La empresa creadora de conocimiento por Ikujiro Nonaka.

“Poniendo el Balanced Scorecard en acción” por  Robert S. Kaplan y David P. Norton

“Las trampas clásicas en la innovación” Rosabeth Moss Kanter

“La empresa creadora de conocimiento por Ikujiro Nonaka.

Paola Andrea Jaramillo Orozco

Estudiante de Maestría en Administración de empresas.

Universidad Nacional de  Colombia Sede Palmira.

Iniciando con la lectura de Kaplan y Norton, nos encontramos con que los ejecutivos contemporáneos reconocen la importancia que tienen las mediciones sobre los resultados del desempeño, pero no piensan en su importancia dentro de la estrategia.

La lectura nos plantea que una medición eficaz es vital dentro del proceso de gestión, y el Balance Scorecard (BSC) es una herramienta que nos facilita realizar dicha medición, ya que permite a los ejecutivos traducir los objetivos estratégicos de la empresa en un conjunto coherente con los indicadores de desempeño; pero más allá de ser una herramienta de medición proporciona a los ejecutivos mejoras innovadoras en el desarrollo de productos, procesos, clientes y mercados.

El BSC, presenta cuatro dimensiones sobre los cuales los ejecutivos pueden definir sus indicadores. Tradicionalmente los indicadores más usados son los financieros, pues bien, el BSC los complementa mediante mediciones sobre clientes, procesos internos y actividades de mejoramiento, basándose en los objetivos estratégicos y exigencias competitivas de la organización.  

El BSC ayuda al ejecutivo a enfocar la visión estratégica de la compañía facilitándole la elección de indicadores cruciales dentro de cada una de estas cuatro dimensiones; que a diferencia de indicadores convencionales, proporcionan equilibrio entre indicadores externos e indicadores internos.

Por otro lado, muchas empresas están en el auge de la reingeniería, la calidad total y el mejoramiento continuo, sin embargo carecen de sentido de integración. El BSC ayuda a focalizar los esfuerzos de la organización, definiendo prioridades y comunicándolas a ejecutivos, empleados, inversionistas y demás.

Pero el BSC como herramienta gerencial, no puede ser visto como una plantilla aplicable a la estrategia de cualquier empresa. Por el contrario, diferentes entornos empresariales requieren diferentes BSC. Este puede ser implementado en organizaciones con o sin fines de lucro, organizaciones públicas y ONG.

Ahora bien, cada unidad de negocio podrá construir su propia Balance scorecard, en la medida que se adapte a la misión, estrategia, tecnología y cultura de la empresa; a partir de los indicadores definidos en un BSC cualquier observador podría ser capaz de detectar la estrategia competitiva de la empresa, a su vez esto será garantía de que el BSC está bien construido.

Ahora pasemos a la lectura de Moss Kanter, en la cual su foco principal es la Innovación.

Aunque la innovación no puede ser tomada como una tendencia pasajera, siempre ha tenido picos y altibajos en periodos irregulares de 6 años en los cuales siempre es redescubierta como foco privilegiado en las estrategias de crecimiento.  Durante el último cuarto del centenario, cuatro grandes olas de desafíos competitivos han despertado el interés en la innovación.

Por un lado encontramos la era de la información (finales de los 70 y comienzos de los 80) en la cual se creó nuevas industrias y se eliminaron algunas de las antiguas. La tecnología de información comenzó a evolucionar, pasando de los grandes servidores utilizados en las empresas a convertirse en un producto de consumo a través de computadores de escritorio, época en la cual empresas como Apple aprovecharon para introducir las nuevas bases de la innovación en estos productos en estados unidos.

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