FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA SOBRE REALIDADES EDUCATIVAS
Enviado por paticos2013 • 2 de Noviembre de 2013 • 3.822 Palabras (16 Páginas) • 301 Visitas
“El pensar en términos de figuras y escenarios nos permite a la vez distinguir y articular, multiplicando los puntos de vista, diversificando los focos, siguiendo las dinámicas relacionales, atravesando muros y fronteras instituidas por los saberes disciplinarios y conectándonos con nuestra propia experiencia viva.” Afirmación hecha por la epistemóloga Denise Najmanovich, en su artículo Epistemología y Nuevos Paradigma en Educación.
A partir de imágenes sugeridas se pretenden analizar los escenarios educativos que estas representan, pues cada una de ellas asume de alguna manera una problemática educativa tratada en el curso Epistemología y Educación.
Observando la imagen en la que el docente se encuentra en una posición reflexiva, su actitud podría estar encaminada a la preocupación sobre ¿Cuál sería la educación pertinente para un ciudadano del siglo XXI? Indudablemente el estado está comprometido en ofrecer y garantizar a los colombianos una educación que los prepare y capacite para su excelente desempeño en la vida, de manera que puedan contribuir con las competencias alcanzadas y los aprendizajes a enfrentar los retos que el mundo les ofrece.
Pero ¿cuáles son entonces esas competencias que los ciudadanos del siglo XXI Necesitan para vivir en sociedad? Esto conlleva a identificar los retos del sector educativo y sus actores par alas necesidades de formación de capital humano para la competitividad de acuerdo con los requerimientos del sector productivo.
Sin duda alguna los aspectos anteriormente mencionados servirán para fortalecer y orientar las acciones que se llevan a cabo para afianzar una educación de calidad mediante la formación por competencias específicas, que estimule la permanencia en el sistema educativo y el interés por la investigación. Una educación pertinente, innovadora y competitiva reafirma la importancia de promover la capacidad para el aprendizaje autónomo y el trabajo colaborativo, la actualización de los docentes, la necesidad formar ciudadanos con responsabilidad social y por supuesto de vincular la educación con el potencial de la diversidad regional, en la que deben ir de la mano las secretarías de educación, las instituciones y la comunidad, pues se trata de consolidar una educación que responda a las exigencias de un nuevo siglo.
Muy puntual en este sentido el aporte hecho por H. Giroux, (2003) en el que manifiesta que en lugar de aceptar el supuesto modernista de que las escuelas deben entrenar al os estudiantes para labores específicas, hoy tiene más sentido educar a los estudiantes para reflexionar de manera diferente sobre el significado del trabajo en un mundo posmoderno”.La reflexión sobre lo que vivieron loas abuelos y lo que hemos vivido a lo largo del siglo XX, tal vez es más oportuna a la hora de intentar responder sobre cuáles son los conocimientos, las habilidades, los valores y las actitudes que deben desarrollar los niños, las niñas, los jóvenes que serán los ciudadanos del siglo XXI, y cuáles son los retos que se deben asumir en el sistema educativo para la preparación de las nuevas generaciones.
La ciencia y la tecnología contribuyeron durante el Siglo XX a la configuración de una serie de cambios que afectaron el modo de vida de las personas, ampliaron la concepción de mundo y dieron paso a nuevas formas económicas basadas en el conocimiento y esto trascendió al siglo XXI, pues se logró que a partir de la educación se desarrollara en las personas la capacidad de adquirir y transformar sus conocimientos y destrezas, de potenciarla, de innovar y aplicar los conocimientos en la solución de problemas.
Desde esta perspectiva, la educación debe ofrecer las herramientas para atender la otra cara del progreso científico y tecnológico, formar ciudadanos competentes haciendo énfasis en la necesidad del aprendizaje permanente y del mejoramiento de esas competencias a lo largo de la vida para realizarlos.
Por tanto, el aprendizaje se sitúa en un espacio más amplio que el escolar, concibiendo la educación como un proceso permanente durante toda la vida. Finalizando el siglo XX Jacques Delors publica el texto “La educación encierra un tesoro” informe a la UNESCO de la comisión internacional sobre la educación para el siglo XXI, en el cual la educación se debe dirigir de manera prioritaria al desarrollo de cuatro capacidades básicas en las cuales las dos competencias generales aprender a conocer y aprender a hacer en contexto, no pueden pensarse aisladas de aprender a vivir juntos y aprender a ser.
La institución educativa debe brindar las herramientas y las oportunidades a que los estudiantes aprendan a vivir juntos, a construir consensos, a resolver los conflictos de manera concertada, a escuchar y a negociar con quien piensa de manera distinta, a reconocer la
diferencia en un mundo multicultural. La idea del desarrollo sustentable, por ejemplo se basa en poder pensar las repercusiones de nuestras acciones en una sociedad global y para las generaciones futuras.
Por otra parte cuando aprender a ser plantea como reto de la educación el ofrecer a niños, niñas y jóvenes, oportunidades posibles para el descubrimiento y la experimentación artística, estética, deportiva, científica, cultural, social, de manera que les permita conocerse a sí mismos reconocer sus potencialidades, descubrir qué desean, permitiéndoles sentirse parte del mundo.
Nos queda claro entonces que el enfoque de una educación basada en el desarrollo de competencias, ha sido una de las estrategias más eficaces para contribuir a enfrentar desde lo educativo las exigencias propias del nuevo milenio, entendidas como los conocimientos, las habilidades y los valores que se desarrollan en las personas, en la interacción con los otros, permitiéndoles enfrentar al mundo en que viven.
¿Corresponden las prácticas pedagógicas a la compleja, retadora y atractiva misión que tienen los docentes en este siglo? la segunda imagen muestra una maestra detrás de la pantalla aseverando que “es la única manera de que los chicos le presten atención”, lo cual plantea una situación problémica: Los niños prefieren la televisión, porque este ha sido su juguete fundamental, su mundo de experiencia, es el objeto ante el cual pasa la mayor parte de su tiempo, además de que es un medio que todas las clases sociales lo tienen.
Estos niños son el producto de la sociedad, de las masas, de los medios. Es a través de la televisión como el niño toma conciencia del mundo, de los otros y de sí y de sus propias necesidades, al menos en lo que se refiere a las formas del imaginario,
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