Enfoque De Competencias: ¿Desafío O Realidad Educativa?
Enviado por Noelluis • 24 de Septiembre de 2012 • 1.732 Palabras (7 Páginas) • 781 Visitas
Enfoque de Competencias: ¿Desafío o realidad educativa?
Mtro. Noel Luis Cárdenas
En la actualidad se ha desatado una gran polémica acerca de la Educación basada en Competencias que va desde considerarla como una moda más en el área educativa, hasta llegar al problema conceptual que se deriva de esta alternativa educativa. La educación ha de incorporar las competencias como una forma de responder a las necesidades de un mercado laboral, siendo uno de los mayores aportes la movilización de la información en el proceso de aprendizaje; es decir, el conocimiento aplicado en el contexto.
Las condiciones de aprendizaje que requieren los estudiantes para que logren afrontar los retos de la actual sociedad del conocimiento, ha dejado como necesidad la implementación de nuevas estrategias didácticas, en aras de afrontar esos retos sociales. En este sentido, es básico considerar que en materia de competencias, las estrategias didácticas deben de realizarse en función de las competencias a formar. Como consecuencia la UNESCO (Morín, 1999) considera la construcción de las competencias fundamentadas en los cuatro pilares básicos: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser.
Múltiples han sido las definiciones que se le ha dado a las competencias, por ejemplo, Bazdresch (2000) afirma que la adquisición de competencias implica formar capacidades como las de iniciativa, de comunicarse, de establecer relaciones estables y las de asumir riesgos y retos. Las competencias combinan los conocimientos con el comportamiento social, es algo más que habilidades, implican el dominio de procesos y métodos para aprender de la práctica, de la experiencia y de las ideas compartidas. Por su parte, Gonczi (1997) afirma que una competencia es el dominio de un conjunto de atributos (como conocimientos, valores, habilidades y actitudes) que se utilizan en combinaciones diferentes para desempeñar tareas ocupacionales.
Desde la perspectiva de Tobón (2007) afirma que todas las definiciones de competencias presentan tres elementos comunes: 1) son procesos de desempeño eficiente y de calidad en la resolución de problemas del medio laboral, 2) implican saber llevar a la práctica los conocimientos, habilidades y actitudes en función de logros previamente establecidos, mediante la resolución de diferentes problemas, y 3) son un concepto medible y evaluable.
Partiendo desde la perspectiva institucional a la que pertenezco, esta la define como un sistema de conocimientos, habilidades, actitudes y valores necesarios y suficientes para realizar una actividad específica y claramente delimitada (ITSON, 2002). En este proceso educativo, las competencias se construyen en la convergencia de los conocimientos, las habilidades y los valores, para lograr una meta que ha sido planificado y es un resultado. El resultado es el desempeño de la competencia.
Pero ante este modelo surgen diversas preguntas importantes, por ejemplo, ¿cuáles son las competencias básicas y necesarias para obtener buenos resultados en la práctica? ¿Cuáles son los beneficios y qué indicadores nos permitirán elegir las competencias que se van a construir? Y por otro lado, ¿qué papel ha de jugar el profesor dentro del aula en este nuevo modelo?, y ¿cuáles son las características que debe tener un docente?
Bueno, una Educación Basada en Competencias (EBC) sirve para que el alumno sea competente en todas y cada una de las actividades que realiza (dentro y fuera del aula). Esta afirmación -ser competente- va más allá de lo que en si el término significa, porque comprende los elementos necesarios para que el alumno se auto-determine, exprese y comunique adecuadamente; piense crítica y reflexivamente, aprenda de forma autónoma, trabaje colaborativamente y finalmente pueda participar con responsabilidad en la sociedad.
Educar bajo este modelo significa crear experiencias de aprendizaje para que los estudiantes desarrollen habilidades que les permitan movilizar, de forma integral, recursos que se consideran indispensables para realizar satisfactoriamente las actividades demandadas. Como se ha descrito, las competencias, sin duda, están vinculadas a la actividad laboral, el saber, el saber hacer y el hacer (desempeño).
Según Morín (1999) plantear un modelo de EBC no es fácil, aun más sumado a la complejidad del sistema económico actual, donde pareciera que los avances históricos, las revoluciones y las luchas por la libertad y la justicia no hubiesen dejado huella que posibiliten la transformación cultural y fortalezcan la Educación a partir de la reproducción de valores éticos y morales, con equidad y justicia.
La formación por competencias, tiene como principal contribución la búsqueda de la calidad en las escuelas, de suerte que se asegure la pertinencia y permanencia del ejercicio docente, la investigación y las actividades de extensión, las cuales pueden ser consideradas como las funciones más importantes de la educación (Ryden y Salganik, 2006). Esto significa que la escuela ha de introducir una serie de cambios que afectan no solo al aprendizaje del alumnado sino también a la forma de entender la enseñanza, de manera que ayude a dar respuesta a las demandas de la sociedad que nos y les toca vivir (Zabala y Arnau, 2007), por lo que el desarrollo de un currículo basado en competencias conlleva un modelo de trabajo que reúne la enseñanza para “saber” al saber para “actuar”, una función preparatoria para la vida, donde el docente transmisor pasa a ser un mediador, y de un aprendizaje individual a uno aprendizaje colaborativo.
Ahora bien, en el caso particular de la educación superior (ya que es mi área de trabajo), actualmente necesita de una visión renovada para su planeación, que sea congruente con las características de la sociedad de la información,
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