La educación: Una inversión social para el desarrollo humano
Enviado por Antonio Cuellar • 21 de Agosto de 2017 • Reseña • 1.668 Palabras (7 Páginas) • 251 Visitas
Sachs, Jeffrey (2015). The Age of Sustainable Development. Chapter 8, Education for All (261 – 284). New York. Columbia University Press.
El presente libro es de un reconocido economista egresado de la Universidad de Harvard, graduado en 1976, en donde años más tarde conseguiría una maestría (1978) y un doctorado (1980) para así convertirse en profesor de su alma mater hasta el año 2005, cuando la Universidad de Columbia lo contrata como director en The Earth Institute.
Es a través de la Universidad de Columbia que publica este libro (The Age of Sustainable Development, 2015), en donde se analizó en concreto el capítulo 8 que lleva por título Education for All.
La educación: Una inversión social para el desarrollo humano
Antonio de Jesus Gonzalez Cuellar
Aunque es importante hacer inversiones en materia de infraestructura para tener repercusiones económicas positivas, hay otros aspectos que requieren un foco de atención de igual o incluso mayor importancia y que de la misma manera traerían resultados económicos favorables.
En este primer acápite (Life Cycle Approach to Human Development), el autor expone la importancia que ha significado que los gobiernos inviertan en su gente, en especial la importancia de invertir en los niños.
Cabe rescatar un concepto que forma parte la columna vertebral de este capítulo, “desarrollo humano”, para un aterrizaje más claro de lo que trata este concepto, Sachs lo presenta en dos ideas relacionadas.
La primera idea parte de la importancia del desarrollo de habilidades, vivir en un ambiente seguro, el acceso al cuidado de la salud y la experiencia laboral. Todo esto debe ir de la mano para que el desarrollo humano sea pleno y próspero. Hay mucha resonancia en lo vital que es hacer estas inversiones desde una edad temprana, incluso desde la supervivencia neonatal.
Aunque la estimulación desde la edad temprana es crucial para el desarrollo humano, como ya se mencionó, no queda solamente allí. Debe de haber un acompañamiento durante todo el ciclo de vida del individuo. Es esta la segunda idea del concepto de desarrollo humano, “ya que cada etapa del ciclo de vida da la pauta y establece las condiciones para las siguientes.” (Sachs, 2015)
Sin duda alguna todos sabemos la importancia de la educación, probablemente los padres o los tutores hacen hincapié en los beneficios que estar mejor preparado te traerá.
En la gráfica de la asistencia a la escuela (pág. 253, gráfica 8.1) podemos ver un considerable aumento en la matriculación a la escuela primaria, sin embargo, conociendo la importancia que es que la gente estudie, hay un desconcierto con la tendencia de
continuar estudiando la escuela secundaria, aunque se puede admitir que hay un gran avance en la matriculación a la escuela secundaria, las cifras dejan que desear, hay una
brecha considerable entre la inscripción a la escuela primaria y la escuela secundaria, y ni que decir de la educación terciaria. Sin duda es un gran reto acortar las desigualdades entre un nivel de estudios y otro, pero confío en que este tema no pasa por alto por nuestros gobiernos y ya se está trabajando en políticas públicas para atender este problema. Este comentario no es una concepción espontanea, ya que hay una mención de las metas del desarrollo sostenible 2015 – 2030 donde se centran en garantizar la escuela secundaria universal, pero, ¿Es esto suficiente? ¿Acaso es esta una meta poco ambiciosa?
Permítame explicarle el porqué de estas interrogativas un poco acusativas. Aplaudo el hecho de que para el año 2030 se garantice de manera universal el acceso a la escuela secundaria, pero es probable que esto no sea muy relevante respecto a los índices de inscripción a una educación superior, si bien es cierto que hay que ir peldaño a peldaño, esto no garantizará que un individuo continúe con sus estudios, esto pasa por un problema en el acceso a la educación superior, es costoso estudiar una carrera universitaria.
En la gráfica 8.9 de la página 265 (Rising US Tuition Costs 1986–2013), el autor presenta cuan costoso es estudiar una carrera universitaria, cerca de USD 10,000. Es difícil para un individuo que no nació en los privilegios de la burguesía el sostener un gasto como este.
Es triste y alarmante la tendencia que se presenta en este tercer acápite, grosso modo las familias de las altas esferas pueden pagar una carrera universitaria a sus vástagos, las familias más desfavorecidas no pueden, aunque lo pueden intentar por medio de créditos estudiantiles, pero es muy probable que deserten y dejen una fuerte deuda en su familia que los sumirá más en el infortunio.
Sí se ve la educación como inversión, el reto del acceso a las instituciones de educación superior debe de avanzar a pasos agigantados.
El material gráfico (8.11 Educational Attainment), nos muestra de manera explícita que son las familias afluentes las que pueden invertir en sus hijos en materia de educación.
Las familias de más bajos ingresos presentan un 0% de logros educacionales de maestría contra un 9% por parte de las familias más favorecidas. Lo que podemos aseverar con estos datos es que ese porcentaje que presentan las familias afluentes irá aumentando paulatinamente, mientas que a las familias con menores ingresos les costará mucho acortar esa brecha que se tiene con las familias de mayores ingresos.
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