Gilly Hopkins

Gilly Hopkins está en camino a otro hogar en Thompson Park, con su trabajador social, la señorita Ellis. A los 11 años de edad, ha pasado ya por tres familias. Gilly es extremadamente brillante y autosuficiente, también es amarga y cínica debido a años de abandono y rechazo. Ella tiene la idea de que su madre biológica, Courtney Rutherford Hopkins, la ama y volverá a ocuparse de su hija algún día.

Al principio, Gilly detesta su nueva madre adoptiva, Maime Trotter, tanto como los anteriores. Pero Trotter se niega a ceder a las tácticas de manipulación de Gilly. Asi Gilly se dedica a la intimidación de un asustadizo niño de siete años llamado William Ernest Teague.

Gilly también debe enfrentarse a problemas con el racismo contra los afro-americanos, por tanto su maestra, la señorita Harris, y el amigo más cercano de Trotter, un hombre ciego llamado Sr. Randolph no le agradaban al comienzo.

Mientras vivía en la casa de Trotter, Gilly se mete en problemas: riñas con otros estudiantes en la escuela y dejando una tarjeta racista hecha en casa contra su maestra. Asi solo llega a entablar amistad una odiosa chica llamada Agnes Stokes.

Gilly piensa en planes para escapar al enterarse de que su madre se encuentra en San Francisco cuando Courtney le envía una tarjeta postal con una dirección. Gilly escribe una carta sobre el hogar de crianza, suplicando ser rescata.

Un día durante su visita a la biblioteca del Sr. Randolph, descubre dinero escondido en su biblioteca. Ella se las arregla para robar dinero y trata de utilizarlo para comprar un billete de autobús a San Francisco, pero es atrapada por la policía. Sólo decide regresar a la casa de Trotter cuando William Ernest suplica que vuelva a casa. A pesar de su deseo de irse, Gilly finalmente descubre que le gusta su nueva familia y hace una amistad con William Ernest, incluso empieza a enseñarle a leer y defenderse contra los agresores. En la escuela, Gilly llega a un acuerdo con Harris y comienza a sobresalir en la escuela.

Courtney recibio la carta de Gilly, y pide que el Estado renuncie a la custodia de Gilly y se la dé a su abuela biológica. Gilly pide para quedarse con Trotter, pero no lo logra y es llevada a Virginia para vivir con su abuela, Nonnie.

Gilly trata de adaptarse a su nuevo entorno y cuando se entera de que su madre se acerca a Virginia para la Navidad, se emociona porque ella cree que su sueño se está haciendo realidad. Pero Courtney llega y Gilly se hace añicos porque de inmediato se entera de que su madre no se va a quedar en Virginia o llevarla de vuelta a San Francisco, y que ni siquiera queria venir para las fiestas, y sólo accedió a visitar porque Nonnie pagó por ella. Después de llamar a Trotter por última vez, Gilly finalmente acepta su nuevo hogar. Asi con el corazón roto decide que va a hacer frente a la situación, sólo para poner a Trotter orgullosa.

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