Monografia
Enviado por • 4 de Febrero de 2014 • 950 Palabras (4 Páginas) • 225 Visitas
LA POTESTAD PUNITIVA DEL ESTADO Y LOS DERECHOS HUMANOS
Didier Villagómez Alvarado
Sumario: Introducción. I. El titular de la potestad punitiva. II. Fundamentación material de la potestad punitiva del Estado. III. Fundamentación formal o política de la potestad punitiva del Estado. IV. El derecho penal actual y los derechos humanos. V. A manera de conclusión. VI. Fuentes.
Resumen:
En este breve trabajo se exponen de manera general algunas reflexiones sobre la potestad punitiva del Estado, engarzándola a la idea de los derechos humanos, referente obligado en las sociedades que pretenden alcanzar una democracia sustantiva. Para cumplir con este cometido ha resultado indispensable consultar las opiniones dominantes sobre la justificación del ius puniendi; establecer sus límites y desde luego plantear desde una perspectiva crítica el estado actual del derecho penal y describir cuál es el fin de la pena en un modelo deseable de Estado democrático de derecho, donde el respeto a la dignidad humana se vislumbra como la premisa fundamental que da contenido al discurso de los derechos humanos.
Palabras clave:
Estado, Derecho, Derechos humanos, Dignidad humana, Derecho penal, Debido proceso, Ius puniendi, Penas, Principio, Justicia.
Introducción
Los derechos humanos son producto de las necesidades del ser humano, los derechos humanos “no caen del cielo”; por el contrario, las constantes luchas sociales en no pocas ocasiones violentas, han permitido la conquista de los derechos humanos en el plano local, nacional e internacional ; los derechos humanos privilegian la dignidad humana y por ende, hacen posible una vida de paz y justicia social. En este sentido, es menester precisar que no basta reconocer los derechos en las cartas constitucionales; es indispensable conocerlos, respetarlos, garantizarlos, difundirlos y promoverlos. Vale decir que uno de los grandes desafíos en materia de derechos humanos, consiste en alcanzar su eficaz cumplimiento en todos los espacios públicos o privados, lo que se traduce en una de las grandes tareas que está asignada por voluntad general al Estado, el cual se vislumbra como la organización política más acabada que hasta hoy hemos construido los seres humanos, dotado de poder para que cumpla con su misión.
Un Estado democrático de derecho, debe ser comprendido como un medio y no como un fin en sí mismo. En este sentido la organización política tiene la alta encomienda de alcanzar el bienestar para todos (justicia social), garantizar las libertades fundamentales, la seguridad, el respeto y la protección de los derechos humanos de todas las personas sin discriminación. Desde esta perspectiva, el estado dispone del derecho para mitigar la violencia estructural e intersubjetiva que proviene de las instituciones públicas o de los particulares; de modo que cuando existe un conflicto en la sociedad, éste recurre a diversas ramas del derecho (derecho civil, familiar, administrativo, laboral, mercantil,
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