La Alienación En Los Personajes Austerianos A Través De La pérdida Y/o búsqueda De La "identidad" En Las Sinuosidades Del Azar.

La alienación en los personajes austerianos a través de la pérdida y/o búsqueda de la “identidad” en las sinuosidades del azar.

Mi intención es relucir la alienación de los personajes austerianos, tanto como la fragilidad con la que la humanidad se va demoliendo a través de las sinuosidades del azar. Para poner en evidencia el propósito me basaré en tres de las obras del autor que siguen estos patrones que tanto me seducen : La música del Azar, La trilogía de Nuva York y El libro de las ilusiones, como también en algunos artículos y entrevistas. Trataré de hacer un análisis comparativo entre estas tres obras para posteriormente ir patentizando el estilo de lo que vendría siendo el personaje austeriano. Hablaré sobre el azar como recurso atrayente de una ruptura discursiva, que al mismo tiempo conformará la pérdida de la normalidad, los laberintos borgianos pero a la Auster. Insertaré una pequeña visión cinematográfica para así mostrar un panorama con posibilidades más abiertas.

En la obra de Paul Auster se observa de forma obsesiva la aparición del azar como recurso, este suceso efectúa una ruptura narrativa, con esto quiero decir, que el evento fortuito representa una transformación discursiva que altera la normalidad del relato. La impresión del azar que penetra en el lector resulta, en la mayoría de los casos, más abrumadora por la condición en la que el personaje reside más que por la improbabilidad del azar concretado. Los protagonistas son seres nobles, aparentemente normales, con una vida común y típicas responsabilidades, personajes configurados con una humanidad entrañable y comprensible, que nos aleja de cualquier mal pensamiento acerca de esas entidades que erran y coinciden en el trascurrir de las obras. Los laberintos que se trazan conforme acontece la historia, son los vínculos que arrojan a los personajes a sus respectivos abismos. Esta pérdida de la "normalidad" es una constante en la obra de Auster y ha continuado así hasta alcanzar a la más reciente, El libro de las ilusiones. El autor extrae de su cotidianidad a personajes que podríamos considerar nuestros semejantes, sensibles personas que ven como toda la seguridad en la que vivían se derrumba, y la vida por momentos se transforma en una delirante montaña rusa que los acabará enfrentando a la realidad tal y como son. Es ésta novela un carrusel de ilusiones frágiles y extraviadas en un torrente de acontecimientos extraordinarios. El infortunio parece ser el motivo que desarrolla las penitencias de los personajes y que les darán una reversibilidad implacable. Esta reversibilidad consiste en un estado inoculado por el azar, el personaje desarrolla una “descomposición” de la armonía, misma que se irá apoderando de la “normalidad” hasta caer en una profunda condición “natural”, esta trasgresión prefigura la alienación en la que desemboca este patrón austeriano. En La música del azar, Nash es la personificación de la desesperación al inicio de la obra, surcando como un poseso las carreteras norteamericanas a bordo de su Saab rojo para llegar a ninguna parte, tras ser abandonado por su esposa. Las primeras palabras de la novela nos presentan de forma explícita la situación del protagonista: "Durante un año no hizo otra cosa que conducir, viajar de acá para allá por los Estados Unidos mientras esperaba a que se le acabara el dinero". Diversos temas atraviesan la obra aunque cobra especial importancia la pérdida de un ser amado, ya que este aspecto supone siempre la entrada en escena de un azar que rompe forzosamente el hilo narrativo de la novela. En su obra más significativa en este sentido, La música del azar, ya aparece al inicio una cita de Faulkner que se nos presenta como una premonición "Hasta que un día, asqueado, lo arriesga todo al ciego azar de una sola carta".

Toda la narrativa tiene que ver con la causa y el efecto. A veces algo no tiene que pasar, pero sucede. Esta cosa accidental que conduce a otras cosas es lo que me interesa. Lo impredecible.

Cualquier cosa que pase puede tomar un rumbo diferente al esperado. Por eso me atrae leer historia y ver cuántas veces las guerras se han prevenido. Una guerra se ve inevitable, pero muchas veces alguien interviene y dice: "No, esto no tiene que suceder". Olvidamos, a veces, que las cosas no son inevitables. (entrevista a Paul Aster)

Me resulta casi improbable no hacer una comparación de La música del azar con un clásico consagrado del cine independiente Paris, Texas (1984) Dirigida por Win wenders, en la cual el protagonista renuncia a sí mismo (se aliena) tras la pérdida de su mujer, para así huir de todo sin dejar rastro alguno, se pierde cuatro años por las áridas carreteras del sur de Texas caminando frenéticamente hacia el horizonte.

Es imposible que evite relacionar el cine pero tampoco está fuera de contexto, ya que la obra de Auster está vinculada con este arte. El novelista ha dirigido y escrito el guion de varias películas, y por tanto, debo decir que sus textos resultan textos fílmicos, incluso, el libro de las ilusiones gira entorno a este recurso, ya que relaciona a los personajes protagónicos. David Zimmer, es el primero en hacer aparición, que como Daniel Quinn en la trilogía de neva york, se ve afectado por la pérdida de su esposa y dos hijos. Al verse sometido a un encierro de alcoholismo y dolor, David renuncia a su trabajo y se ve orillado a permanecer en un autoexilio delirante lleno de descomposición. Trascurren los meses sin ganas de vivir y la idea del suicidio ronda su espectral atmósfera, hasta que un día, la gracia de un actor de cine mudo (Hector Mann, segundo protagonista) mientras ve desganadamente una de sus película, éste le forja una leve sonrisa; aquí es el momento que David se da cuenta que no todo

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