La Funcion Del Arte
Enviado por rieguis • 21 de Noviembre de 2012 • 4.076 Palabras (17 Páginas) • 527 Visitas
Índice
Introducción………………………………………………………….………………………………………………………….2
La función del arte…………………………………………………………………………………………………………….3
Los orígenes del arte………………………………………..……………………………………………………………….5
Los instrumentos………………………………………………..…………………………………………………………….5
El lenguaje…………………………………………………………….………………………………………………………….7
La imitación………………………………………………………………………………………………………………….….8
El poder de la magia……………………………………….……………………………………………………………….9
El arte y la sociedad de clases………………………………………………………….………………………………10
Conclusión………………………………………………………..…………………………………………………………….12
Bibliografía……………………………………………………..…..………………………………………………………….13
Introducción
El arte es parte de las necesidades que tiene el ser humano, la mayoría de las cosas que crea el ser humano es arte, ya que es una de las mejores formas para expresar lo que sentimos y lo que deseamos expresar y transmitir a las demás personas.
En el siguiente trabajo se hablara sobre el arte mas afondo, mas allá de las técnicas y de las obras famosas, sino en este trabajo se buscara dar a conocer el arte desde sus principios, con ayuda de las aportaciones de famosos pensadores como Marx, Gordon Childe, Benjamín Franklin, Engels podemos entender que el arte marco el inicio de una nueva era, donde el hombre es capaz de crear instrumentos no solo para la cacería sino para el uso artístico, también tuvo la necesidad de que atravesó de sonidos crear un lenguaje para comunicarse con los demás hombre.
La función del arte
La realidad puede acabar desplazando la obra de arte, cuya esencia consiste, precisamente, en ser un sustitutivo del equilibrio de que carece actualmente la realidad. “El arte desaparecerá a medida que la vida resulte más equilibrada. “esta idea contiene un reconocimiento parcial de la naturaleza del arte y de su necesidad. Y puesto que ni siquiera en la sociedad más desarrollada puede existir un equilibrio perpetuo entre el hombre y el mundo circundante, la idea sugiere, también, que el arte no sólo ha sido necesario en el pasado sino que lo será siempre.
Es evidente que el hombre quiere ser algo más que él mismo. Quiere ser un hombre total. No le satisface ser un individuo separado; siente y exige, hacia una plenitud de vida que no puede conocer por las limitaciones de su individualidad, hacia un mundo más comprensible y más justo, hacia un mundo con sentido.
Si la naturaleza del hombre consistiese únicamente en ser un individuo, este deseo resultaría incomprensible y absurdo, pues ya sería un todo como individuo, es decir, sería todo lo que fuese capaz de ser. Ahora bien, lo que el hombre aprende como potencial suyo abarca todo cuanto la humanidad en general es capaz de hacer. El arte es el medio indispensable para esta fusión del individuo con el todo. Refleja su infinita capacidad de asociarse a los demás de compartir las experiencias y las ideas.
Para ser un artista hay que captar y transformar la experiencia en recuerdo, el recuerdo en expresión, la materia en forma. Para el artista, la emoción no lo es todo; debe conocer su oficio y encontrar placer en él, comprender todas las reglas, procedimientos, formas y convenciones con que la naturaleza se puede domar y someter al contrato del arte. La pasión que consume al diletante se pone al servicio del verdadero artista; el artista no es vencido por la besta, la doma.
.Aristóteles, tan incomprendido, consideraba que la función del arte consiste en purificar las emociones, en vencer el terror y la piedad, de modo que el espectador, identificado con Orestes o Edipo, se libere de esta identificación y se eleve por encima del destino ciego. Las ataduras de la vida son rotas temporalmente, porque el arte “cautiva” de manera muy distinta a como cautiva la realidad; y en esta agradable cautividad temporal radica, precisamente, la característica del “entendimiento”, del placer que encontramos incluso en las tragedias.
Brecht señala que en una sociedad donde reine la lucha de clases el efecto “inmediato” que la estética dominante exige a la obra de arte es la supresión de las diferencias sociales en el público y la creación, mientras se goza de la obra de arte, de una colectividad no dividida en clases sino “universalmente humana”. En cambio la función del “drama no aristotélico” propugnado por Brecht consiste, precisamente, en dividir el público eliminando el conflicto entre el sentimiento y la razón, existente en el mundo capitalista.
El sentimiento y la razón han degenerado a medida que la época capitalista se acerca a su fin; entre ellos ha surgido un conflicto indeseable y estéril. Pero la nueva clase ascendente y los que luchan a su lado quieren un sentimiento y una razón en conflicto productivo. Nuestros sentimientos nos impelen al máximo esfuerzo de razonamiento y nuestra razón purifica nuestros sentimientos.
En el mundo alienado en que vivimos, la realidad social debe presentarse en forma llamativa, bajo una nueva luz, a través de la “alineación” del tema y de los personajes. La obra de arte debe penetrar en el público no mediante la identificación pasiva sino mediante un llamamiento a la razón que exige, a la vez, acción y decisión. Las reglas que mantienen la convivencia de los seres humanos deben tratarse en el drama como “temporales e imperfectas”, de modo que el espectador haga algo más productivo que limitarse a observar, se sienta estimulado a pensar en y con la obra y acabe pronunciando un juicio: “No es ésta la manera de hacerlo. Es extraño, casi increíble. en comparación con otras naciones, los griegos antiguos fuesen “niños normales”. En otro contexto, los mismos
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