La filiación ensayo

La filiación es una expresión particular del parentesco y una de las cuestiones más complejas dentro de la ética que regula el derecho civil, que aunado a factores genéticos, de reconocimiento institucional y de consanguineidad se determinan aspectos cruciales dentro del derecho civil canónico romano.

La preservación de la familia debe de ser por sí mismo de interés social para que la cohesión social sea un patrón repetitivo en las generaciones, dentro de las cuales todos los vástagos necesitan de un sentido de pertenecía, amor y aceptación dentro de un núcleo familiar reconocido e institucionalizado con sus relaciones del ius sanguini vinculadas estrechamente a la relación familiar.

Es de donde surge la dicotomía de la catalogación categórica de la familia en sus dos vertientes pilares, la de unidad y de pluralidad. En la primera se hace distinción expresa entre los hijos e hijas legítimos, es decir, hijos que son producto resultante dentro de un matrimonio establecido y los no legítimos que son el resultado de una relación extranupcial que derivó en un vástago parte de la familia de quien lo concibió; que le sigue todavía el natural, el puramente jurídico, el adoptado, etc.

La segunda propuesta de pluralidad es una recusación de la idea de la filiación de unidad que habla sobre la no distinción categórica de los hijos bajo el fundamento que el el Derecho sólo tiene una posición en su calidad de hijo como estado civil, entonces no puede hablarse de tipos de filiación sino de una única consideración en la posición, "hijo". La unidad de estado es usada para atribuir igualdad en el régimen de los derechos y obligaciones.

Asimismo hay otra catalogación categórica que tiene aceptos diferentes en cuanto a la clase de persona, ya sea personal: capaces o incapaces (esto en torno a su goce sobre recibir aspectos jurídicos y ser capaz de ser parte del ejercicio y obrar legítima de sus funciones) y emancipados, mayores de edad e interdicción; familiar o civil: cónyuges y parientes; y político: nacional (ya sea por derecho de sangre, por derecho de suelo y sus extensiones), extranjero (ya sean naturalizados, por matrimonio o por elección), ciudadano (con todos los atributos sustanciales y su plena capacidad de goce y ejercicio) y no ciudadano (por suspensión o por pérdida de la ciudadanía). Anexo a estos estatutos existe una serie de elementos posesivos personalísimos, como el nombre (la denominación personal junto con el apellido en representación a su linaje familiar), el trato (ser considerado y tratado como miembro de la familia) y la fama (que el círculo social tenga la cosmovisión general de a qué grupo familiar pertenece).

Si yo personalmente tuviese que tomar postura crítica frene a las dos vertiente me inclino más por la segunda que aparentemente tiene un corte mucho más iusnaturalista y que no me deja lugar a duda de su sentido

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