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LA FORMACIÓN DOCENTE


Enviado por   •  13 de Diciembre de 2014  •  2.245 Palabras (9 Páginas)  •  182 Visitas

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LA FORMACIÓN DOCENTE: Robert Pérez López

La formación docente es un importante peldaño para obtener prácticas educativas eficientes y con altos niveles de calidad; de ella depende significativamente el éxito o fracaso que en materia de educación puede tener un país. Sin embargo, cabe destacar que quienes no han tenido una buena formación en la base escolar, en la mayoría de los casos, tampoco la han tenido en su formación como profesores, pues “el nivel educativo como ingresa un estudiante se reproduce al momento de egresar como profesional”. Esto obliga a que el sistema educativo en la República Dominicana, esté pasando al presente, por un proceso de mutación de carácter significativo y que afecta directamente la realidad de la formación docente en este país. Este proceso de cambio es el producto de las políticas de estado que está llevado a cabo el gobierno del presidente Danilo Medina Sánchez. Hoy, como nunca, el sector cuenta con los recursos suficientes como para romper con los viejos paradigmas y prácticas obsoletas en materia de educación; a esto también se suma, la indiscutible disposición del cuerpo docente en cuanto a capacitarse en sus respectivas áreas para así contribuir a construir una mejor educación y, por consiguiente, una mejor sociedad.

Los profesionales de la educación tienen claro que deben estar sumergidos en un proceso de formación constante, que provea las competencias necesarias de acuerdo a las nuevas exigencias de una sociedad cambiante. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados a nivel oficial para la titulación de los y las docentes de la República Dominicana y de cursos de formación continua, la realidad es que han tenido muy poco impacto en las prácticas docentes y, por tanto, en la calidad de los aprendizajes de los sujetos. Los resultados de las pruebas nacionales y los estudios internacionales nos colocan en los últimos lugares entre los países de la región. En efecto, de acuerdo con el Informe de Progreso Educativo 2010, “Republica Dominicana es uno de los países con el peor desempeño estudiantil” PREAL (2010).

La sociedad dominicana tiene una lánguida percepción sobre la profesión docente; no obstante, dado que dicha carrera tiene tanta trascendencia en la vida de los educadores, su reorientación hacia la calidad del desempeño es uno de los retos más importantes del sistema educativo dominicano. Esa reconstrucción facilitaría al docente una visión a largo plazo del itinerario de su vida profesional de acuerdo con sus proyectos de desarrollo; asimismo, a partir de los niveles de calidad que establezca el Sistema de Formación y de Carrera Docente, podría contribuir a transformar la autoimagen del docente y a superar la pobre percepción social que se tiene de dicha profesión. Un primer elemento, implica atender al desafío del desarrollo de una nueva conciencia sobre el rol que desempeña el docente en la sociedad, así como la puesta en práctica de esfuerzos sostenidos en términos de su formación continua para responder con eficacia ante la emergente percepción de su renovada misión educativa. Un segundo elemento, es el que se relaciona con las instituciones formadoras de docentes, el cual constituye el desafío, en términos del modelo de formación docente continua, de tener definido institucionalmente el perfil del egresado y de los estándares que permiten evaluar las condiciones de salida de manera que sean pertinentes respecto a las nuevas exigencias que esos cambios plantean.

Independientemente de la formación académica y humana que supone una profesión, la dinámica del cambio social plantea complejas exigencias a los diferentes ámbitos profesionales en términos de su desempeño. Uno de los perfiles profesionales cuya construcción ha cobrado un interés inusitado en la actualidad es el perfil del docente, lo cual se explica, por la relevancia que se atribuye a la educación, a su función transformadora en la sociedad y, por tanto, al reconocimiento de que el personal docente, “… constituye un actor clave y su desempeño es uno de los factores que más inciden en la construcción de procesos educativos de calidad. Por tal razón su papel no puede soslayarse a la hora de definir y poner en práctica las políticas educativas” Falus y Glodberg (2011). Este perfil se concibe como la descripción de los atributos y características personales y profesionales que requiere el profesional de la docencia para lograr su óptimo desempeño en los diferentes contextos en los cuales ha de realizar su práctica.

Para complementar el nivel de eficiencia que podría aportar la formación docente en la educación dominicana, se deben considerar aspectos que son fundamentales y que se han obviado en el trascurso del tiempo en nuestro país. El principal aspecto es que los maestros, además de formarse para ser competentes, deben permanecer motivados y tener las condiciones laborales adecuadas durante toda su carrera profesional. Ahora bien, para que la formación no quede en mera retórica e incida efectivamente en lo que los docentes hacen en el aula y en lo que aprenden los alumnos de los centros educativos, habría que entre otras cosas:

Establecer criterios profesionales que constituyan marcos para una buena enseñanza y que sean el requisito básico para una formación y un desempeño laboral de calidad; fijar requisitos para la certificación profesional en los programas de formación inicial del profesorado que incluyan la necesidad de realización de un período de prácticas en la escuela; monitorear las instituciones de formación docente mediante bases de datos actualizadas que incluyan, por ejemplo, el rendimiento de los estudiantes; mejorar los mecanismos de reclutamiento para diversificar el ingreso de aspirantes a la profesión docente y revertir la tendencia que sólo postulantes de bajo nivel cultural e ingresos postulen al mismo; seleccionar con rigurosidad a los formadores para que ellos respondan eficazmente a los nuevos requerimientos de la formación docente y revisen sus marcos conceptuales y sus prácticas; promover programas de inserción a la docencia como una de las opciones de política más interesantes para asegurar un buen desempeño, etc.

En cuanto a las competencias que deben tener los docentes, como señala Weinert (2001), adquirir una competencia es algo más que poseer una habilidad respecto de un dominio básico. Implica regulación, monitorización y capacidad de iniciativa en el uso y desarrollo de dicha habilidad. El Ministerio de Educación de la República Dominicana, exige que sus profesionales posean una formación sólida, y para esto se requiere que sus docentes tengan las siguientes competencias:

 Competencias intelectuales: referidas a lo cognitivo, técnico pedagógico-didáctico y que permiten facilitar procesos

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