LIBRO DE FORESTA ANDI
Enviado por DayBermudez • 19 de Marzo de 2013 • 3.052 Palabras (13 Páginas) • 2.292 Visitas
Foresta Andii
El Gran Consejo
Todo era paz y calma en Foresta. Los animales convivían y trabajaban con entusiasmo, obedecían los designios de la Naturaleza, vivían y morían con gran sabiduría, respetaban la cadena que los unía. Sabían que al perecía alguno era para alimentar u otro, que si Libro de la Vida de aquel que moría se cerraba para siempre. Consideraban que aun el depredador obedecía a Ley del Bosque: se alimentaba de los más débiles y enfermos no para destruir, sino para sobrevivir. Mas llegó el momento en que un miembro de esta Naturaleza cambiaría toda la paz de Foresta Andii. Nuestra historia comienza en una vasta región de tierra circundada por dos ríos, uno de los cuales desembocaba en el mar y el otro terminaba en una gran laguna. Ambos daban una magnificencia única a este paraje, rico en vegetación, bosques y praderas, que era el refugio de cientos de seres. Inmensas cordilleras, desiertos y mesetas se extendían a lo largo de todo Foresta, en donde vivían hombres y animales en paz y armonio. ¡Pero, qué designios tan raros los de¡ destino! ¿Qué cambiaría esa tranquilidad que existía en toda la región? A dos kilómetros y medio de la LAGUNA ICHTANMUNE, a un costado del río y entre tres montañas, había una pequeña aldea, similar a muchas de las que existen en nuestro país. Todas las mañanas cantaba el gallo apenas los rayos del gran astro asomaban en el horizonte. El Sol se regocijaba en bañar todos los días aquellas pequeñas casas; daba a tus habitantes la despedida de aquel sueño reparador, para que volviesen al trabajo matutino, disfrutando de la belleza de aquellos campos ricos en recursos naturales. GANDEREB se llamaba esta aldea. A su grandeza natural se oponía una fuerte contaminación. Reinaba la basura compuesta de productos no orgánicos, tales como plásticos y latas, que no sólo atentaban a la belleza de la aldea, sino también a los seres que la habitaban. Por otra parte, en Io recóndito del bosque, en un pequeño abrevadero se efectuaba una gran reunión. Todos los animales, sin exceptuar a ninguno, estaban ahí: desde el majestuoso SHIRMA el puma, rey de la montaña, hasta el pequeño BOCAR la termita. Todos presenciaban un gran juicio, aunque me duela decirlo, contra el ser humano. Juzgaban al monstruo, al asesino, al destructor, al suicida, a aquel que, matando a la Naturaleza, se exterminaba el mismo lentamente, poco a poco, arrastrando consigo todo lo que existe en Foresta. En un cedro ya maduro, cuya corteza se había caído por el paso de los años, un viejo búho, el más antiguo de Foresta, ostentaba gran ceremonia. Sus grandes ojos Inspiraban respeto. Las plumas del pecho, blancas como la nieve, daban la Impresión de una corbata y las que lo sobresalían a los lados de la cabeza eran su orgullo pues, según él mismo decía, parecían un viejo birrete que lo daba más sabiduría. Su nombre era ASIO-OTUS: él era el juez. VAN-THA, una hermosa venada de cola blanca, era la defensora. Gentil, obediente y educada además de sabia, fuerte, cortés y noble, conocía todos los secretos de Foresta. Ella había llegado al majestuoso VALLE DEL CAMINO SEGURO.LOKI, el coyote desidioso, tenía sus cualidades y sus defectos. Algunas veces era sabio, otras mentiroso. En fin, no había encontrado la senda hacia el VALLE DELCAMINO SEGURO. Era el fiscal: recio, fuerte, de pelo dorado. Este animal era uno delos personajes más famosos de la región.
RAQUI y NAJA eran los ayudantes del fiscal: un buitre apático y sucio y una víbora de cascabel hipócrita y falsa. Así empezó el juicio. El primero en hablar fue ASIO-OTUS:-Estamos aquí reunidos para juzgar al Monstruo (el hombre) destructor de la Naturaleza, asesino de nuestros hermanos, necio, terco y falto de inteligencia, por, lo que sí la tuviera no mataría la vida en los valles y montañas de Foresta, en sus ríos y mares, sin respetar ni a su propio ser como integrante de la Naturaleza, VAN-THA, sabia y justa, será la defensora. Como fiscal tendremos al tremendo LOKI y sus ayudantes. Ustedes -dijo dirigiéndose a los demás animales- serán los que decidan silo damos otra oportunidad o no. La tensión creció. No hablo un solo animal que estuviera a favor del ser humano que tantos males le causaba. Por un momento, todos los animales pensaron que deberían declararle la guerra al Monstruo; destruirlo y expulsarlo de Foresta sería lo más adecuado. LOKI se levantó de su lugar; pidió a uno de sus ayudantes que trajera su primer testigo, uno de los más dañados en Foresta. Mientras llegaba, explicó que estaban allí para defender los derechos de todos los animales de permanecer en su lugar de nacimiento Pidió al juez que permitieron a su testigo comparecer ante el Gran Consejo. TREC la langosta, un animalito frágil, pequeño y debilucho, se presentó en el gran Tronco de la Verdad, donde todo animal tenía que ser el ejemplo de la Naturaleza, para poder empezar el interrogatorio. Su aspecto era el de un ser bonachón, pero era el peor destructor de Foresta. Su apetito era voraz, arrasaba con todo lo que encontraba a su paso. Puso su pata sobre un tronco de madera de aquel viejo árbol que servía para recordar a todos que juraban por la Madre Naturaleza y que jamás doblan mentir. Al concluir el juramento, LOKI se acercó a la langosta y dijo:-¿Creen ustedes que un animal así, débil y maltratado, pudiera ser un peligro contra una raza? ¿Verdad que no? Es una burla pensar en eso. Sin embargo, el Monstruo si lo pensó. Dime -dijo dirigiéndose a la langosta- ¿No es cierto que tu tribu, el año pasado, no sobrepasaba a los mil seres? La langosta asintió con la cabeza. Declaró que fue una catástrofe, ocasionada por el hombre, que causó la muerte de tus demás hermanas. LOKI se basó en este testimonio para demostrar a los demás animales que el Monstruo de nuevo se había aprovechado de otro ser y que su expulsión de Foresta debía efectuarse de Inmediato. LOKI terminó así. Un silencio invadió a todo el Consejo. Los animales no sabían ni que decir; conocían a TREC y sabían que era cierto. Sólo la gentil VAN-THA pudo responder a tal acusación. Bueno -dijo- ya está bien de acusar al Monstruo. A veces nosotros somos los que causamos problemas. Pensemos ahora, nosotros sabemos que nuestra amiga la langosta sufre una enfermedad cuando escasean los alimentos en su región. Esa enfermedad los hace juntarse por cientos, destruyendo cuanto campo verde encuentran en su camino. Pero también sabemos que al hombre le cuesta mucho trabajo cultivar los campos, traer el agua desde la laguna si ella escasea. Respondan, si nosotros cuidamos nuestros terrenos de alimentación, ¿por qué él, no puede hacerlo si ve caer encima una nube de cientos de langostas destructoras? ¿Es justo o no? TREC es levantó de su lugar y se retiró diciendo que, aún así, el hombre era responsable de la muerte de sus hermanas.-Ahora yo
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