Esta es la historia de un adulto mayor llamado Julio Vargas
Enviado por rafaeljio • 9 de Mayo de 2014 • 745 Palabras (3 Páginas) • 552 Visitas
Esta es la historia de un adulto mayor llamado Julio Vargas, quien despierta repentinamente en el hospital “San Juan”, con múltiples fracturas en sus piernas, cadera y muchas heridas; le espera meses de espera postrado en su camilla. Su auto del año: destrozado. El accidente automovilístico lo dejó muy mal. Está totalmente descontento con lo que le está pasando, no solo por su dolor, si no por el simple hecho de estar en un hospital público. Él es un hombre millonario, muy importante, y estar internado en ese hospital le parece repugnante, él quiere irse al Pedernal, en una visita de su abogado se lo dijo, pero no pueden trasladarlo ya que su el abogado y esposa aceptaron a que se quede allí, además no puede por sus fracturas.
Julio es un hombre muy egoísta, cree que el mundo gira en torno a él; embustero, pues tiene una amante y justo antes de su accidente tenía planeado realizar un proyecto ilícito; egocéntrico, por que por ser de tez blanca y millonario cree que es un ser superior y eso le hace ser una muy mala persona;
grosero y engreído, ya que a pesar de que el personal de el lugar lo trata muy bien, él no se contenta con nada y solo se la pasa reclamando y pidiendo cosas fuera de lugar.
Tiene una compañera de cuarto llamada Mercedes, a quien le dicen “Mechi”. Es una niña de 7 años, con los ojos más hermosos que Julio haya visto. Siempre lo cautivan. Ella tiene Leucemia linfoblástica aguda en estado avanzado. Al principio, ella le hablaba, le llenaba de preguntas y le contaba sus anécdotas, cuando el alma de su abuelito la iba a visitar mientras todos dormían. Él no le cree, la ignoraba por su complejo de superioridad y hasta a veces la rechazaba respondiéndole maleducadamente. A Mechi la visitaban, a él no, nadie, quizás sea por eso el rechazo.
Mientras eso pasaba, él meditaba todos los días, y se daba cuenta de muchas cosas. Nadie lo iba a visitar, descubrió que no tenía verdaderos amigos, esos “amigos” eran personas hipócritas que no se darían el lujo de ir a visitarlo. Su mujer y él no se querían, quizás sólo había un poco de agrado.
Había sido muy duro con su hijo que también se llamaba Julio, no tenían una buena relación y solo lo visitó una vez, y no entró a su dormitorio, sólo pregunto cómo se encontraba su padre. Nitzia, su amante, tampoco la ha visto.
Nadie se acuerda de él. Llora muchas noches. El hombre que parecía tenerlo todo no es feliz, siente un vacío existencial.
Tiene pesadillas, sueños muy tristes relacionados con su mamá y su nana cuando niño, pero en esos sueños siempre era la trama que lo abandonaban. Es en esos momentos que la Mechi va a consolarlo, acariciándole su cabello. A él le disgusta mucho que lo toquen, pero Mechi es tan tierna, viva e inocente a la vez que al anciano le termina agrando sus caricias y su presencia.
El viejo pasa muchos días allí. Mechi ya se ha convertido
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