LA CUIDAD Y LOS PERROS
Enviado por Jhosep147 • 1 de Julio de 2014 • 5.595 Palabras (23 Páginas) • 311 Visitas
INTRODUCCIÓN
La ciudad y los perros, publicada por primera vez en 1962, cuenta la historia de dos despertares: Alberto, cadete del colegio Leoncio Prado y del teniente Gamboa. La acción sucede en la ciudad y en los interiores del colegio. La narración va cambiando de voces y de tiempos por lo que el lector reconstruye por si mismo los hechos ocurridos y por ocurrir. Su eficaz reconstrucción de un internado, así como la descripción de familias disfuncionales, son una muestra de la habilidad del escritor para dar contextos a la historia. Los deberes militares que se instruyen, son el punto de partida que utiliza el autor para cuestionar los numerosos mitos del macho latinoamericano. ¿La educación en un colegio militar garantiza los hombres que el país -Perú en éste caso- necesita? ¿La disciplina produce el orden y el orden cultiva la paz? ¿Nace el hombre para ser educado? O es sólo una etapa transitoria en la vida del individuo.
RESUMEN
Primera parte: En el colegio militar Leoncio Prado, dos cadetes se pasan las respuestas de un examen. Se les conoce como Jaguar y Cava. La narración se sitúa ahora en el pasado y de aquí en adelante, se combinarán alternándose una por otra. Ricardo, un niño que supone a su padre muerto, recibe la noticia de la existencia de éste y la pronta reconciliación y mudanza hacía la capital Lima. Ricardo se siente entusiasmado pero al verlo de frente y besarse con su madre, experimenta sentimientos ambiguos hacia aquella persona. El cadete Alberto, es sorprendido fuera de su puesto transitorio de imaginaria vigilante de la zona. Alberto, perteneciente al quinto grado, se disculpa diciendo que se encuentra enfermo. El teniente lo regaña. Alberto camina frente a la estatua de Leoncio Prado, prócer de la lucha por la libertad del Perú. Durante otro examen, el Jaguar corre la voz de poseer varias copias del mismo. Alberto le pide una. Alberto es conocido por todos como el poeta, escribe cartas y novelitas eróticas a cambio de cigarros o dinero. Su amigo recibe el mote del esclavo pues todos se burlan de él. Incluyendo al propio Alberto. Una vez instalado en su nueva casa, el niño Alberto, se hace amiguito del Pluto, el Tico y algunos más. Sus padres comienzan a pelear. Los cadetes, Boa, Rulos y Jaguar, se cogen a una gallina que posteriormente cocinan y comen.
El Jaguar es el que sobresale de todos, humilla a sus compañeros y forma junto con la Boa, y el Rulos una asociación secreta conocida como el Círculo. El esclavo es el blanco principal de todos. Su condición sensible y su apariencia desprotegida, no le ayudan en nada.
Las jerarquías entre el alumnado se respiran desde el primer ingreso. Los perros sufren las burlas de los alumnos más avanzados. Un acordeón es pasado a Alberto, pero es sorprendido por el teniente Gamboa. Al preguntar quién es el responsable, es respondido por el cadete Ricardo Arana, el esclavo, quien recibe un castigo.
Un narrador platica su amistad con Teresa; juntos hacen la tarea. El narrador tiene un amigo, el flaco Higueras que fue amigo de su hermano y que le invita cigarrillos o bebidas de vez en cuando. Alberto era el líder de la pandilla y dirigía a todo mundo. Sus andanzas por la playa y que fumaban a escondidas era de todos conocida. Boa toma la narración y regresamos al colegio. Una competencia de estiro de soga enfrenta a dos grupos de muchachos. El primer asalto es ganado por el grupo comandado por Jaguar. El segundo por el contrario. Boa cuenta que en el tercer asalto sucede una riña y de lo nervioso que estaba pues entre los asistentes que contemplaban el juego se encontraban militares de alto rango. Los muchachos se pelearon verbalmente y a golpes importándoles poco su auditorio. Los oficiales sintieron que todo estaba fuera de límites y comenzaron a dar de latigazos a los peleadores. Algunos militares que no pertenecían al colegio se sumaron también a la golpiza contra los revoltosos. La narración del Boa se dirige todo el tiempo a una perra callejera que se había instalado en el colegio a cual llama La Malpapeada.
Ricardo no le ocultaba a su madre el malestar que le provocaba las actitudes de macho de su padre. En efecto, la madre tenía que soportar sus conocidas infidelidades y el constante reclamo de que no educó bien al niño ya que lo considera demasiado amanerado para ser hombrecito. Una noche, Ricardo es despertado por gritos de su madre y al acudir a su cuarto, encontró a su padre golpeándola sin piedad. El niño fue también lesionado.
Alberto ingresa interno al colegio Leoncio Prado. Piensa en el cambió radical que tuvo su madre desde el día que su padre los abandonó. Una mujer solitaria, beata y chantajista pues cómo nunca ve a su hijo, siempre le reclama cuando sale a la calle y por el poco tiempo que pasa con ella. Alberto prefiere estar dentro del colegio que con su aprensiva y desdichada madre.
Teresa; quién tiene 17 años -en esta historia- es invitada por el cadete Ricardo Arana al cine. Teresa vive con su tía quién constantemente le recuerda el enorme favor que le hizo al recogerla cuándo su hermana no la quiso.
Alberto se despide de su madre justo en el momento que llega su padre. El hombre, insiste en ayudar a su ex mujer, pero ella no le perdona sus infidelidades. Alberto se siente en medio de dos personas que quiere, pero cuyos intereses lo confunden. Sale aliviado de la improvisada reunión familiar.
Teresa pide permiso a una amiga de bañarse pues, le cuenta emocionada, tiene cita con un muchacho para ir al cine. Alberto llega a casa de Teresa con un mensaje de parte de Ricardo Arana. No podrá acudir a la cita pues se encuentra castigado. Los jóvenes se simpatizan. Alberto invita a Teresa al día siguiente al cine y ella acepta. De regreso a casa de su madre, Alberto es recibido entre sollozos y quejas. Al entrar a su cuarto encuentra sobre la cama dinero que su padre le dejó. Durante la función, Alberto recuerda que no fue con la pies dorados y que no ira próximamente. La pies dorados, es una prostituta que frecuentan él y varios cadetes como el Jaguar, la Boa, Arróspide etc. De regreso al colegio, Alberto es avisado que se descubrió el robo de un examen y que los internos de la sección a la que pertenece serán consignados hasta que se sepa quien fue el ladrón. Esto quiere decir, que se suspenden sus días de descanso.
La narración retrocede y el narrador cuenta el terrible trance que significó acercarse a Teresa. Cierto día, el narrador le pide dinero al flaco Higueras y va a la salida de su colegio a esperarla. Un amor escondido busca salida. A Teresa le da gusto la visita.
Los domingos es día de misa. El sacerdote es patriota y habla de los mártires como soldados y del ejercito como el sacerdocio. Prácticamente, todos lo habían visto de noche, por las zonas de tolerancia de la ciudad, paseándose
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