Mister Jones.

Durante el invierno de 1945 el personaje que cuenta la historia vivió en una pensión en Brooklyn; era una casa vieja pero agradable que se mantenía gracias a sus dueñas, dos hermanas solteronas. Entre los inquilinos que vivían allí se encontraba Mister Jones; un particular hombre de unos cuarenta años que tenía rasgos bien definidos como pómulos salientes y un lunar en la mejilla izquierda en forma de estrella, también era ciego e invalido. Mister Jones nunca salía de su habitación ya que las hermanas le proporcionaban todo lo que necesitaba para vivir, era el único vecino que tenia línea telefónica particular y además nunca le faltaban visitas. Casi media docena de personas diferentes acostumbraban a entrar y salir de su cuarto y al parecer esa era su forma de ganarse la vida. La gente depositaba y consultaban sus problemas con Jones, ya que era un hombre inteligente que sabia escuchar bien y que daba buenos consejos. A cambio los”pacientes” le daban pequeños regalos de dinero por su conversación y así Jones se mantenía.

Luego de un tiempo el personaje se muda a Manhattan, meses después debe volver a la pensión a buscar unos libros que habían quedado ahí. Cuando lo hace le pregunta a las caseras por Mister Jones a lo que ellas responden que había desaparecido y por eso el asunto estaba en manos de la policía; situación que le deja una sensación extraña. Pasaron diez años y el interlocutor se encuentra en un metro en Moscú. Mientras va viajando observa a un hombre sentado en frente de él; tenía ojos brillantes y azules, pómulos salientes y un lunar en la mejilla en forma de estrella, tras un momento de duda lo reconoce. Era él, Mister Jones, se dispone a hablarle pero llega tarde; el tren alcanza una estación y Jones se levanta en perfectas condiciones y se baja.

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