Martes Con Mi Viejo Profesor

Pero un día viendo un reportaje, vio que un conductor de televisión se bajo del auto justo en frente de la casa de aquel viejo profesor, para este día Morrie ya no podía caminar, estaba atado a su silla de ruedas y acostumbrado a que lo ayudaran, masticar para el ya era una tarea penosa, tosía al comer, pero aun con todo esto Morrie siguió siendo optimista, era una persona llena de ideas y decidía plasmarlas en lo que tuviese a su alcance, hojas, sobres, servilletas, con pensamientos filosóficos como: “Acepta lo que eres capaz de hacer y lo que no eres capaz de hacer”, a poco tiempo de comenzar a hacer esto ya tenía cincuenta que compartía con sus amigos, un día un amigo de el también catedrático de la universidad, decidió llevar todos sus escritos con un reportero el cual realizo un articulo extenso sobre Morrie titulado: LA ASIGNATURA FINAL DE UN CATEDRÁTICO: SU PROPIA MUERTE.

La nota llamo tanto la atención que Kopper que era el conductor famoso de televisión estaba justo frente a la casa de Morrie listo para grabar, al entrar todos emocionados lo recibieron menos Morrie, el rodo su silla y le dijo que antes de dejar que le hiciera la entrevista le tenía que hacer unas preguntas, entraron al despacho y Morrie le pidió que le dijera lo más próximo a su corazón, Kopper había estudiado a Morrie y con cautela decidió contestar que sus hijos, Morrie le dijo ahora dime algo de tu fe, Kopper se sintió incomodo y le dijo que no solía hablar de esas cosas con personas que acababa de conocer y Morrie le respondió que estaba próximo a morir que no tenía más tiempo, Kopper le respondió de una buena manera, su respuesta convencía a Morrie.

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