Interrelacion Entre El Rol Del Docente Como Promotor Social Y El Proceso De Integracion Escuela-comunidad

Republica Bolivariana de Venezuela

Universidad Pedagógica Experimental Libertador

(UPEL)

Maracay, Estado Aragua

INTERRELACION ENTRE EL ROL DEL DOCENTE COMO PROMOTOR SOCIAL Y EL PROCESO DE INTEGRACION ESCUELA-COMUNIDAD

Autor: Rosario Durán

C.I: 5.267.390

Maracay 28, de enero de 2013

CAPITULO I

Planteamiento del Problema

La crisis que vive Venezuela exige la participación de todas las fuerzas vivas que la integran para lograr el fortalecimiento y desarrolle nacional. De allí el rol protagónico de la educación, pues solo a través de esta se puede lograr que los habitantes reconozcan su responsabilidad individual y colectiva, que participen en la búsqueda de soluciones a los problemas que confrontan las comunidades.

A la educación le corresponde la responsabilidad de la construcción de una sociedad más democrática y participativa, con hombres y mujeres caracterizados por poseer valores que les permitan convivir libre y democráticamente. De allí que la escuela tiene la misión de orientar su funcionamiento al logro de la participación de integración de la comunidad, ella debe promover la participación social para que los ciudadanos puedan concientizar la realidad en la cual viven, desarrollen sus capacidades personales y colectivas y se organicen para transformar la sociedad.

Al respecto, prieto (citado por Albornoz, 1986) indica: “…un hombre en la sociedad contemporánea debe tener sentido crítico para saber hasta dónde llega el uso de su capacidad para el servicio de los intereses de la comunidad y para la convivencia con los demás seres humanos”. (p.7). lo expresado por el autor evidencia que los cambios educativos se lograran a través de la participación efectiva de los actores escolares, quienes deben interactuar cohesionada mente para afrontar los problemas de la población que convive en un espacio determinado, por ello la importancia de la integración de la comunidad. De allí, que desde la escuela se deban promover nuevas actitudes en pro de la participación social, porque a pesar de las diferencias individuales, regionales y religiosas, los hombres y mujeres que conviven en una comunidad tienen problemas comunes que deben resolver juntos y el docente como líder orientar e impulsar la búsqueda de soluciones.

Es así, que en la medida que la escuela promueva la participación y la cooperación de todos los sectores de la sociedad, esta comenzara a transformarse.

La escuela debe ser activa, abierta a la participación e integración de sus miembros, ella debe dejar de ser pasiva, como cita Pérez (1994) “la escuela se ha constituido como una larguísima carrera de obstáculos, que mas allá del título no lleva a ninguna parte” (p.21). El rol de la escuela actual es contrario a lo planteado en la Ley Orgánica de Educación (1980) artículo 4 el cual reza:

La educación como medio de mejoramiento de la comunidad y factor primordial del desarrollo nacional, es un servicio público prestado por el estado o impartido por particulares dentro de los principios y normas establecidos en la ley, bajo la suprema inspección y vigilancia de aquel y con su estimulo moral y material. La participación de los individuos en la tarea educativa y en las labores de la comunidad local, conlleva a un proceso continuo y ascendente que garantiza la participación y la integración de la comunidad con su escuela (p.7).

Destaca el artículo 4, la tarea educativa en la labor de la comunidad, su integración con la escuela, así como describe este artículo y hace énfasis en el rol de agente de cambio que debe cumplir el docente en la sociedad. El deber ser un promotor de la integración escuela-comunidad, debe invitar y participar la participación, el debe orientar a la comunidad donde esta inserta la escuela en la búsqueda de soluciones a los problemas que aquejan al niño y mina a la comunidad donde está la escuela, estimular el debate y propiciar el intercambio de opiniones, pero la realidad es otra, dado que existe una separación entre las escuelas y sus comunidades como afirma Álvarez (1998).

A pesar de la orientación, la separación entre la escuela y su comunidad ha traído como consecuencia el desequilibrio social, dado que la escuela echa al párvulo a la calle, los expulsa limitado su futuro y el maestro se ha convertido en el gran juez que juzga y castiga con el abandono del niño a su suerte en la localidad donde viven…el docente no es un promotor social sino un detractor de niños y niñas, quienes en muchos casos se convierten en entes sociales de ambulantes, sin valores y sin motivación, porque quien podía cambiar su

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