La Función De La Escuela Y El Trabajo Del Docente: De La Socialización A La Escolarización.

SECRETARÍA DE EDUCACIÓN

DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN NORMAL

ESCUELA NORMAL PARA EDUCADORAS

DE UNIÓN DE TULA

CURSO:

Iniciación al Trabajo Docente

TERCER SEMESTRE

Actividad:

Escrito de la unidad I : La función de la escuela y el trabajo del docente: de la socialización a la escolarización.

PRESENTA:

Alejandra Marlee Michel López

MAESTRA:

Isabel Varón Villaseñor

Unión de Tula, Jalisco; 17 de Octubre de 2012

El presente documento se hace una reflexión crítica sobre las temáticas que se abordaron durante la unidad I “La función de la escuela y el trabajo del docente: de la socialización a la escolarización”, en la que como estudiantes nos permitió reconocer las funciones sociales que tiene la escuela, puesto que es un espacio que contribuye a la apropiación de la cultura escolar, así como la importancia de los ambientes de aprendizajes que propician los profesores, y al mismo tiempo las adecuaciones curriculares que construyen en el salón de clases.

Como primer punto la función de la escuela es educativa, ya que todo ser humano debe poseer unos valores positivos reconocidos socialmente, en la que a esta función está unida a formar individuos que sepan vivir en sociedad adquiriendo normas y un rol determinado. Según Delval (1920), “la función tradicional de la escuela es facilitar la inserción del individuo en el mundo social, para ello aprender formas de conducta social, rituales y tradiciones y técnicas para sobrevivir”, entonces la escuela cumple un papel muy importante como ente socializador del ser humano, esta después del hogar viene aportando a la sociedad los métodos para formar personas, en la que promueve el desarrollo integral, personal e interpersonal para vivir en sociedad.

La escuela es el lugar donde el niño aprenderá a compartir, a limitarse, a descubrir el mundo que lo rodea y donde irá edificando su identidad. Conocerá su lugar en el mundo, la historia de su comunidad, y lo que le gustaría hacer en el futuro, y cultivará las relaciones de alumno, compañero y amigo. Esto lo señala el autor Juan Delvar(1920), en que los niños participen en la vida social, que se relacionen con otros niños de su misma edad y adquieran formas de interacción con los otros.

Aun en estos tiempos, para algunos padres de familia llevar a los niños a la escuela es simplemente como asistencia o guardería, ya que ellos reclaman un lugar donde pueden dejar a sus niños con una garantía de control y regularidad mientras trabajan. Así como también prefieren un colegio que se encuentre lejos de casa, pero que les ofrezcan más horas donde dejar a sus hijos. “Esta función que está ligada a los cambios en las formas de vida, como la incorporación de la mujer al trabajo laboral y la progresiva urbanización de la sociedad” (Delval, 1920).

Otra función de la escuela que establece Delval es la de adquirir conocimientos, en la que se transmiten las habilidades básicas instrumentales como: leer, escribir, expresarse, la aritmética y los conocimientos científicos, para que el alumno desarrolle competencias, habilidades, destrezas, para enfrente de forma eficaz a los desafíos que se le presenten en la vida cotidiana y prepararlos al mundo laboral, esto determina de que el alumno aprenda a aprender, para que a lo largo de su vida tenga una formación continua.

Referente a la escuela como rito de iniciación, en que los educandos se someten a pruebas de que sirven de selección para la vida social, en la que atreves del tiempo van a aprendiendo costumbres o rituales tales como los distintos exámenes, y las diferentes pruebas de acceso a la universidad, las graduaciones, las fiestas de quince años, entre otros. Posiblemente estas actividades que se presentan en la escuela, parecen no ser importantes, pero si tendrán sentido desde otra perspectiva. (Delval, 1920).

Posteriormente se tomara en cuenta, que en los centros escolares deben incidir en la cultura escolar como factor resistente y, al tiempo, promotor de su desarrollo. Los procesos escolares tales como rutinas, ceremonias, rituales, tradiciones, mitos, o ligeras diferencias en el lenguaje escolar pueden brindar claves para saber cómo abordar los cambios culturales. Los procesos escolares cambian con el tiempo. Un maestro puede elegir acortar el tiempo entre clases, sólo para descubrir más tarde que este tiempo era importante para la interacción de los alumnos. El prestarle atención a tales rutinas, antes de cambiarlas, puede resultar en valiosas percepciones de cómo funciona una cultura escolar.

La cultura escolar se puede definir como los patrones de significado que son transmitidos históricamente, y que incluyen las normas, los valores, las creencias, las ceremonias, los rituales, las tradiciones, y los mitos comprendidos, quizás en distinto grado, por los miembros de la comunidad escolar (Stolp y Smith 1994).

Este sistema de significado generalmente forma lo que la gente piensa y la forma en que actúa aspectos positivos y negativos de sus culturas escolares respectivas. Así que la cultura escolar se refiere a las creencias compartidas por profesores, estudiantes y directores. Estas definiciones van más allá de la tarea de crear un ambiente de aprendizaje eficiente y estable. Se enfocan más en los valores medulares que son necesarios para enseñar e influir en las mentes educandos.

La cultura del centro escolar, como un contexto social de trabajo, de vital importancia para el éxito o fracaso, del cambio o adecuación curricular. La mayoría de propuestas de renovación didáctica se han dirigido a métodos o contenidos, a la naturaleza del

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