Gerente de vts
Enviado por mirigu • 6 de Septiembre de 2012 • Informe • 510 Palabras (3 Páginas) • 393 Visitas
Gerente de vts
Saber escuchar no es una cualidad fácil de alcanzar, a pesar de que todos conocemos su importancia pues deseamos de manera ardorosa ser escuchados y nos incomoda, frustra o indigna si nuestras ideas y opiniones son ignoradas o subestimadas.
Podría alguien en su más sana curiosidad, preguntarse un "para qué" escuchar a los demás. Les presento diez razones, poderosas, todas ellas beneficiosas:
1. - Para poder conocer a los demás, sus ideas, intenciones y expectativas.
2. - Para mostrar cordialidad y respeto.
3. - Para ganar la buena voluntad de los demás y acercarnos a ellos.
4. - Para poder tomar mejores decisiones con respecto a ellos.
5. - Para estimular que nos traten igual y nos escuchen cuando hablemos.
6. - Para saber los puntos de coincidencia y de divergencia.
7. - Para lograr acuerdos y desarrollar acciones conjuntas más fácilmente.
8. - Para poder influirlos positivamente.
9. - Para brindar una buena imagen
10. - Para hacerlos sentir bien.
Al sentirse escuchadas, las personas se relajan se abren y nos muestran su mundo interior, sus creencias y valores. Cuando les prestamos atención sincera, les damos una oportunidad de acercarse, de desahogare y de crear o ampliar un vínculo franco y duradero. Tener la paciencia de escuchar sin interrumpir, posibilita que el conversador atento escoja con cuidado sus palabras, ideas y planteamientos.
Lamentablemente, no somos tan buenos oyentes como podríamos serlo, pues pocas veces valoramos con justicia la importancia de saber escuchar, y no estamos entrenados en esta habilidad. Algunos de nuestros errores conversacionales más frecuentes, son:
- Brindamos poca atención a nuestros interlocutores.
- Interrumpimos repetidamente la conversación.
- Reaccionamos impulsivamente ante cualquier discrepancia.
- Tratamos temas delicados y polémicos que pueden crear enemistad.
- Desviamos la conversación hacia donde deseamos, ignorando el interés del otro.
- Mostramos con nuestro tono de voz, apatía o agresividad.
- Criticamos a personas ausentes o rechazamos opiniones que no compartimos.
Todos podríamos coincidir en afirmar que millares de relaciones afectivas y de negocios se han complicado o han fracasado, debido a que las personas involucradas no dedicaron el tiempo y el esfuerzo necesarios al desarrollo y aplicación de una escucha de calidad.
Para convertirse en un buen comunicador basándonos en el poder de escuchar, podemos implementar algunas medidas inteligentes basadas en el respeto y el sentido común, tales como:
- Valorar la capacidad de escuchar como una cualidad importante.
- Conversar de manera consciente.
- Respetar los estilos de personalidad individuales.
- Evitar la tendencia a juzgar y contradecir, a menos que
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