Ensyo Del Secreto De Sus Ojos

INTRODUCCIÒN

“El Secreto de sus ojos” es una película argentina de drama-suspenso, la cual està basada en la novela La pregunta de sus ojos de Eduardo Sachen, quien escribió el guiòn junto a Campanella, el film logró ser la película argentina màs èxitosa del año 2009 y una de las màs taquilleras de la historia del cine de su país, con màs de dos millones y medio de espectadores.

A continuación se desarrollarà y explicarà el papel tan importante que ha tenido la burocracia del sistema judicial durante la trama de la película “El secreto de sus ojos” aùn y cuando no solo ha influenciado y contribuido en este filme, sino también en la vida diaria, ya que dentro de la administración pública podemos encontrar infinidad de irregularidades cometidas por los funcionarios que labora en este entorno social, es decir, el socio-polìtico que finalmente van alterando el orden social e imposibilita el lograr tener una buena administración pública.

DESARROLLO

¿Qué TAN IMPORTANTE ES LA BUROCRACIA DEL SISTEMA JUDICIAL DURANTE LA TRAMA DE LA PELICULA “EL SECRETO DE SUS OJOS”

En la trama de la película encontramos que Benjamìn Esposito, era un agente judicial retirado y que decide escribir una novela acerca de un asesinato ocurrido en 1974, en cuya investigación se había involucrado. El empieza a investigar el crimen de una joven mujer, Liliana Colotto, quien fue brutalmente asesinada y violada dentro de su casa; Esposito se encuentra con Ricardo Morales, esposo, ahora viudo, y le da la terrible noticia, por lo cual queda devastado; Esposito le promete encontrar al asesino y llevarlo ante la justicia; èste es ayudado por su asistente alcohólico, Pablo Sandoval y su jefa Irene Menèndez- Hastings, una joven de clase acomodada que es la nueva jefa del departamento. Cabe señalar que se puede ver claramente como en las oficinas de gobierno, la burocracia es lo que predomina, pues es muy notoria la parte en la que lo que menos les importa a los burócratas es resolver el artero de casos y expedientes que se encuentran en sus escritorios, ya que incluso cuando llega un nuevo caso se lo llevan casi forzando a las partes para ver quien le da el seguimiento oportuno.

Pronto, Esposito encuentra algunas pistas al mirar algunas fotos de la joven asesinada, en muchas de las fotos encuentra a un hombre identificado como Isidoro Gòmez. Esposito investiga a Gòmez, y determina que vive y trabaja en la ciudad de Buenos Aires , pero no logra localizarlo. Esposito y Sandoval entran ilegalmente en la casa de la madre de Gòmez, en Chivilcoy; y hacemos énfasis nuevamente en la manera en que ellos dos, “burócratas” utilizaron su poder para cometer “allanamiento” y no fueron sancionados de ninguna manera, màs que solo recibieron una llamada de atención por parte de sus superiores. Tras estos sucesos, la investigación del homicidio de la joven es cerrada.

Tiempo después, aproximadamente un año, Esposito logra convencer a Irene de que reabra la investigación. Peticiòn a la cual Irene accede, claro sabiendo de antemano que lo que van a hacer es completamente ilegal, ya que violaría un expediente el cual ya se había dictado una sentencia y, que como coloquialmente se dice, ya le habían dado carpetazo. Mientras tanto Sandoval hace un descubrimiento, èl se da cuenta de que Gòmez tiene una gran pasión, que es el futbol, después de ver que era un fanático, Esposito y Sandoval van a un partido en el que jugarìa su equipo favorito, con la esperanza de encontrar a Gòmez. Lo localizan entre la multitud, pero un gol repentino causa el barullo suficiente para que huya, durante la persecución Gòmez casi escapa, pero es finalmente atrapado gracias a la asistencia de la policía cuando el se mete accidentalmente en la mitad del campo de futbol. Esposito e Irene entonces lo someten a una falsa e ilegal interrogación en la oficina, en la que Irene logra que Gòmez confiese el crimen tras herir su orgullo masculino. Gòmez es juzgado y condenado, pero apenas un mes después Romano, el rival de Esposito, logra que liberen al asesino y lo contrata como sicario de la facciòn de derecha del Partido Peronista para vengarse de Esposito. Esposito e Irene tratan de revertir esto, pero la intervención de Romano no se lo permite; una vez màs podemos observar el abuso de poder por parte de las autoridades, ya que son muy prepotentes y corruptos. A Esposito le toca la parte de ir a darle la mala noticia a Morales.

Semanas después, tras una borrachera Esposito lleva a Sandoval a su casa y le pide que lo espere ahì mientras el va a buscar a su esposa, cuando Esposito regresa con la esposa de Sandoval a su casa, se encuentra con la puerta forzada y a Sandoval tiroteado y muerto en su cuarto. Esposito tras este acontecimiento tan desafortunado concluye que Romano mando asesinarlo, y que Sandoval mintió y fingió ser Esposito para salvar a su amigo.

Por tal motivo, Esposito temiendo por su vida se va de la ciudad y reside en Jujuy durante 10 años, después de este tiempo regresa a Buenos Aires para encontrar a Gòmez desaparecido, a Romano asesinado durante la dictadura de 1976 y a Irene casada y con dos hijos.

Cuando Esposito regresa busca a Morales, y se da cuenta de que se mudò en 1975 a una casa aislada en las afueras de la Provincia de Buenos Aires. Durante la visita ambos recuerdan todos los acontecimientos sucitados años atrás, Morales se enoja después de que Esposito le pregunta còmo hizo para poder vivir sin su esposa y poder sobrellevar la situación de impunidad; porque después de que Esposito se enterò que Gomèz era guardaespaldas de Isabel Peròn, a èste no se le volvió a ver.

Morales le cuenta que Esposito que èl se había encargado de secuestrar a Gòmez y matarlo de dos o tres disparos en la cajuela de su automóvil, luego de esta confesiòn, Esposito se retira de la casa de Morales, pero tras reflexionar en tantos recuerdos, detiene su auto y cae en cuenta de que lo que Morales le había contado no era cierto, ya que èl recordó la frase de que “nadie puede cambiar de pasión”. Esposito comprendìa el afán que tenía Morales de que Gòmez sufriera y pagara por lo que le había hecho a Liliana Colotto.

Cuando fue anocheciendo Esposito siguió a Morales hasta otra parte de su casa y se diò cuenta de que en un granero tenía prisionero a Gòmez, quien ya llevaba ahì dentro 25 años, durante los cuales ni una sola vez le dijo una sola palabra. Gòmez, dentro de su celda, se aproxima a Esposito, y le ruega que le pida a Morales “que le hable”. Morales, con seriedad, se limita a decirle a Esposito: “Usted dijo perpetua”, en referencia a la promesa de encarcelar lo que el último le había hecho.

De

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