HIPERTEXTO MADAME BOVARY
Enviado por paula_p99 • 6 de Mayo de 2017 • Trabajo • 952 Palabras (4 Páginas) • 364 Visitas
HIPERTEXTO
MADAME BOVARY
PAULA ANDREA PARRA ORTÍZ
II SEMESTRE DE MEDICINA
EXPRESIÓN ORAL Y ESCRITA
UNIVERSIDAD DEL TOLIMA
IBAGUÉ
2017
Cuando Carlos llegó a Yonville, en compañía de su esposa, se sentía satisfecho de la vida que llevaba, había logrado conseguir lo que siempre anheló: una bonita, atenta e inteligente mujer como compañera sentimental, era un médico exitoso y tenía estabilidad emocional y económica. Sin embargo, los malestares constantes que aquejaban a Emma no le dejaban estar tranquilo; días después de estar ya instalados en la nueva casa, Carlos prestó mucha atención a los síntomas de su esposa y recordó inmediatamente a su profesor de embriología, una de las primeras lecciones que tomó en la universidad, dándose cuenta de que estos coincidían con los síntomas de embarazo, altas fueron sus esperanzas a partir de este momento, añorando con ansias que sus sospechas fueran ciertas.
Empezó a estudiar a fondo todo lo relacionado con la gestación, hacía largas y profundas lecturas de los libros que había adquirido a lo largo de su vida profesional, cerciorándose de que su esposa efectivamente estuviera en cinta. Una vez estuvo seguro, rompió en llanto, lo cual inquietó a su esposa, quien se acercó a él y le dijo: -¿Está todo bien? –a lo cual él respondió: -Sí, Emma, está todo perfectamente, es que la felicidad que siento en este momento es tan inmensa que no pude controlar mi llanto. Emma, sintiéndose aun inquieta por no entender por completo a su esposo, preguntó: -¿Y qué es los que ha sucedido exactamente? –Carlos, que se limpiaba las lágrimas de las mejillas le respondió: -¡Vamos a ser padres! –su esposa se puso pálida tan pronto como escuchó la noticia, y de repente, sin aviso previo rompió ella también en llanto.
Carlos rápidamente se acercó, la abrazó y cuando trató de besarla, rechazo fue lo que recibió. Emma inmediatamente huyó de la casa, se sentía fuera de lugar, no podía creer que estuviera embarazada de un hombre que lo único que le provocaba era aburrimiento, no había forma de que aquello estuviera pasando, tenía un solo pensamiento en su cabeza y era la posibilidad de que el niño que llevaba en su vientre no fuera de Carlos. Recordó entonces una de las tantas noches que había escapado a hurtadillas de casa para encontrarse con su amante, el vizconde, a quien conoció en el baile y de quien quedó completamente encantada, este la esperaba siempre en una granja cercana a su antigua casa, junto con su carricoche, para llevarla al lugar secreto de los dos, beber vino y regresarla de nuevo antes del amanecer, pasando desapercibida su ausencia en casa.
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