LA TRASCENDENCIA DE DESCUBRIR TU PASIÓN
Enviado por elizabethtos • 24 de Febrero de 2014 • Ensayo • 1.247 Palabras (5 Páginas) • 202 Visitas
EL ELEMENTO, DE KEN ROBINSON: LA TRASCENDENCIA DE DESCUBRIR TU PASIÓN
27/04/2012 • por Daniel Cuñado • en Cultura, Salud y vida • 12 comentarios
Mucha gente, a la hora de comprar y leer un libro, va directamente a por literatura de ficción, sobre todo para pasar un rato de ocio y relax. La literatura de no ficción les parece “mucho pensar” y prefieren “evadirse“. Y también es muy habitual encontrarse con la idea preconcebida de que los libros de “autoayuda” son para personas que necesitan ayuda, es decir, “para mí no“. Sin embargo, la realidad es que cierto tipo de libros como el que hoy me ocupa consiguen ser más entretenidos incluso que la literatura “de consumo” y al mismo tiempo ayudarte a mejorar tu vida.
“El Elemento“ de Sir Ken Robinson es un libro muy valioso porque tiene una doble lectura: comoreflexión sobre la educación (de nuestros hijos) y como inspiración sobre nuestro crecimiento personal.
El Elemento tal y como lo define Sir Ken Robinson es aquello que se nos da bien y que nos encanta hacer. Y como nos hace ver claramente, descubrir ese “algo” es lo que nos va a ayudar a alcanzar nuestro mayor grado de autorrealización y también desplegar nuestro máximo nivel de contribución a la sociedad.
En el aspecto educativo, lo que expone el libro es que el sistema educativo que tenemos en la actualidad viene arrastrado desde la época de la Ilustración, dando prioridad al razonamiento lógico y la analítica, y se rige por criterios organizativos de la Revolución Industrial, con una separación jerarquizada de materias (las asignaturas), donde se da la máxima consideración a las de matemáticas y las de puro conocimiento racional, con divisiones temporales marcadas por bocinas (como en una fábrica), y dominadas por un alto grado de estandarización. Si además se tiene en cuenta que el concepto de inteligencia está basado en una medición muy unidimensional del coeficiente intelectual que prima rasgos analíticos y de razonamiento lógico, y que se siguen evaluaciones muy cuantitativas pero no cualitativas a lo largo de la vida educativa del niño, que condicionan sus oportunidades futuras de desarrollo, nos encontramos, según Ken Robinson, ante un modelo educativo que no aprovecha el potencial de los niños, y que tampoco está adaptado a la realidad de un siglo XXI dominado por el cambio vertiginoso y los retos del agotamiento de los recursos naturales así como las crisis económicas. Lo que él propugna es un modelo educativo mucho más holístico, abierto y flexible, eliminando la actual jerarquía de asignaturas y poniendo al mismo nivel a las que desarrollan las aptitudes artísticas con las puramente lógicas; un sistema escolar que contemple la formación como un conjunto de disciplinas interconectadas y en comunicación entre sí, siguiendo un esquema de organismo donde cada componente se interrelaciona; y una personalización de los planes de estudios para que cada alumno pueda desarrollar su máximo potencial y no se le corten las alas. Es decir, frente al sometimiento a la conformidad, conseguir la explosión de la creatividad.
Si habéis leído mis anteriores artículos sobre temas educativos (“Deberes sí o no” y “Los profesores profesionales“) sabréis ya que comulgo con este concepto mucho más de fomento del desarrollo del potencial de la persona que con el sistema actual que nos trata como computadoras a las que hay que llenar la memoria de datos y generar estructuras lineales de pensamiento.
Ahora, si esta parte del libro me gusta, lo que es el núcleo del mismo, que es la exposición del concepto del Elemento, me entusiasma. Resumiendo rasgos fundamentales:
• “El Elemento tiene dos características principales: capacidad y vocación; y hay dos condiciones para estar en él: actitud y oportunidad. La secuencia
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