Los Intereses Creados

Llegan a una nueva ciudad dos hombres, bien vestidos pero sin nada de dinero. Después de un largo viaje necesitan un lugar donde alojarse y comer, pero sin tener con que pagar deciden usar el don de la palabra para engañar al dueño de una hostería. Crispín se hace pasar por el criado del chico joven y así logran que crean en la hostería que el chico es noble y pudiente, un hombre muy importante de negocios. Se ganan el respeto del hombre con puras mentiras y les dan alojamiento. Llegan a la hostería a pedir también alojamiento un capitán, soldado de guerra junto a Arlequín un poeta cantante. El hombre de la hostería los saca enfurecido ya que a estos dos los conocía, un mes entero les había dado de comer y nunca habían pagado. Crispín y el joven salen por la pelea y estos se hacen cargo de todos los gastos de los dos hombres ordenan el mejor vino y la mejor comida para ellos y brindan los cuatro.

Aparece luego en una casa señorial doña sirena, quien deseaba dar ese día por la noche una fiesta. Una señora de alcurnia y poder, pero ya no tenía mucho dinero. Entra en problemas ya que la comida, los músicos y los sirvientes quieren cobrarle por adelantado. Colombina ofrece solucionar todo, ya que por arlequín se contacta con ellas. Crispín soluciona el problema económico en nombre de Leandro y propone a ayudar a doña Sirena a dar la fiesta, a cambio de que ella presente a Leandro a la hija de Polichinela un señor muy acaudalado, ya que el quiere enamorarla y casarse con ella. Doña Sirena accede al trato y se da la fiesta.

Ya en la noche llegan los invitados a la fiesta en casa de doña Sirena, Leandro y Silvia la hija de Polichinela se conocen y se enamoran al instante. Mientras tanto el señor polichinela reconoce a Crispín, pues habían sido compañeros de presidio. Por esta misma razón el señor Polichinela al saber que Crispín sirve a Leandro desconfía de sus intenciones con Silvia, pero Crispín más astuto cambia de estrategia y le recomienda separar a Leandro de su hija. Sabiendo que en el momento que el prohíba a Silvia que lo vea, su amor será más fuerte. En realidad ambos se habían enamorado.

Crispín con sus mentiras puso en contra de Polichinela a todo el pueblo, puesto que él había dicho que Polichinela había mandado a matar a Leandro y que este se encontraba mal herido, por lo que Silvia escapó para poder ver a Leandro, ella también se había enamorado perdidamente de él.

Polichinela se da cuenta de lo que trama Crispín, que su hija y Leandro se casen para que Leandro tenga dinero, pero no puede hacer nada. Crispín se encarga de convencer a cada uno de todos los acreedores de que en la boda de los dos jóvenes está la única solución para recuperar su dinero. Todos se sienten presionados por los intereses que ha creado Crispín, sin la boda no habría pago ni para el hostelero, ni la fiesta de Doña Sirena, etc. Crispín pone a todos los acreedores en contra

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