Frankestenstein Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Políticas

El monstruo y su lenguaje.
Leidy Camila Guzmán 3220161082
Universidad de Ibagué
Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Políticas
Programa de Psicología

Frankenstein es una novela en la que se relata la creación de una nueva vida por medio de pedazos removidos (materia orgánica ya muerta) y usando la electricidad como activador del nuevo ser. El creador de esa criatura lo denomino como un “monstruo” debido a su fealdad y decidió irresponsablemente abandonarlo empezando allí una serie de problemas y catástrofes, el monstruo narra como trabajosamente adquiere los conocimientos necesarios por medio de mecanismos de condicionamiento para aprender y comprender el lenguaje, el juego social y las reglas morales.  

Por lo anterior, la postura de Skinner llamada conducta verbal toma gran importancia en la explicación de la adquisición que el monstruo tuvo del lenguaje. Este autor intenta explicar la conducta y los fenómenos del lenguaje desde la perspectiva del condicionamiento operante, planteado una relación entre estimulo-respuesta en donde el pensamiento es la conducta misma en toda la complejidad de sus relaciones de control en términos tanto de cómo se comporta el hombre y del ambiente en el cual vive, es decir, una continuidad entre lo interno y externo (Skinner, 1957).  

 Desde un primer momento el monstruo expresaba sus sentimientos por medio de sonidos toscos e inarticulados y su mente iba obteniendo ideas más claras,  pero después de un tiempo el monstruo se refugió en un cobertizo que pertenecía a una casa humilde en donde al observar a los habitantes de está, empezó a imitar y a asociar determinadas palabras a situaciones, objetos y acciones; luego por la llegada de un nuevo integrante a la familia que desconocía el idioma natal decidieron entonces enseñárselo fue en ese momento en donde el monstruo aprovecho y fue aprendiendo del vocabulario y la gramática, es decir, por medio de su entono pudo obtener la vocalización de enunciados correctos gramaticalmente, la presencia de nuevas palabras en el vocabulario y la formulación de preguntas y respuestas.

En conclusión la imitación fue un requisito para el aprendizaje del lenguaje del monstruo, recalcando que desde el condicionamiento operante podemos encontrar una respuesta diferente al por qué de la conducta humana (pensamiento). Por ello la interacción que tuvo el monstruo entre estímulos externos específicamente entre los individuos que lo practicaban a su alrededor (el hablante, el oyente y la audiencia) se pudo observar que puede ser utilizado de forma autoclítica, es decir, como controlador de la propia conducta (Skinner, 1957).

Referencias

Skinner, B. F. (1957/1981). Conducta verbal. México: Trillas.

Shelley, W. M. (1818.). Frankenstein. España: Ediciones Mestas.

...