JORNADA DE ERRORES MÉDICOS de Rafael Olivera Figueroa

JORNADA DE ERRORES MÉDICOS

Se encuentra el médico y senador Erasmo Vidal fumando un cigarro en su despacho cuando recuerda a sus doce compañeros de la carrera y como en un día de parranda, entraron a un restaurante donde encontraron al diputado de Hidalgo que al verlos entrar los llamo ‘’Los doce apóstoles’’ con quien al final del día compartieron un cena y bebidas.
Al siguiente día, cada integrante de los amigos, empezó a obtener un personaje.

Y realizaron una última cena para celebrar el recibimiento profesional en el hospital Juárez, la cena transcurrió con felicidad y entusiasmo, brindaron por los factores de la amistad que los unían: compresión, cariño y estudio.

Al finalizar esta reunión en su bella juventud, Erasmo Vidal les pide a sus compañeros que se reúnan dentro de 20 años en un Hotel del puerto de Acapulco.

Después de recordar esos buenos momentos con sus compañeros; a cinco días de la esperada reunión, se planeó meticulosamente la cena.

 El 17 de agosto los Apóstoles fueron citados a las 9:00  pm en el Salón Rojo, donde cada uno fue tomando asiento en completa oscuridad. Al hacerse la luz las sorpresas y entusiasmo por el esperado reencuentro llenaron la habitación.

Empezó la plática en donde cada uno iba a relatar cual ha sido su mayor fracaso o error en los últimos 20 años, a lo cual uno comento que sería algo muy masoquista e interesante.  

Capítulo 1
El ginecólogo 

Inicia con la trágica historia del ginecólogo Gerlado Alpe, quien reconoce a sus desaciertos y se enfrenta a ellos.

Relata el caso de una paciente a la cual sin explorarla, solo con la información que fue dada en el interrogatorio, dio por diagnostico un tumor en el útero. La paciente se quejaba de dolor y solo pedía ser operada, el doctor pidió una radiografía pero el aparato no servía.

Fue sometida a cirugía, donde lamentablemente se dieron cuenta que no era un tumor, sino que estaba embarazada, y el producto murió a causa de esta enseñanza.
Sin embargo nos deja algo muy claro para el futuro: NO apresurarse a dar diagnósticos sin haber antes agotado todos los estudios posibles, ya que por no haber hecho procedimientos de rutina como es una adecuada exploración.

Capítulo 2
El pediatra

EL pediatra Felipe Orzuela, atiende a un pequeño acompañado de su madre, la cual comenta que distintos médicos le diagnosticaron al niño un ganglio infartado y que se quejaba de mucho dolor.

El medico sin ser un cirujano, ordena realizar el procedimiento quirúrgico para la resección de ese ganglio. Por lo que se apresuró a realizar una técnica de asepsia y antisepsia correctamente, después realizó la incisión, de la cual empezó a salir un líquido café pastoso con olor a cavidad intestinal, por lo que se dio cuenta que había perforado una asa intestinal protruida.

Por lo que el medico corrió a urgencia con el pequeño para así poder salvarlo y así fue.

El doctor reconoció que no puede atender a todas las urgencias que se presenten y mucho menos sin tener lo conocimientos adecuados adquiridos en cada especialidad, y también a no dejarse guiar por diagnósticos de otros compañeros médicos y realizar nuestro propio diagnostico con la clínica aprendida.

Capítulo 3
El cirujano plástico

El cirujano plástico Arnulfo Lagos, tuvo una experiencia horrible al realizar un estiramiento de la piel de la cara a un artista de cine.

En el procedimiento quirúrgico el cirujano accidentalmente corto una de las ramas del nervio trigémino provocando parálisis facial. Terminando el procedimiento el doctor le comenta al paciente lo sucedido a lo que el paciente lo tomo de una manera muy tranquila y no hizo cualquier altercado, tiempo más tarde apareció su esposa la cual le explico al doctor que al artista le habían diagnosticado cáncer de recto, el cual tenía los días contados y que solo quería verse más joven antes de morir en ese momento el doctor regreso al cuarto donde se encontraba el paciente con la sorpresa que se había suicidado al dispararse con una pistola.

Capítulo 4
El cirujano general 

El doctor  Adán Calzada cirujano general, atiende el caso de un paciente que llego al consultorio con su urografía, al observarla encuentra que el riñón ya no sirve, debían de extirpárselo con urgencia por posible diagnóstico de cáncer. El doctor realizo la cirugía del retiro del riñón y dejo que los practicantes procedieran a cerrar la incisión.

Al día siguiente un doctor llego con Adán, diciéndole que el paciente estaba mal porque no había orinado; presentaba uremia y el paciente se encontraba inconsciente. Y el riñón que había extirpado no se encontró nada patológico, al escuchar eso el doctor Adán se dio cuenta del  gran error que cometió fue que extrajo el riñón equivocado y el paciente seguía con el riñón dañado.
Lo que lo llevo a la muerte al tercer día.

Capítulo 5
El gastroenterólogo

El doctor Juan Sortres relata el caso de un paciente que se encontraba preso que era primo de uno de sus viejos amigos de la infancia, el médico del penal refería que se trataba de una litiasis biliar. Ya en la operación el doctor se percató que el apéndice se encontraba un poco inflamado lo cual no era el origen de peritonitis lo que lo llevo a buscar la vesícula biliar la cual estaba sumamente inflamada lo que llevo a disecarla pero al momento de cortar confundió los elementos anatómicos y corto el colédoco el conducto que lleva toda la bilis al intestino, ya un poco calmado decidió meter la una sonda al hepático, después de haberle extirpado la vesícula y el otro extremo lo introdujo a lo que quedaba del colédoco, pero en eso una capa de pus invadió la zona que estaba reparando; ya que se había generado un absceso hepático. En ese momento se dio cuenta que no se trataba de una apendicitis ni litiasis biliar, sino un absceso hepático, lo que después la operación lo dejo en la sala intensiva en la cual ordeno los mejores cuidados pero al tercer día le dieron la noticia de había muerto.

Capítulo 6
Médico de Urgencias

El discípulo del doctor Luis Dondé relata su caso más terrible, ocurrió una noche en urgencias cuando llego una joven de dieciocho años que agonizaba en un cuarto de un hotel debido a que le practicaron un aborto clandestino; presentaba una hemorragia muy grave.
Al ver tal estado fue llevada de urgencia a quirófano, realizo la adecuada limpieza del útero y al jalar lo que creyó era el cordón umbical, se quedó inmóvil porque lo que había jalado era el intestino delgado de la enferma dándose cuenta que el útero se encontraba perforado, tuvo que realizar otra cirugía para corregir el error que había cometido.

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