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Ensayo De Caja Chica


Enviado por   •  4 de Diciembre de 2012  •  2.024 Palabras (9 Páginas)  •  790 Visitas

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Tesis doctorales de Economía

HABILIDADES DE DIRECCIÓN DEL SERVIDOR PÚBLICO, EN LA FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ACATLÁN DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

Susana Delfina Bautista Alvarado

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2.3.4.2 Historia de la autonomía universitaria

En 1875 tiene lugar el primer conflicto estudiantil , con el cual se obtiene la autonomía Universitaria: Durante los meses de abril y mayo de 1875, al finalizar el gobierno del licenciado Sebastián Lerdo de Tejada, y a un año de distancia del advenimiento del general Porfirio Díaz a la presidencia de la República, se registra en la capital el primer conflicto estudiantil digno de meditación. Surge entonces, concebido y planeado por jóvenes estudiantes, el primer intento serio a favor de la autonomía universitaria, bajo la denominación de la Universidad Libre. Como ocurre con muchos acontecimientos trascendentales, el problema estudiantil de 1875 se origina en un incidente trivial. Los estudiantes de medicina se propusieron combatir el método pedagógico del eminente médico Rafael Lavista, catedrático de la Escuela de Medicina, dejando de asistir a sus clases. La dirección del plantel castigó la insubordinación expulsando a dos alumnos, cada uno de los cuales encabezaba la lista de los internos y de los externos. Un convenio posterior logró la revocación de la orden y los rebeldes volvieron a sus clases. El caso se habría cerrado entonces, de no haber mediado un acto, de represalia de los alumnos contra uno de sus compañeros que se había negado a secundarlos y había asistido a clases durante los días de la insurrección: los muebles y documentos personales del traidor fueron destruidos por los internos. Esta vez la muchachada pareció demasiado fuerte, y el director del plantel, doctor Francisco Ortega, de acuerdo con el oficial mayor de la Secretaría de Justicia e Instrucción Pública –en funciones de secretario–, licenciado José Díaz Covarrubias, ante la imposibilidad de identificar a los culpables, ordenó la expulsión de los tres primeros alumnos de la lista de internos, cuyas becas eran costeadas por el Estado. Lo arbitrario de la medida sublevó a los futuros médicos, quienes decretaron la huelga en su escuela y lograron la adhesión de los estudiantes de Derecho, de Minería y de todos los planteles de educación profesional, que entonces se denominaban comúnmente de segunda enseñanza. A la huelga general se sumaron los alumnos de la Escuela Nacional Preparatoria, todavía bajo la dirección de su fundador, don Gabino Barreda.

La Universidad libre, consistió en que los estudiantes dieran y recibieran cátedra fuera de los recintos oficiales . El Manifiesto Estudiantil de ese entonces es el siguiente :

La Asociación de Escuelas Secundarias Unidas a la Sociedad Mexicana.

Deseosos de conservar nuestra dignidad, deseosos de hacer respetar nuestros derechos.

Considerando: que hasta hoy en nada se ha tenido Nuestra libre voluntad, y que en todas las decisiones para el régimen interior de los colegios, la autoridad competente sólo ha atendido a las antiguas prácticas, funesto legado de la dominación española, hemos resuelto sacrificar carrera, fortuna, porvenir y vida si es preciso, para lograr el cumplimiento de nuestro noble propósito: por eso nos hemos constituido en huelga.

Deseosos, sin embargo, de manifestar a la sociedad que este movimiento no es el resultado de bastardas aspiraciones, no la obra de muchachos revoltosos e indisciplinados, sino el pensamiento en acción de individuos que en el estudio han aprendido a conocer sus derechos y que en su dignidad encuentran la firmeza necesaria para sostenerlos sin retroceder ante ninguna consideración y ceder ante ninguna amenaza.

Con este objeto nos hemos reunido espontáneamente, teniendo por base el respeto al orden, el amor al estudio y la abnegación para con nuestros compañeros desgraciados. Una libre universidad y una asociación de socorros mutuos son el fruto de nuestras deliberaciones. En la una el amigo dará ciencia al amigo; en la otra, el hermano menesteroso encontrará hermanos que, cariñosos, satisfagan sus necesidades y velen por su porvenir.

Por la Asociación: EI secretario primero, Francisco Frías y Camacho.

Muchos intelectuales comprendieron que la decisión estudiantil no se limitaba a la organización romántica de cursos temporales al aire libre, sino que encerraba una revolución ideológica tendente a separar la enseñanza superior y en general el ejercicio de la inteligencia de la órbita del poder público. Juan N. Mirafuentes, viejo liberal, resumió así los propósitos del movimiento estudiantil: ”no más reglamentos restrictivos; no más catedráticos de orden suprema; no más monopolio de las profesiones; no más privilegios que sofoquen el genio, y pongan el talento y la instrucción bajo el dominio de los dependientes del gobierno, en gran número habilitados de sabios por el favoritismo del poder; no más grangería de la instrucción pública; libertad para la enseñanza, honor y respeto para la inteligencia, soberanía para la razón” .

Ramón Valle decía en la Revista Universal: “Se trata de suprimir los fueros de las tinieblas; se trata de desamortizar la luz; se trata de independer la enseñanza del Estado; se trata, en fin, de una consecuencia rigurosamente lógica de nuestras creencias. Hemos conquistado los grandes principios sociales, conquistemos ahora los principios intelectuales, y consagremos nuestros esfuerzos a hacer práctica esta máxima, tal vez más fecunda que las que hasta hoy formaron nuestro credo: La enseñanza libre, en el Estado libre”.

José Martí hizo el siguiente comentario respecto al movimiento:

“No ha querido el gobierno herir este movimiento entusiasta y generoso; bien ha hecho en no provocar su debilidad, como ha hecho bien en esperar su templanza para facilitar un avenimiento… En vez de combatirla imprudentemente, el gobierno ha protegido esta exaltación de la dignidad. La ha dejado obrar y le ha procurado una solución honrosa, que tiene de respetable todo lo que tiene de parca y de tácita… El habitante de un pueblo libre debe acostumbrarse a la libertad.

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