GLOSARIO Lectura: Los músicos de Bremen

GLOSARIO

Lectura: Los músicos de Bremen.

        Personal:

1. Algarabía: Situación tensa y/o delicada.
2. Deliberar: Acción que goza de la libertad.
3. Jadear: Manifestación de la alteración.
4. Laúd: Instrumento asemejado a la mezcla de un cuerno y una guitarra.

Enciclopedia1:

1. Algarabía: Lengua Árabe / Lengua o escritura ininteligible. / Gritería confusa.
2. Deliberar: Discurrir, resolver un asunto con premeditación. / Determinación.
3. Jadear: Respirar con dificultad por efecto de un esfuerzo físico.
4. Laúd: Instrumento de cuerda cuya caja de resonancia es cóncava y compuesta de tablillas curvas.

Bibliografía:

• ENCICLOPEDIA JUVENIL MEXIQUENSE. Gobierno del Estado de México. Compromiso, Gobierno que cumple.

ASPIRAR A HACER

7 años

        La tarde era tranquila, la intensidad de la luz del sol complementaba perfectamente la fresca brisa. La risa de los niños en el patio de la vecindad aporta a la vida de los adultos la alegría que ellos en su momento tuvieron. Luciano era uno de los infantes que se encontraban en el patio, y su entusiasmo al jugar con sus vecinos era la que más se sentía a la hora de perseguir a sus compañeros de juego.

Comenzaba a oscurecer, por lo que los padres fueron llamando uno a uno a los amigos de Luciano, hasta que éste se quedó completamente solo.

– Mañana será otro día – dijo intentando convencerse a sí mismo para no demorar más y entrar a su casa tan pronto como le fuera posible, procurando cubrir su desilusión con optimismo.

16 años

        Ya son casi las dos de la tarde, y al buen Luciano se le juntó toda la tarea, algunos exámenes y muchos proyectos. La desesperación está por nublar su juicio, pero no puede perder el control, porque si él lo pierde, entonces ¿Quién lo resuelve? Tuvo que renunciar a la entrega de algunos trabajos y un proyecto, además, se resignó a presentar un examen sin haber estudiado.

        Luciano es un alumno bastante inteligente, pero no le sirve de mucho si no lo ocupa, pues prefiere invertir su tiempo en actividades que llenen el vacío de la soledad que siente. La soledad se ha encargado de transformar al niño que llevaba dentro en un adolescente que duda si realmente lo que hacemos nos conduce a algo.

        El día de entregar las calificaciones finalmente llega, y se siente porque el ambiente es demasiado tenso: todos sentados en sus butacas pensando qué tan mal posiblemente les vaya en lugar de pensar lo mejor. El profesor comienza a dictar las calificaciones por número de lista.

        – Luciano: 10 – Dice el maestro sin mostrar emoción alguna.

        Parece que finalmente algo bueno le sucede, su esfuerzo resultó dar frutos; pero, por alguna razón no siente como que fuera un suceso que debería celebrar, principalmente porque no tiene a nadie con quien celebrarlo. Que bien que al final sí lo consiguiera, solamente debo mantenerme así -piensa-, supongo que está bien, escoger dejar las amistades un poco a un lado parece servir…, Una ola de tristeza inunda su “emoción” de haber conseguido la máxima calificación.

        – ¿Realmente lo estaré haciendo bien? – Se pregunta en voz baja. Nadie lo escucha.

        Según lo que piensa, la “excelencia” trae sacrificios, pero realmente no se da cuenta que lo que está sucediendo.

25 años

        Luciano está muy cerca de graduarse. Su arduo trabajo le ha permitido realizar su carrera y cumplir con su trabajo. Pero está demasiado desgastado, y pareciera como si el esfuerzo sobrehumano para él no tuviese fin.

        Finalmente llega la ceremonia de graduación; no obstante, para él culmina sin pena ni gloria. No consiguió tratarse bien con otros por el estrés que le ha causado desempeñar dos papeles: alumno y trabajador. Algunos compañeros lo felicitaron más por el momento que porque realmente estuvieran felices por su logro. Él intenta acercarse a sus compañeros, pero parece que tienen una fiesta pendiente, a la cual no fue invitado porque ellos consideraron que no podría asistir, pues siempre se encuentra demasiado ocupado. Su familia intenta acercársele y animarlo, a lo que Luciano responde con una sonrisa, pero no parece que realmente se sienta feliz.

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