La trama de la vida de Capra

TRAMA DE LA VIDA

El resultado de leer La trama de la vida de Capra y ver el extraordinario documental Inside Job, o como fue traducido al español: Trabajo interno: Robo, puede definirse como paradójico. Paradójico, porque, por un lado, la primera sensación que invade la mente es la de la claridad. Pues todos los elementos presentados por el director tejen una red de relaciones, implicaciones que producen la comprensión del todo. Por el otro, porque luego de superar ese primer momento viene la sensación de la impotencia. Y es que al adentrarse en el conocimiento de la realidad desde la perspectiva de Capra y de otros autores que giran en torno a ideas y planteamientos similares,  cercanos e incluso coincidentes desde la investigación en ciencias naturales, significa no perder de vista la organicidad o sistematicidad de los procesos y  de cómo estas interacciones generan fácilmente la percepción de que no es posible cambiar nada, por cuenta de la amplitud de las redes que tejen las interacciones entre las partes y que al final producen una realidad que no tiene por donde comenzar a generar transformaciones, impulsar cambios en esas mismas interacciones.

Aparte de paradójico la comprensión de la realidad desde la perspectiva de la complejidad deja en shock la razón. La mirada compleja que ofrece Capra y la aproximación de Charles Ferguson, ofrecen en vivo una comprensión que desborda los límites del análisis de las partes para llevar al espectador en el caso del segundo a una experiencia inmersiva. Esta experiencia lo lleva por los recodos de cada una de las aristas que produjeron la gran crisis de 2008 y  que llevó a que la economía global se contrajera. Millones de puestos de trabajo en el globo se perdieron y en consecuencia está caída dejó a millones de seres humanos en condiciones de vida precarias o muy precarias, según el nivel y el tipo de empleos que tenían antes de esta. Por otra parte quienes se enriquecieron a costa de esta perdida no recibieron más que llamados de atención, como en el caso de las audiencias de control del congreso de las EE.UU.

Ahora bien, para tratar de poner a prueba lo comprendido la gran pregunta es ¿cómo no caer en el desfallecimiento? en esa impotencia que nos abruma en el momento en que asumimos que desde la pequeña esfera en la que tenemos algún tipo de incidencia, no nos alcanza para aportar de manera efectiva y a veces con la obsesión de la inmediatez, en acciones que se traduzcan con el tiempo en cambios favorables para toda o la mayoría de las personas. Es evidente que no hay que hacerse ilusiones con propósitos que quieran moldear la vida de una sola manera. Al contrario, y este es uno de los mayores retos que plantea Capra y es la aceptación y comprensión de que la vida tiene su mayor riqueza en la diversidad y en las múltiples formas en que las sociedades y los individuos dentro de esas redes de interacciones resuelven las dificultades planteadas por las condiciones de su ambiente.

Quizás como plantea Francis Jacob, es la diversidad de especies, y dentro de cada especie la de individuos, la estrategia más efectiva para superar las transformaciones naturales y enfrentar los riesgos que vivir plantea a los individuos y las especies. Quizás venga al caso las pandemias, y en particular la actual de la Covid-19, que ha puesto a prueba precisamente las capacidades humanas para enfrentarla. Poniendo de relieve que mantener la diversidad es la apuesta más efectiva para enfrentar las enfermedades, una especie de bucle en el que a mayor diversidad de individuos menos probable puede resultar que las amenazas como los virus o las bacterias lleguen a alcanzar el universo completo o mayoritario de la especie y con esto la tendencia a la desaparición.

En gran medida el cambio vertiginoso de las formas tradicionales de la civilización está muy relacionado con el explosivo crecimiento demográfico. Una población tan grande con una base reducida de recursos, para satisfacer las necesidades de está, además un conjunto de empresas cuyos intereses son desmedidos, la toma de decisiones comienza a imponer unas exigencias diferentes. Y esto no se reduce a la discusión entre sistemas de dirección autocráticos o democráticos. Es inevitable que visto desde la postura mecanicista, anclada  al paradigma que impone a la física y sus logros como la guía para las humanidades y las ciencias sociales, lo que aparece es la entropía, un crecimiento de la tendencia hacia el desorden. Entre tanto, desde la visión de la teoría de sistemas esa riqueza que emerge con la diversidad creciente, lo que va a mostrar es la posibilidad real de que las comunidades humanas sean comprendidas dentro del nuevo paradigma que las asume como comunidades vivas, lejanas del equilibrio y que gracias a la introducción del pensamiento ecológico estas comiencen a cuestionar la relación, por lo menos de occidente, con el entorno o como coloquialmente se llama el medio ambiente.

No es gratuita la crisis ambiental, fenómeno en el que con mayor evidencia día a día quedan expuestos los efectos y los graves daños que pueden ejercer las acciones humanas desmedidas y que no consideran la lógica propia de las comunidades vivas, incluida la misma humanidad, y las interacciones entre estas y de estas con el entorno. De fondo es posible que las sociedades humanas sean mejor comprendidas desde la teoría cuántica que desde la mecánica clásica, si bien es también cierto que no se puede desconocer los avances de esta última y menos llegar a descalificarla por completo. Fue gracias a sus avances, logros y también fallas como la humanidad y la ciencia han llegado hasta aquí; para abrir nuevos horizontes comprensivos que contribuyan de manera significativa a construir relaciones menos conflictivas y que deriven en la sustentabilidad económica, social y ambiental.

...