La Evolución De Las Pasiones Bajas En Los Personajes Lady Macbeth Y Macbeth
Enviado por vanesabo • 11 de Marzo de 2013 • 2.470 Palabras (10 Páginas) • 2.674 Visitas
ENSAYO: La evolución y las pasiones bajas de los personajes Macbeth y Lady Macbeth
En este trabajo pretendemos analizar la evolución de los personajes de la tragedia Macbeth de William Shakespeare. Macbeth es una tragedia acerca de la traición y la ambición desmedida. Está libremente basada en el relato de la vida de un personaje histórico, el rey Macbeth de Escocia. Muchas de las virtudes que honran a los humanos parecen convertirse en defectos cuando las llevamos al límite. Un noble sentimiento religioso puede exacerbarse hasta el fanatismo. Una sana ambición puede acabar en una guerra predadora. No sin razón, los sabios griegos escribieron en el Partenón “Nada en exceso”. En palabras de Millares Carlo, Shakespeare "profundizó como pocos los misterios del alma humana, y creó en su teatro, esmaltado de bellísimos pensamientos, figuras inmortales y llenas de originalidad, que reflejan las pasiones del hombre".
Esta tragedia detalla las pasiones del ser humano en un mundo regido por el deseo de poder. La tragedia comienza su terrible desenlace desde el preciso momento en que las brujas encienden en el ánimo de Macbeth la ambición del poder y del mando y hasta su mujer, Lady Macbeth, le empuja al crimen con palabras irresistibles, así se prepara la tragedia psicológica que culmina con el asesinato del rey; en este proceso se desgarra Macbeth entre la obsesión por el poder, el sentimiento de culpa y reproche que le dicta su conciencia. Se parte en dos su juicio y su corazón, se desdobla su personalidad; su yo vacila y cambia a cada instante. A su lado, Lady Macbeth en sus accesos de sonambulismo se denuncia y se traiciona reproduciendo las escenas del tremendo crimen.
La ambición desatará sucesos funestos a los personajes Macbeth y Lady que son víctimas de pasiones bajas que paulatinamente los arrastran a la ruina personal.
Las pasiones bajas en Lady Macbeth y Macbeth
Una de las más famosas figuras del mundo dramático, no solamente shakesperiano sino de toda la literatura universal es Lady Macbeth. Es uno de los perfiles más fuerte de la figura de mujer en toda la historia de la literatura. Desde el comienzo se perfila como una persona fría y calculadora que instiga de un modo claro el regicidio.
En ella hay una terrible personificación de malignas pasiones y poderes ilimitados; pero la conciencia es más fuerte que todas las pasiones y poderes. La tragedia de su vida es que su conciencia no despierta sino hasta después del crimen.
Hay dos motivos dominantes en su vida: su ambición y el amor por su marido, pasiones inseparablemente unidas. Ella ama y admira a su esposo, está convencida de que él, quien es de sangre real y de valor indomable, debía ocupar el trono en lugar de su primo Duncan.
Lady Macbeth comparte la confianza de su marido en sus más secretos deseos y sus planes más atrevidos. La ambición de él se ha transformado de tal manera en suya, que cuando él duda es ella quien lo impulsa. Sabe muy bien que él temerá en el momento decisivo, y se convierte en verdadero monstruo cuando le persuade, con fría crueldad, a matar a su primo en la misma noche que éste duerme confiadamente bajo su techo.
Lady Macbeth configura la imagen misma de la mujer fálica; el sesgo de su mito es el de la instigación. No comete el asesinato de Duncan con sus propias manos, pero induce las acciones de Macbeth y lo sostiene cuando flaquea.
Lady Macbeth es singular en el uso del lenguaje, su sexualidad femenina es obvia y elocuente, se coloca muchas veces en el lugar de la cómplice, constituye un personaje con su propia voz aunque usa las voces de los otros, las acciones físicas y las acciones verbales son concordantes, hace teatro dentro del teatro en cualquier escenario, se afirma en el poder.
Lady Macbeth, concibió y presionó en todo cuanto fue posible para que se concretara el asesinato de Duncan; no puede con la culpa que la hace enloquecer y morir. Lady Macbeth es una mujer ambiciosa que no conoce límites a su obsesión por encumbrar a su “amado” Macbeth y a sí misma, un hombre de carácter algo débil, que se deja manipular por su compañera hasta límites insospechados.
Es interesante resalar que Lady Macbeth realiza su transformación de manera inversa a la de Macbeth, muta de una mujer perversa ambiciosa, en una mujer vencida por los remordimientos.
Al inicio de la obra, Macbeth es un hombre bueno y fiel a su Rey. Pero Macbeth también es ambicioso. El cambio de este personaje no es brusco, sino gradual. Desea poseer la corona, pero no tiene valor para cometer un crimen para obtenerla. Al principio duda, pero luego instigado por su esposa asesina al rey Duncan. Con la evolución de los hechos, Macbeth se vuelve cruel y determinado a conseguir sus objetivos, sin reparar en los medios. Si bien tiene remordimientos, como cuando se le aparece el fantasma de Bancuo, esto no lo aparta de sus planes de mantenerse en el poder de todas formas. Cada nuevo crimen le va restando sensibilidad. Al final, es traicionado por los más cercanos, ya que terminan odiando tanta maldad. Asistimos a una tragedia sangrienta que no obstante no es un mero juego escénico sobre el asesinato, sino más bien la representación de la lucha del protagonista contra sí mismo. El ambicioso Macbeth combate contra sus brotes de ética, venciendo siempre el lado oscuro humano.
Este asesinato arruinará la felicidad y los nervios de los dos, y finalmente, acabará con ellos. Lady Macbeth refrena los nervios, creyendo que “un poco de agua nos lavará de esta acción.”Ella realiza a lo largo de la tragedia este acto compulsivo-obsesivo de lavarse las manos intentando limpiar sus culpas borrando manchas de sangre inexistentes.
Muy pronto se convencerá que el crimen no se borra tan fácilmente. Macbeth, perseguido por su conciencia, es poseído de miedo y mata a un hombre tras otro, sospechando siempre de su traición. Ya no consulta a su esposa, parece haberla olvidado enteramente dentro de sus grandes preocupaciones. En su presencia ella demuestra confianza, tratando de inspirarlo con su propia fuerza. Y cuando él por su rara conducta atrae la sospecha de los cortesanos, con gran sutileza ella logra distraerlos.
Cuando está sola, sin embargo, Lady Macbeth da libre curso a sus negros pensamientos. Son reyes los dos y tienen todo el poder codiciado, pero no pueden dormir. Los remordimientos los mantienen despiertos y el miedo induce al rey a nuevos crímenes, alejándole más y más de su mujer, pues ella ya no quiere
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