La Economia Del Fraude Inocente

La economía del fraude inocente

El fraude inocente no es consecuencia del incumplimiento de la ley, sino de las creencias personales y sociales e quienes participan en él. No da lugar a un verdadero sentimiento de culpa y lo más probable es que los involucrados aprueben su propio proceder y se sientan justificados.

1. LA NATURALEZA DEL FRAUDE INOCENTE

Una parte de este fraude es consecuencia de la economía tradicional y la manera en que ésta se enseña, otra tiene origen en concepciones rituales de la vida económica.

Lo que predomina en la vida real no es la realidad, sino la moda del momento y el interés pecuniario (relativo al dinero; monetario).

2. EL NUEVO NOMBRE DEL SISTEMA

La confusión ha afectado a la forma en que comúnmente se describe el sistema económico vigente. Capitalismo Sistema de mercado

El capitalismo surge en Europa en la época mercantil, donde surgen las figuras de los industriales dotados de poder y prestigio y de los trabajadores víctimas de su debilidad negociadora.

En Europa la palabra capitalismo significaba el poder de la propiedad y la magnitud de la opresión y sometimiento de los trabajadores.

En EEUU capitalismo significaba precios, explotación y abusos.

En el pasado, se identificaba al mercado con la soberanía del consumidor, eso es, con su poder para controlar y decidir lo que se producía, compraba y vendía. El consumidor se sostenía, era la autoridad final a la que estaba subordinada la empresa productora, el capital.

Hablar de sistema de mercado como alternativa benigna al capitalismo es presentarlo bajo un disfraz anodino que oculta una realidad más profunda: el poder del productor para influir, e incluso controlar, la demanda del consumidor.

La idea de sistema de mercado surgió por el deseo de protegerse de la desagradable experiencia del poder capitalista.

Hoy se cree que las empresas y los capitalistas particulares carecen de poder; y el hecho de que el mercado esté sujeto a una dirección corporativa hábil y completa ni siquiera se menciona en la mayor parte de los cursos de economía. FRAUDE

3. LA ECONOMIA DE LA CONVENIENCIA

Monopolios. El consumidor ya no está subordinado al poder de los monopolios, ahora es soberano. En el sistema de mercado el poder reside en quienes deciden comprar o no comprar, es el consumidor quien detenta el poder último, es su libre elección lo que moldea la curva de demanda.

El voto confiere autoridad al ciudadano, en la vida económica la curva de demanda otorga autoridad al consumidor. POSIBILIDAD DE COMETER FRAUDE.

Tanto votantes como compradores pueden ser manipulados, y la gestión de la respuesta pública es formidable y cuenta con una excelente financiación, en especial en la era de la publicidad y las modernas técnicas de promoción de ventas. FRAUDE

La creencia en una economía de mercado en la que el consumidor es soberano es UNO DE LOS MAYORES FRAUDES de nuestra época. La verdad es que nadie intenta vender nada sin procurar también dirigir y controlar la respuesta.

El progreso económico y, en general, social se mide hoy por el aumento de la producción total de bienes y servicios, lo que denominamos PIB

Del tamaño, composición e importancia del PIB también surge una de las formas de fraude más extendidas en nuestra sociedad. La composición del PIB no está determinada por el público en general, sino por los productores.

Medir el progreso social casi exclusivamente por el aumento en el PIB, esto es, por el volumen de la producción influida por el productor, es UN FRAUDE.

4. EL ENGAÑOSO MUNDO DEL TRABAJO

La palabra TRABAJO abarca:

• La labor de aquellos para quienes es agotador, aburrido y desagradable

• La labor de aquellos que no lo perciben como obligatorio y para los que constituye un placer evidente.

A estos últimos el trabajo puede proporcionarles una gratificante sensación de importancia personal o el sentimiento de superioridad que acompaña el tener a otros bajo sus órdenes.

Trabajo: algo que es obligatorio para unos y al mismo tiempo la fuente de prestigio y remuneración que otros disfrutan o buscan con vehemencia.

Utilizar el mismo término en ambos casos supone un FRAUDE.

Quienes más disfrutan del trabajo son casi siempre también los mejores pagados. Los salarios más bajos corresponden a quienes se dedican a labores repetitivas, tediosas y agotadoras.

Mientras el trabajo se considera esencial en el caso de los pobres, el que los ricos se libren de él es visto como algo encomiable.

5. LA CORPORACIÓN COMO BUROCRACIA

La corporación moderna rechaza el término “burocracia” que sólo considera aplicable al gobierno. En la organización gubernamental son normales la toma de decisiones en grupo y la acción retardada e incompetente; es aquí, se nos dice, donde encontramos la burocracia, no en la industria privada. FRAUDE INOCENTE.

El dominio económico y social de la gran empresa resulta aceptable. La continua celebración política y social de la pequeña empresa y la agricultura familiar constituye una forma de FRAUDE más o menos INOCENTE.

La ilusión de la dirección corporativa es nuestra forma de fraude más sofisticada y una de las más evidentes. Burocracia es un término escrupulosamente evitado en la descripción de las grandes corporaciones, la expresión aceptada es “dirección”, management. Los accionistas suelen ser reconocidos en tanto que propietarios, e incluso se les alaba; sin embargo, resulta demasiado evidente que no se les otorga ningún papel directivo.

Otro fraude claro y no del todo inofensivo: el esfuerzo por otorgar a los propietarios, accionistas o inversionistas según se prefiera denominarlos, un papel aparente en la empresa. Habiendo dado paso el capitalismo a la dirección cum burocracia se concede al propietario una falsa importancia. He aquí el FRAUDE.

En cualquier empresa suficientemente grande, los accionistas, esto es, los propietarios, y sus supuestos representantes, están subordinados por completo a la dirección. Aunque se ofrezca la impresión de que es el propietario quien detenta la autoridad, éste no tiene en realidad ningún poder. FRAUDE ACEPTADO

6. EL PODER CORPORATIVO

La creencia de que el propietario

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