La batalla de cada hombre - resumen

La batalla de cada hombre

Alejandro Rodríguez

El ejemplo que los autores plantean de la batalla del veterano de guerra, que decidió vivir, solicitar los tratamientos y luchar contra el cáncer, es muy ilustrativo de la actitud que como personas, como hombres y como cristianos deberíamos adoptar ante nuestras debilidades, nuestras flaquezas; en cada área en la que Dios quiere que seamos perfeccionados.

Bernie, el veterano, había recibido un pronóstico de vida de 2 años, su actitud y su lucha lo tenían en cama 9 años después de aquel pronóstico original, y su expresión no fue otra sino que seguiría luchando.

No nos es ajeno que las luchas en nuestro tiempo, en nuestra cultura son constantes: la publicidad, la que está orientada a los varones, muestra mujeres; la que está orientada a las mujeres, muestra mujeres; la que está orientada a los niños, muestra mujeres; la que está orientada a las niñas, muestra mujeres. Autos, relojes, vacaciones, yogurt, casi todo muestra mujeres; unas en contextos mas eróticos que otras pero los publicistas recurren a esta posibilidad con mucha frecuencia. La cultura de lo varonil; la moda, la televisión y la industria de la pornografía. En la medida que todo esto se hace accesible, se nos hace familiar, y luego, porque todos acceden a ello, nos parece normal.

Sin embargo, el llamado de Dios es tanto a la santidad, como a que seamos perfectos, como El es. Si, no se trata solo de decidir ser fieles a nuestras esposas, y a Dios sustrayéndonos de relaciones prematrimoniales, o adulteras en el contexto de lo físico, no; el llamado esta, como lo dicen los autores, en el sentido de detenernos a no contaminar nuestras mentes, nuestras conciencias, a no proveer para los deseaos de la carne. Como es que proveemos para los deseos de nuestra carne? con la publicidad, con posters, con revistas, con calendarios hasta con el entretenimiento, o al prestar atención a las deportistas; haciéndonos de imágenes, con las que nos permitiríamos fantasear, que en estricto sentido, conforme a lo que dice Mateo 5:28, es adulterio. Y qué hay de malo en eso? solo que no se establece integridad en la relación matrimonial, ni en nuestra relación con Dios, ni en nuestra relación con los hermanos, la iglesia.

El peligro radica en que, en tanto haya una frustración, tanto la necesidad de alivio, así como de la gratificación se disparan. Visto de ese modo, es necesario un compromiso, individual y ante Dios, para buscar primero, y luego preservarse puro. Identificar los detonantes y resolverlos de manera focalizada.

La decisión de dejar de pecar no siempre parece ser una pequeña decisión. Una vez que estás atrapado, todo aparenta ser complicado. Pero tenemos una clave para escapar tanto de la adicción a las drogas, como al alcohol, así como la adicción al pecado sexual: «No nos ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana». Dios proveerá un medio de escape, pero amigo... debemos estar dispuestos a usar dicho medio.

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