La Iliada.

El primer cantar de La Ilíada, nos revela muchas cosas sobre la mitología griega, por ejemplo: El dominio total que tienen los dioses sobre los mortales y sobre la vida del héroe, ya que, las deidades son responsables del curso del héroe a lo largo su aventura. Zeus, en La Ilíada, trata de cumplir el deseo de Aquiles, Mientras que otras deidades, tratan de hacer fracasar al héroe. Los dioses, juegan el rol fundamental de decidir el destino inevitable de los mortales, sin embargo, los dioses tienen también defectos humanos, por ejemplo, Zeus, tiene una debilidad por las mujeres hermosas, era un mujeriego, él es padre de muchos de los dioses olímpicos y también de algunos héroes.

Una importante característica de La Ilíada, es la ira de Aquiles, la cual lleva a la muerte a muchos héroes, hombres y soldados, que encima reciben el deshonor de no ser sepultados, muriendo sin el tan preciado reconocimiento que esta cultura exige (la sepultura digna de un hombre caído).

“Canta, oh diosa, la Cólera del Pelida Aquiles; Cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y precipitó al orco muchas almas valerosas de héroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves- cumplíase la voluntad de Zeus- desde que se separaron disputando el Atrida, rey de hombres, y el divino Aquiles” [1]. La expresión “presa de perros y pasto de aves” es una frase formularia que se refiere a los cadáveres insepultos, que son carroña para los perros y las aves marinas. El griego clásico concebía al más allá como el lugar donde iban todas las almas, la condición necesaria para esto es que se le haga una honra fúnebre al cadáver (quemar o sepultar), si se lo dejaba insepulto esto era considerado como el castigo o una falta más grande.

En el cantar primero (al igual que en el resto de La Ilíada), Se una con mucha frecuencia el tema de los epítetos. Los epítetos, son adjetivos que resaltan las características intrínsecas de los sustantivos, en este caso, son muy frecuentes acompañando los nombres de algunas divinidades y de los héroes, por ejemplo: “Apolo, el que hiere de lejos”, “Aquiles, el de los pies ligeros”; “Zeus, Arbitro de la guerra humana”. A Zeus se le otorga este epíteto porque (tal y como dice su epíteto), es el Arbitro en esta guerra. El trata de cumplir la voluntad de Aquiles. Como mencioné anteriormente, Zeus es el padre de los dioses, y soberano del destino de los héroes y hombres mortales. Zeus Sin embargo, otros dioses también tienen el control sobre los mortales. Como el dios Apolo, el flechador quien desata su ira contra los aqueos, liberando una lluvia de flechas sobre ellos. Esta plegaria fue dictada por el sacerdote de apolo Crises.

“Tal fue su plegaria. Oyola Febo Apolo, e irritado en su corazón, descendió de las cumbres del olimpo con el arco y el cerrado carcaj en los hombros (…). Sentose lejos de las naves, tiro una flecha y el arco de plata dio

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