente liberada que le gustaba divertirse por la noche. Sin embargo, a pesar de tener siempre el objetivo de prosperar social y económicamente, no contaba con ningún tipo de formación académica ni ideal político.

Doris trataba de ser lo que en la época de la República de Weimar (Koch, 2004) se llamaba la “Neue Frau” (la nueva mujer). Este término se usaba en las grandes ciudades como Berlín y se refería a la mujer que tenía como objetivo cambiar con el estilo de vida tradicional de esa época. Así mismo, “la nueva mujer” pretendía que la mujer tuviera un trabajo para vivir en una sociedad con "igualdad de condiciones", pero sin impedir el deseo de casarse y lograr formar una familia.

Sin embargo, para Doris, también existieron otros factores importantes que fueron formando parte del proceso de construcción de su identidad, el más importante fue su llegada a la ciudad de Berlín, donde fue deslumbrada por la diversidad de lugares espectaculares que conformaban la metrópoli. Se puede apreciar claramente en la página 55 como Doris queda sorprendida y enamorada de esta ciudad al momento de decir “Berlín se inclinó ante mi como una colcha guateada de flores de colores vivos…” Con esta oración se puede identificar la manera en cómo Doris logra percibir el entorno que conformaba la ciudad: sus viviendas, la comida, los locales y la vida nocturna. Todos estos lugares juegan un papel significativo dentro de la nueva vida del personaje de Doris.

El lugar de Berlín, a donde llega Doris por primera vez, es la estación Friedrichstrasse, situada en el centro de la capital Berlinesa. Otro lugar sobresaliente para Doris fue el Hotel Adlon, el cual conoció al momento de ir adentrándose a la ciudad cuando un grupo de personas que estaban en espera de unos importantes políticos iban rumbo a él. Este hotel se encontraba lleno de gente y policía durante la llegada de políticos como Laval y Briand. Ella describe el hotel como (pág. 59): “Así fue mi llegada a Berlín” este hotel era muy elegante y fue donde por primera vez sintió “…una urgencia enorme de entender la política y los deseos de los estadistas…”.

La primera noche donde se hospedó Doris, fue en la casa de Marga (Margarita), quien estaba por ser madre. Ante estas circunstancias, Doris tuvo que ayudar durante la tarea difícil del nacimiento. Gracias a su ayuda, y en honor por su amable obra, a la bebe le pusieron el nombre de Doris. Posteriormente, Doris tuvo que irse a vivir a la casa de Tilli Scherer en la Munzstrasse, que estaba ubicada junto a la Alexanderplatz. Esta vivienda solamente tenía dos habitaciones y, como pago, tenía que prestar su abrigo de pieles a Tili para ir a la bolsa de trabajo.

No sólo los lugares que conformaban la ciudad de Berlín fueron parte de la nueva identidad de Doris. Algunas personas también la influyeron. Por ejemplo, se encontraba su vecino el Sr. Benner que vivía en el piso de abajo y que a causa de un accidente en la guerra quedó completamente ciego. Doris y Benner formaron una relación de amistad en donde ella aprovechó para describirle la ciudad, tal como dice en la página 78: “Yo colecciono imágenes para él. Paseo por las calles y los locales, entre la gente y las farolas. Luego intento memorizar lo que he visto y se lo cuento.” “En fin, que vivo en Berlín primero para mí y luego para Benner”.

Al leer esta novela se puede percibir que Doris en ocasiones hace un relato subjetivo de la ciudad mezclando algunos aspectos imaginarios y haciéndolos parte de una realidad ante los ojos de su amigo, en donde sólo ella conoce la verdad de lo que observa y lo que describe al Sr. Benner. Todos estos paseos

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