Generación Del 37
Enviado por AbrilSol • 16 de Junio de 2014 • 1.124 Palabras (5 Páginas) • 267 Visitas
La Generación del 37, proyecto para el rescate nacional.
Luego de la Revolución de mayo, la Argentina queda inmersa en un clima de incertidumbre acerca del siguiente paso a dar para la consolidación de la patria. Los años trascurren y el proyecto de nación no pasa de ser más que eso, un proyecto. La Argentina queda varada en el incógnito de qué hacer ahora para consolidar el proceso de la independencia.
Esteban Echeverría acoge en su librería a una serie de jóvenes entusiastas pertenecientes a la elite intelectual de Buenos Aires. Jóvenes con estudios superiores y con ansias de concluir el proceso empezado por “sus padres”, con ferviente deseo por entender la condición actual de la sociedad argentina. Si bien aman la Independencia, no están de acuerdo con cómo se llevó a cabo la revolución. Dilucidarán, entonces, sobre qué es lo que le faltó a nuestro proceso de independencia para así poder, ellos, completarlo. Esta institución pretende discutir y descubrir, a la luz de textos europeos, los pasos a seguir en la futura conformación de la Nación Argentina y la emancipación absoluta del pensamiento retrógrado español. Reconocen, luego de un escrutinio del estado de las cosas en la Argentina, que nuestra patria no tiene un sistema de pensamiento propio. Con indignación Echeverría, afirmaba en su Primera Lectura:
“(…) yo busco en vano un sistema filosófico, parto de la razón argentina y no lo encuentro; busco una literatura original (…) y no la encuentro; busco una doctrina política conforme a nuestras costumbres y condiciones que sirvan de fundamento al Estado y no la encuentro. Todo el saber e Ilustración que poseemos no nos pertenece.”
Los jóvenes proponen una suerte de mirada estrábica (un ojo en Europa y el otro en la patria), absorber de los saberes europeos –principalmente Inglaterra y Francia- que estén, según su entendimiento, en situación ventajosa en cuanto al grado de civilización alcanzado. A partir de allí abocarse de lleno en la empresa de construir desde cero, sin reconocer herencia española, un sistema de ideas puramente autóctono. No replicar saberes, no “plagiar” como Sastre enuncia, sino “aclimatar” los conocimientos de las culturas más civilizadas que la nuestra.
Se proponen adoptar “Una política y legislación propias de su ser; un sistema de instrucción pública acomodado a su ser; y una literatura propia y peculiar de su ser” . Esta es la forma en que los jóvenes de la Generación del 37 entienden que la Argentina por fin alcanzará la Libertad por la que tan heroicamente luchó la generación precedente a la suya.
Los miembros del Salón Literario marcan una ruptura con la generación a la que dominan “de nuestros padres” con la cual no se identifican. Se conciben a sí mismos como los ejecutores designados –obligados por sus saberes que los capacitan y por su amor por la patria que los incita- a terminar la obra de sus predecesores. Su juvenilismo consiste precisamente en eso, en una fe ciega en ellos mismos como“(…) los encargados de investigar la forma adecuada en que nuestra civilización deba desarrollarse (…)” ; “juventud llena de ideas (…) en quien reposa toda la esperanza de la patria.” .
Entienden que sus padres fallaron en intentar construir una nación por medio de las armas. Si bien Echeverría concluye reconociendo que al menos los héroes de mayo de 1810 lograron desencadenarnos de
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