Lucas Lucatero

Anacleto Morones

Juan Rulfo

El cuento se desarrolla en un rancho en dónde vive Lucas Lucatero, a quien diez mujeres del pueblo de Amula van a visitar ya que, Anacleto Morones, su santo, acaba de morir y ellas pretenden convencer a Lucas Lucatero de que vaya a Amula a dar un testimonio de la santidad de Anacleto ya que él era su yerno y lo conocía desde antes que empezara a hacer milagros a la gente, y de esta manera sea reconocido como santo.

Sin embargo al llegar al rancho Anacleto sabe a la perfección lo que las señoras quieren y su respuesta es no ya que él sabe que Anacleto Morones no era ningún santo, sino un estafador que lo único que hacía era robar dinero a la gente. Por lo cual cuando las mujeres llegan y empiezan a hablar de Anacleto y sus milagros él les cuenta la verdad de sus blasfemias y la verdadera personas que era Anacleto Morones.

Sin embargo al ver que las mujeres están convencidas de su santidad y no creían en sus palabras, el trata de evadir la conversación y trata de distraerlas de la conversación hasta hartarlas y que decidan irse, lo cual funciono ya que antes de caer la noche ya solo había una mujer de las diez que habían llegado a su rancho.

Al ver que estaban solos Lucas insiste a la mujer, Pancha, que se quede con el por la noche a lo que ella acepta, pero antes Lucas Lucatero le pide que le ayude a juntar unas piedras en un montón que había en su rancho, y Pancha sin saber ayuda a Lucas a echar piedras a la tumba de Anacleto Morones a quien Lucas había matado.

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