Mascaras Mexicanas

¿Qué es ser mexicano?

Ser mexicano es ser auténtico, amable, hospitalario, libre, es llevar en la sangre el colorido, la alegría, la fe, la fiesta, la imaginación, el fuego y tantas cosas más que marcan la diferencia. Para ser mexicano hay que estar comprometido con México, sentirse orgulloso de Nuestras Raíces.

Todo esto es en gran parte superficial pues el mexicano como un castillo amurallado que sus riquezas esconde muy en el fondo, dice Santa Teresa en su mejor obra Las Moradas: “es en la cámara más principal donde se esconde el bien amado” está refiriendo a Dios quien mora en el interior y lo más profundo de su alma. Así el mexicano vive en lo más recóndito de sí mismo, su verdadera personalidad, pasiones, sentimientos están encerrados en la cámara principal, lejos de todo aquel que quiera llegar a ellas.

Las murallas son las falsedades de su vida cotidiana y su verdadera protección, Paz hace alusión a las mascaras mexicanas tan tradicionales y de colores llamativos que a la vista parece agradar, el mexicano ha adoptado el usar estas mascaras principalmente por miedo; por miedo a expresarse, a ser juzgado, a ser reprobado, a que lo conozcan. Las mascaras le dan una falsa seguridad y se resiste a quitarla aun cuando piensa sería bueno hacerlo. Protegidos por ellas, puede vivir en una permanente soledad emocional; llena de secretos para proteger ese lado vulnerable que guarda con recelo.

Una máscara tan conocida y bien representativa del hombre mexicano se llama “Machismo” una caricatura del verdadero varón, en el sentido clásico de la palabra. El hombre adopta la postura del macho dominante, es solo el líder del en el rol familiar, con esto, los padres de familia adoptan una actitud en la que infunden respeto a través del miedo y así tienen el control y continúan con su poder, ejemplo que observan los hijos varones, creando así un círculo vicioso.

Si de por sí el hombre mexicano genéricamente hablando es complicado, la mujer mexicana según Octavio Paz y a lo cual no estoy totalmente de acuerdo, es un verdadero enigma, relegada a las sombras siempre en una actitud pasiva y resignada. Por lo tanto en mi opinión personal, es que la mujer en México viene acarreando un sentimiento de inferioridad, muchas veces justificado, pero otras también exagerado por ellas mismas. La mujer contemporánea no sólo mexicana sino en general, desea ocupar los espacios que el hombre injustamente les ha venido negando a través de la historia.

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