Hay un instante - Guillermo Valencia

        El documento aqui presentado es un poema de Guillermo Valencia, poeta y politico colombiano del siglo XX considerado como pionero del modernismo en su pais , que se titula «Hay un instante». Se inscribe este poema como verdadera demostracion de la expresion modernista. Como movimiento, caracteristico de los anos 1880 y que se extendio sobre todo el siglo XX, el modernismo se desarollo fundamentalmente en el ambito de la poesia. Caracterizandose por una ambigua rebeldia creativa, un esfuerzo de renovacion sobre todo en lo que concierne la estetica del lenguaje y un marcado anticonformismo. Exalta para los poetas como una liberacion de su arte que rompe con una tradicion: ya la estetica se define mas por lo que es digno de ser mirado. Exaltan las fuerzas interiores del poeta, teniendo una mirada sobre qualquier cosa que compone el mundo. Todo puede ser sujeto poetico. Algo comun, de la vida cotidiana puede ser objeto de sensacion. Es mas como una sublimacion que tiene en cuenta, el presente, lo que es real y en lo real, resaltan la belleza.

«Hay un instante...» es un poema que se compone de seis cuartetos de eneasilabos de versos libres.

Se trata de un poema descriptivo en que recurriendo a su imaginacion el poeta confronta su mirada al mundo, y pinto al lector la vision de un hecho momentaneo: el crepusculo, como si se tratara de un cuadro.

Asi el poema puede ser dividido en dos partes. La primera del primero verso hasta el verso 16 que coresponde a la descripcion que nos hace la voz poetica del crepusculo y la segunda del verso 17 hasta el fin en que aparece un «yo» poetico.

        Desde la primera estrofa la voz poetica, nos abre los ojos hacia una realidad más intensa que la anodina realidad de todos los días. Pone de relieve desde su primero verso el sujeto de su pasion «un instante del crepusculo» y gracias a un encabalgamiento va a completar su presentacion dando la razon de este resentimiento en cuanto al crepusculo: la belleza de las cosas. El crepusculo, se asemeja aqui a la revelacion repentina de toda la belleza dominante y escondida v.2«Las cosas brillan mas». La voz poetica sigue describiendo la impresion psicologica que le da este momento. Un momento que parece producir en ella una sensacion exitante, agradable v.3 «momento palpitante» pero un momento que se caracterisa por su efemeridad lo que es reforzado por el adjectivo «fugaz» calificando el momento. El encabalgamiento entre el verso 3 y 4 traduce una relacion de causa-efecto ademas de la rapidez de su placer. Hace resaltar un indudable oxymoro entre sentimientos contrarios «momento palpitante» v.3 y «morosa intensidad» v.4. Después de la felicidad viene la tristeza pero la tristeza como nostalgia de la sensacion de belleza extrema.

        A partir de la segunda estrofa, la voz poetica entra en una descripcion de  las cosas, objetos y lugares como si en el crepusculo cada elementos se tornaran de diferentes formas y maneras. Se observan detalles que durante el dia o la noche no son evidentes. En tres etapas de descripcion va a recurrir a différentes cuerpos como para afectar la totalidad de lo que constituye el mundo. Lo natural con «los ramajes» v.5, lo artificial, fabricado por la mano del hombre con «las torres» v.6 y el ser vivo con «el ave» v.7. En el crepusculo, los contornos se perciben mejor «aterciopelan» v.5 «pulen» v.6, «burila» v.7 y por  eso, el mundo es mejor definido por lo que le rodea. La voz poetica quiere ver la autenticidad del detalle que define cada elemento del mundo. Enumera estos elementos empezando por lo que se encuentra mas bajo, mas cerca de la tierra hasta lo mas elevado. Es lo que traduce el encabalgamiento entre los versos 7 y 8: su movimiento de cabeza, su procedimiento para observar, que le conduce hasta el objeto directo de su pasion: el crepusculo que designa por metafora como «plafondo de zafir» v.8. La posibilidad de la distincion de todos los contornos, y el color del zaphir, surgiere todo un cromatismo que puede acompanar el paisaje ofrecido por el crepusculo.

        En la tercera estrofa, los encabalgamientos entre los versos 9 y 10 y los versos 11 y 12 surgieren un paralelismo de construcion. Los versos 9 y 10 forman parte del mismo conjunto: el dia que acaba. Se destaca una personificacion de la tarde a quien la voz poetica atribuye la capacidad de concentracion v.9 «Muda la tarde, se concentra». Con «el olvido de la luz»v.siguiente la voz poetica remite al fin del dia. El termino de «luz» se refiere a la luz producida por el sol, el sol como caracteristica del dia y la eleccion del termino de «olvido», a la llegada de un sentimiento nostalgico producido por la llegada de la noche. A esos versos se oponen los dos siguientes que forman otro conjunto, marcados por la transicion siguiente: una coma al final del v.10 y la conjuncion de cordinacion «y» al principio del v.11. El dia se va poco a poco. Después del olvido, se trata de la penetracion de «un don suave»v.11 que hace referencia a la llegada de la oscuridad. La noche parece invadida por un silencio profundo «quietud» v.12 que la voz poetica traduce como sentimiento de tisteza que remite a la nostalgia de la belleza intensa ya partida para dar lugar a un brusco momento de nada, de vacio. Fin del dia contra principio de la noche. Con la sensacion de este silencio impuesto por la llegada de la noche, se puede entender una voluntad del poeta tras haber relatato algo de visual en la estrofa anterior, de reccurir aqui al sentido auditivo. Quiere afectar en su descripcion de sensaciones los sentidos humanos como medio para mejor afectar la capacidad de interpretacion del lector y asi darle la representacion que quiere que tenga.

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